MEJOR REÍR QUE NO LLORAR

Crisis, crisis y más crisis.. Todo el mundo pide soluciones, busca culpables y exige dimisiones. Los nervios están a flor de piel y las huelgas y manifestaciones se suceden semana tras semana. La última, la huelga de funcionarios del pasado martes. Y lo peor es que no parece que se vaya a llegar a un punto de encuentro, al menos a tenor de lo que se respira en el universo cibernético. Mientras Toco Moxo atiza a «un Gobierno que da auténtica vergüenza ajena», Un ignorante y José Gutiérrez cargan sus tintas con los sindicatos. «¡A Dios rezando y con el mazo dando! Hay que protestar y defender derechos, pero a la vez que se cumplen obligaciones y se trabaja por derecho», les piden. «Estos son los mismos sindicatos que han estado callados cuando el gobierno negó la crisis durante cuatro años y el resto de Europa tomaba cartas en el asunto. ¿Qué hacían entonces? Pues cobrar y callar», acusan.

Pues parece que a ojito no le convence demasiado el argumento. «Por lo que veo vosotros no leéis la prensa. 10.000 funcionarios despedirán en Alemania, fuera el cheque bebé, fuera paga extra...».

Y es que la intención de Zapatero de reducir los Ministerios tampoco termina de convencer a los usuarios. «Sólo hay una posible reducción para que esto tome otro cariz: reducción completa del gobierno. Dimisión y que decidan las urnas», solicita taxativamente José. A otros, como Antonio, sí le hace tilín la idea de cargarse alguna que otra cartera de Zapatero, como la de Igualdad. «Por fin se ha dado cuenta de que no sirve para nada», reflexiona.

¿Quién es entonces el culpable de la situación? Rocío y Por culpa de los Bancos no se ponen de acuerdo. «La entidades financieras», defiende este último. «Es fuerte que pensionistas y funcionarios tengan que pagar la burbuja inmobiliaria que crearon». «La culpa es de este gobierno derrochador, malgastador y pésimo gestor», rebate la primera.

Lo único que parece claro es lo que apunta tina. «5% me quitan del sueldo de mi marido, 5% sube el recibo de la luz. Esto querrá decir algo. ¿Será que el 5 es mi número para este año? Ea, me voy a comprar un cupón a ver si me trae suerte. Me reiré por no llorar», determina tina. Yo me apunto. Por si acaso.