UNO A UNO

LAS ESTRELLAS NO BRILLAN

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En una selección en la que ante todo brilla el juego colectivo, si éste decae, sus jugadores, por fuerza, no destacan individualmente. Eso le sucedió ayer a la mayoría de los futbolistas españoles, que ofrecieron una versión poco ajustada a la que suelen mostrar cuando se enfundan la camiseta de la selección. Así, apenas Iniesta y Navas brillaron en un equipo que echó en falta más acierto en sus otras estrellas.

Regular. Poco que hacer. Escaso trabajo y sin culpa en el gol, que se dio tras varios rebotes desgraciados.

Regular. Atacó mucho y realizó un despliegue físico enorme. Fue más atacante que defensor, pero no desatascó nada.

Regular. Cerró bien menos en el gol, en el que tampoco tuvo fortuna. Tocó bien e intentó descargar juego, pero se echó en falta algún balón largo de los suyos.

Igual que Piqué, solventó el poco trabajo que tuvo, cerrando bien a Nkufo. No aportó nada en ataque.

Suspenso. Poco afortunado. No subió y cuando lo hizo no generó apenas peligro. Tampoco dio gran seguridad atrás.

Regular. Muy golpeado ante la dejadez del árbitro, dirigió lo que pudo, pero no encontró soluciones válidas.

Suspenso. Intrascendente. Sólo un tapón en el medio campo que generó poco juego y cuando tuvo que frenar lo hizo a medias.

Aprobado. Fue de lo más destacado, con tiros, aperturas y alguna idea interesante. Sin embargo, erró más de un pase que pudo suponer muchos problemas.

Suspenso. Poco desborde. Siempre se espera mucho más de un talento como el suyo, pero ayer le salieron pocas cosas, o ninguna.

Suspenso. Nada de nada. Nunca pudo con las torres suizas. Protestó mucho y jugó muy poco. Tampoco acertó en los pocos remates que tuvo.

Aprobado. Inquietante siempre, azuzó todo lo que pudo, aunque muchas veces no pudo con la fortaleza y mayor poderío de los suizos.

Aprobado. Su entrada se notó. Hubo más remate y más presión, pero tampoco fue capaz de abrir la lata.

Notable. El mejor. Su salida abrió el campo, se fue muchas veces, centró en numerosas ocasiones y tuvo dos buenas ocasiones de gol. Por sus botas pasaron en los últimos minutos las únicas ocasiones de peligro españolas.