Graça Machel, y además es la mujer de Mandela

Podría ser ella la muchacha negra de talón rosa a la que el poeta Léopold Senghor dedicó su 'Canto de primavera'. La única negra en una clase de 40 blancos, que aprendió la lección a la fuerza: “¿Por qué me tengo que sentir extranjera en mi propio país?”. Fue la hija de un padre que tuvo que alternar la granja familiar con las minas en Sudáfrica y que, en el lecho de muerte, hizo prometer a su esposa que le daría, a ella, la mejor educación. La licenciada en letras germanas que se hizo maestra y enseñó a leer a un Mozambique sin palabras. La guerrillera que se enroló en las filas del Frente de Liberación Frelimo y se enamoró de aquel 'señor de la guerra' que buscaba la paz, Samora Machel.

Entonces Mandela estaba en prisión. Se convirtió en viuda temprana cuando el avión ruso que llevaba al presidente Samora se estrelló, precisamente, en la frontera con Sudáfrica, en un accidente bajo la sombra de la sospecha (“apartheid”), que terminó de hacer del hombre un héroe. Y en primera dama de otro país, cuando su camino se cruzó con el de Mandela, divorciado ya de la convulsa Winnie. Ella y Madiba protagonizaron una boda al uso, con sacrificio de cabra incluido, pero también “la unión del padre de la nación (a sus 80 años) y la viuda de la revolución”, como dijo Gary Younge en The Guardian. (Más información en Mujerhoy.com)