Navarro impulsa a un Barça superior

El Barça tuvo que esperar al último cuarto para acabar con el combativo Baskonia, pero cuando llegó el momento de la verdad sacó lo mejor de sí y pasó por encima del anfitrión. Un espectacular parcial de 0-14 en el arranque del último periodo (57-69) despejó el camino del Barcelona hacia su cuarta final de Copa consecutiva ante un Caja Laboral que fue fulminado por un enemigo de enorme nivel. Mientras Navarro y Lorbek decidieron ponerse al frente para acabar con todas las dificultades que les había creado el Baskonia, los locales se atascaron en ataque -cinco minutos sin anotar- y debieron hincar la rodilla ante el aplomo, el tiro exterior azulgrana y, el talento de 'La Bomba'.

Este Barcelona tiene tantísimo fondo de armario y tanta experiencia que hasta con Navarro tocado y Mickeal desaparecido -0 de 4 en tiros de dos- es capaz de apabullar a cualquiera. Menos mal que 'La Bomba' no está bien físicamente. Renqueante ante el Real Madrid era duda para las semifinales, pero aun con problemas musculares emergió como el enorme jugador que es e impulsó a un equipo superior. Como es habitual en él, Navarro asumió la responsabilidad en el momento más delicado y el Baskonia se echó a temblar.

El escolta catalán juega en otra dimensión, incluso cojo. Fue el máximo anotador y el mejor valorado del partido, y el encargado de sentenciar al Caja Laboral entre el final del tercer periodo y el inicio del último, la tumba para los locales. El Barça, gracias a que el Baskonia había dado muchas facilidades con sus continuos fallos en ataque (acabó con 25 tiros acertados de 66 intentos), y a que su banquillo es infinito, no había echado en falta a Navarro hasta que el Baskonia se puso cuatro arriba (53-49), por primera vez con dos triples consecutivos. El Buesa Arena ya rugía en los últimos minutos del tercer cuarto, pero este Barcelona es indestructible hasta con Navarro al 60% y con el gran capitán solo 24 minutos y medio en pista.

El mejor triplista de la Copa

La situación se puso realmente fea para el Barça y el Baskonia comenzó a creérselo, porque sin claridad en ataque había sido capaz de equilibrar en el marcador -con Pleiss mejor que con Lampe-, su inferioridad en la pintura ante una pareja (Tomic-Jawai) que no para de crecer y cada vez es más contundente y temible. Entonces apareció el Navarro que ya tiene cinco títulos de Copa y aún ningún MVP para poner a los anfitriones en su sitio. Ya desde el principio quiso probar su muñeca desde fuera -acabó con cuatro triples de siete intentos- y, cuando peor pintaba la semifinal para los culés, se hizo imperial sobre el parqué.

Fue solo él quien no permitió que el Baskonia, demasiado limitado de efectivos y con más peligro a la contra que en estático, se escapase y cogiese confianza. Cerró el tercer parcial con una canasta que entonces le convertía ya en el mejor anotador del encuentro (12 puntos), tras coronarse en el comienzo como el mejor triplista en la historia de la Copa, y el Baskonia y su afición se dieron cuenta de que 'La Bomba' estaba de vuelta. El Barcelona respondió con dos triples consecutivos (Navarro y Rabaseda) por vez primera, igual que no se les conocía a los azulgrana dos partidos seguidos buenos esta temporada, y arrollaron a los baskonistas. Con los culés desatados y los locales negados, a falta de cinco minutos se acabó el duelo. El Caja Laboral, demasiado irregular y siempre temeroso del potencial y las rotaciones de los vigentes subcampeones, llegó a tener nueve de ventaja (16-7), pero eso fue solo en el comienzo. Cuando Navarro estaba descansando.