Marruecos agradece a Felipe VI el compromiso de España con su estabilidad interna

Si el lunes fue el momento para que don Felipe y doña Letizia fueran homajeados por la Familia Real marroquí, este martes fue el momento de entrar en la arena política. Más que debate, lo que protagonizaron en Rabat ambas delegaciones fue un intercambio de cumplidos que, según dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, demuestran que las relaciones entre los dos países atraviesan «el mejor momento» de su historia.

Felipe VI inició la segunda jornada de su viaje a Marruecos con audiencias al primer ministro, Abdeliah Benkiran, y a los presidentes de los dos poderes legislativos, la Cámara de Representantes y la Cámara de Consejeros. Con quien más tiempo departió fue con Benkiran, un islamista moderado. El encuentro se desarrolló en un ambiente muy cordial y durante el mismo ambos interlocutores coincidieron en seguir impulsando la sólida alianza que mantienen España y Marruecos. El primer ministro no escatimó elogios hacia el Monarca, del que dijo que «es perfecto conocedor de la importancia de un Marruecos estable en una zona un poco perturbada». Benkiran se refería al Magreb y a los conflictos en Túnez, Libia o Malí y la creciente amenaza del terrorismo yihadista, problemas que son un vivero para el radicalismo yihadista y una amenaza potencial para España, pero que por ahora inexistentes en el reino alauí.

El jefe de la diplomacia española, a su vez, agradeció «el regalo» de Marruecos a Felipe VI con la firma del tratado de pesca con la Unión Europea, un documento que desde el pasado diciembre Mohamed VI se había negado a firmar. Con la entrada en vigor de este acuerdo más de 126 pesqueros españoles, sobre todo andaluces, podrán volver a faenar en los caladeros del país vecino.

García-Margallo también anunció que el Rey y el primer ministro trataron los temas de la inmigración ilegal, de la cooperación al desarrollo o de la paralización por orden judicial de la entrega en tutela de 11 niños marroquíes a familias españolas. En lo que respecta al primer asunto, informó de que el ministro del Interior del país magrebí le confirmó que la construcción de una valla en el lado marroquí de la frontera de Melilla marcha según los plazos previstos.

El ministro de Asuntos Exteriores destacó los solidos lazos económicos que se han creado entre ambos países y que han convertido a España en el primer cliente de Marruecos, por encima de Francia, su mercado tradicional, y a la vez en su primer proveedor por delante de Estados Unidos.

Nuevos actos con Mohamed VI

Al final de la mañana don Felipe y doña Letizia realizaron una ofrenda floral a Mohamed V, abuelo del actual monarca y padre de Hassan II. En el mausoleo donde estan enterrados los dos anteriores soberanos de la dinastía alauí, los Reyes de España cumplieron con el protocolo de descalzarse y, en el caso de la Reina, de cubrise el cabello con un pañuelo.

Por la tarde don Felipe y Mohamed VI visitaron un centro de formación de hostelería y turismo, un acto en el que ambos jefes de Estado volvieron a congregar a cientos de marroquíes que aclamaron en árabe a su soberano marroquí como «el más grande y el único». A la misma hora, doña Letizia acudió a un centro de investigación contra el cáncer apadrinado por la princesa Lalla Salma, esposa de Mohamed VI.

Todos los movimientos de los monarcas estuvieron rodeados de un asfixiante dispositivo de seguridad formado por miles de agentes. El despliegue ha coincidido con una alerta lanzada días atrás ante un posible atentado de carácter yihadista en suelo marroquí.

Pocos minutos antes de las 19.30 los Reyes de España subían a un avión de la Fuerza Aérea Española para regresar a Madrid. Como ya hizo para recibirles la pareja real marroquí despidió a sus invitados al pie de la escalerilla. Allí se intercambiaron muestras de afecto y don Felipe hizo un último agradecimiento. «Todo muy bien», le dijo a Mohamed VI.