Un trabajador riega con agua una industria de construcción en Kawasaki (Japón). :: REUTERS
Economia

Japón pierde fuelle y alimenta el temor a caer en la recesión

El crecimiento económico nipón se estanca y da pie al incremento de los temores que auguran una doble recesión

SHANGAI. Actualizado: Guardar
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Un 0,4% sobre el año anterior y una raquítica décima sobre el primer trimestre del año. Así ha sido el crecimiento de Japón en el período de abril a junio. Sin duda, esta cifra supone un importante batacazo para el país, cuyos economistas habían pronosticado un crecimiento del 2,3%.

Los datos son también muy inferiores a los registrados en los tres primeros meses del año, cuando la entonces segunda potencia mundial sacó pecho y expandió su economía un 4,4% sobre los datos de 2009, y un 1,1% sobre el último cuarto del año pasado. Los números con los que Japón cierra la primera mitad de 2010, sin embargo, confirman lo que ya avanzó este periódico el día 3: China, después de crecer un 10,3% en el segundo trimestre, se cuelga la medalla de plata de la economía mundial. 1,03 billones de euros comunistas frente a un billón de euros, raspado, del país nipón.

Pero Japón tiene más razones para preocuparse que el auge de su potencia vecina. Comienza a planear sobre el país del sol naciente una recuperación en W. Fue una de las primeras economías desarrolladas en abandonar hace un año los números rojos, después de la peor crisis ocurrida desde la Segunda Guerra Mundial, pero ahora podría volver a hundirse en el fango. Justo cuando Alemania saca a relucir su músculo y Estados Unidos se aferra a un moderado optimismo.

En cualquier caso, el Ejecutivo nipón mantiene su previsión en números negros para el ejercicio actual. Claro que no sólo el crecimiento es un problema en el país asiático. La deuda registrada por la economía de Tokio hace palidecer a la de Grecia, y duplica ya su Producto Interior Bruto.

Hay más. A pesar de que la tasa de desempleo ha cedido terreno frente a meses anteriores y abandona los récords, el consumo privado, que supone el 60% de la riqueza del país, no ha crecido de abril a junio.

Así, no es de extrañar que el país continúe su coqueteo con la deflación. Además, la fortaleza de la divisa japonesa, el yen, que se mantiene en el máximo de hace 15 años, resta competitividad a sus exportaciones en favor de las que realizan las economías chinas y las surcoreanas, un hecho que no se compensa con la rebaja en el precio de las importaciones, a pesar de la gran importancia que tienen en el archipiélago.