Del Bosque y Puyol, en un entrenamiento de la selección. / Archivo
FÚTBOL | selección

Puyol, Xabi Alonso y Diego Costa condicionan a Del Bosque

Los amistosos de noviembre en Dubai y Gabón dejarán más de cinco millones a la Federación pero indignan a los clubes porque sus jugadores deberán recorrer más de 16.000 kilómetros

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Conseguida la clasificación para el Mundial de Brasil y apalabrada la renovación de Vicente del Bosque por dos años más, al seleccionador se le plantea a partir de ahora el dilema de tener que decidir la lista de 23 futbolistas que defenderán el título el próximo verano. Aunque su columna vertebral permanece intacta, a la espera sobre todo de que Puyol y Xabi Alonso se recuperen bien de sus largas lesiones, a día de hoy alberga muchas más dudas que en anteriores convocatorias. Incertidumbres que afectan desde la portería, donde Iker Casillas se perfila como titular pero siempre y cuando el Madrid llegue lejos en la ‘Champions’ con el mostoleño de titular, a la punta de ataque, pendiente de que Diego Costa se decida entre sus dos países, el de cuna y el de adopción.

Lesiones, deficientes estados forma, vaivenes del técnico salmantino y la irrupción de una excelente hornada de jugadores jóvenes como Isco, Koke o Thiago Alcántara, ahora de baja por una grave dolencia de tobillo, provocan incógnitas difíciles de despejar. El grueso del grupo campeón se mantiene pero Del Bosque ya ha iniciado un cambio tranquilo que debe de estar concluido en la Eurocopa de 2016.

«No podemos ser inmovilistas, ni refractarios. En la selección disfrutamos de una gran cantera y se trata de ir abriendo el abanico», esgrime el técnico siempre que da la alternativa a algún futbolista. En los 82 partidos dirigidos, con un balance de 67 victorias, ocho empates, siete derrotas, 202 goles a favor y 54 en contra, ha hecho debutar a 37 jugadores.

En torno a 40 futbolistas tienen opciones de llegar al Mundial. Y ello sin tener en cuenta que casi siempre hay alguna novedad de última hora auspiciada por el típico jugador revelación. Del Bosque fue inteligente y supo continuar el gran trabajo de Luis Aragonés, pero de aquel grupo campeón de 2008 sólo permanecieron ocho hombres en la lista de los últimos compromisos ante Bielorrusia y Georgia. Bien es verdad que a los Casillas, Reina, Ramos, Arbeloa, Cesc, Xavi, Iniesta y Silva habría que añadir, de no ser por problemas médicos, a los Puyol, Albiol, Cazorla y Villa. Como máximo, un 52% de supervivientes.

Si se comparan las últimas convocatorias con los 23 elegidos para extraer oro de Sudáfrica, sólo se mantienen 14 futbolistas, entre ellos los tres guardametas que siguen fijos para Brasil. En la zaga, lo habitual es que Del Bosque apueste por siete defensas, normalmente cuatro centrales, dos laterales y el polivalente Arbeloa. Si Puyol recupera el tono físico, estará en el Mundial con nada menos que 36 años. Ramos, Piqué, Jordi Alba y Albiol se antojan fijos. Los Juanfran, Monreal, Alberto Moreno y el central Iñigo Martínez, tendrían que batalla por un puesto.

Muchos opositores

El casting aumenta en el centro del campo, donde el seleccionador suele contar con ocho o nueve especialistas. Suspira por la recuperación de Xabi Alonso y un final de curso bueno de Xavi, que competiría en su cuarto Mundial con 34 años. Busquets, Iniesta y Cesc son indiscutibles, y Silva y Mata tienen muchas papeletas de alistarse. Hasta las lesiones y las quejas de dirigentes del Bayern de Múnich, Javi Martínez era habitual como recambio polifuncional. Se agotan las plazas y aparecen tantos opositores como Cazorla y los emergentes Thiago, Koke, Mario Suárez, Javi García e Isco.

En los extremos puros, la presencia de Navas y de Pedro resulta innegociable para el seleccionador. A partir de ahí, más lío. En el mejor de los casos quedarían un par de plazas para arietes puros. Negredo, cuyos números extraordinarios parecen haber convencido al fin a Del Bosque de sus «excepcionales condiciones potenciales», es el mejor situado. Si Diego Costa dice sí, hay un compromiso para llevarlo. Villa, indiscutible si no está de baja, corre riesgo de quedarse fuera. Fernando Torres sólo iría si completa una gran temporada con el Chelsea de Mourinho y sólo un milagro en la Juve permitiría la repesca de Llorente. Y quedarían Soldado y Michu. La competencia resulta extraordinaria.

Para experimentar, a Del Bosque le esperan tres amistosos que indignarán a los clubes. Sobre todo los dos programados para el 15 y 19 de noviembre, fechas reservadas por la FIFA para la repesca, en Dubai ante Rusia y en Gabón frente al país africano que paga bien por el negocio del oro en el golfo de Guinea. La Federación percibirá en torno al menos cinco millones por esos dos bolos que obligarán a los internacionales a recorrer más de 16.000 kilómetros y tener que regresar a tiempo para disputar la 14ª jornada de Liga, en la que el Barça recibe al Granada y el Madrid visita al Almería. Ypara el 5 de marzo, se prevé que Italia visite el Vicente Calderón. Se abre el debate.