MILENIO

ESTREMECEN

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Esa tendencia, costumbre, manía o necesidad para espantar fantasmas de los sondeos previos a las consultas electorales, un día de estos nos dará un disgusto de alto voltaje: la ciudadanía puede soltar un corte de mangas y votar contra corriente, de manera que los se sentían elegidos vean destrozadas sus expectativas y se hundan en un estado depresivo de complicada superación. Y es lo que viene sucediendo en las últimas semanas entre socialistas y populares.

Ejemplos concretos: quién le puede quitar de la cabeza al líder populista Arenas que será presidente de la Junta en poco más de un año, o que Perico Rodri, mi 'compa' de periodismo en la Complutense, deje de ser alcalde de Huelva contra toda expectativa popular. Mucha culpa tendrá el citado Arenas y las dos 'machacas' del PP, Soraya Sánchez y Dolores de Cospedal, a quien últimamente le ha dado por arremeter contra señoras periodistas de la televisión.

Cospedal tendría que verse con la periodista Pilar del Río y sabría lo que era una periodista agresiva y convencida de sus creencias y postulados. Es lo que sucede a la gente de la derecha, que tienen menos aguante que las 'rojas'. La citada Pilar, por ejemplo, ya estuvo una vez en el suelo con los brazos extendidos, mientras la apuntaban con sus metralletas, junto con este comentarista, en un control de la Guardia Civil contra el Grapo. Corrían los años finales del pasado milenio.

Pero a lo que íbamos. ¿Quién podría consolar al funcionario Rajoy si algún candidato socialista le dice en los últimos metros de las elecciones: «Hasta la vista, pirulo». Ya le pasó a más de un ilustre socialista o pepero vigilante de las buenas costumbres. Porque no nos equivoquemos: la ciudadanía es muy suya y puede cambiar de opinión cada vez que se la apetezca. Tuvieran que ver, sobre todo esas tertulias televisivas que cada noche estremecen a sus muchos o pocos contertulios con disparates de juzgado de guardia. Y a tales quemas de infieles se prestan y trincan dinerito presuntos periodistas con callos en el alma y telarañas en sus entretelas mentales. Todo ello sin ignorar que la familia socialista y sus numerosos allegados que viene gobernando la patria desde aquellos tiempos de la televisión en blanco y negro y las irrupciones teológicas del padre Cué a la hora de recogerse las almas antes de entrar en el lecho reparador. Expresado de otra manera. 'Méritos' habrá hecho el censo socialista cuando su nave tiene casi tantos o más agujeros que un queso gruyére desde Coruña a Cádiz.