Balonmano

De apostadores a mundialistas

Francia perdona a sus estrellas

VALLADOLID Actualizado: Guardar
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No hay que confundir inculpados con culpables, o apostadores con mundialistas. Hace apenas tres meses, el mundo del deporte francés se vio salpicado por un escándalo sin precedentes. Algunos jugadores del mejor equipo galo de balonmano, el Montpellier, fueron arrestados por haber hecho apuestas ilegales y además contra su propio equipo. Y encima, entre los acusados estaba Nikola Karabatic, la imagen por antonomasia del deporte francés. Sin duda todo un bochornoso asunto para el deporte del país vecino, que siempre se ha caracterizado por el rigor, la limpieza, el 'fair play'. Al menos de puertas para afuera. Pero esta vez tocaba la fibra más sensible, la del deporte más laureado con diferencia, con su reciente título olímpico aún caliente bajo el brazo.

Todo el asunto surge en uno de los últimos partidos de la Liga francesa de la pasada campaña, el 12 de mayo, cuando el Montpellier, auténtico dominador de la competición, tenía el título ya en su bolsillo. Jugaba un partido en la cancha del Cesson, uno de los conjuntos de la parte baja de la tabla, y al descanso, el conjunto del Montpellier perdía 15-13. Hasta ahí todo podría parecer normal. Pero unas fuertes apuestas 'online' precisamente al resultado del descanso olieron mal a la casa de apuestas. Y tras una breve investigación se descubrió que varios jugadores del Montpellier y algunas de sus novias habían conseguido pingües beneficios con la apuesta en cuestión. Jeny Priez, la novia de Luka Karabatic, y después Gerladine Pillet, la compañera de su hermano, la estrella Nikola Karabatic, reconocieron haber apostado. Y también salieron los nombres de otros jugadores como Gajic, el tunecino Tej, el portero esloveno Prost, el veterano Bojinovic o el extremo Honrubia. Todos ellos tuvieron que pasar por los juzgados a primeros de octubre para explicar su implicación en este suceso. De todos ellos, únicamente el portero esloveno Prost reconoció plenamente su error, se marchó a su país y abandonó el equipo galo. El resto puso el caso en manos de sus abogados y ahí comenzó una pelea judicial que continúa todavía en los despachos de la justicia gala. Y ello a pesar de quedar bien claro que las apuestas se habían hecho. Pero entre que si yo no las hice, que las hizo mi novia; que si ya no estaba en el partido (Nikola Karabatic), que si ya no estoy en el equipo (Honrubia y Bojinovic), etc..., el escándalo se disolvió en unas pocas semanas a la espera de que la justicia decida.

Solo amenazas

De hecho, las amenazas de despido y de anulación de licencias que lanzó Joel Delplanque, presidente de la Federación Francesa, se quedaron en nada. Los jugadores solo estuvieron apartados de sus equipos mientras duró la instrucción del juez, apenas un mes. Después volvieron a reintegrarse, aunque en algunos casos la situación cambió drásticamente.

Honrubia y Bojinovic únicamente dejaron de jugar dos partidos con su nuevo club, el París SG Handball, y solo por recomendación de las autoridades. «No entiendo por qué se impide jugar a mis hombres. Si quieren sancionar que lo haga la Federación», fue la respuesta de Phillipe Gardent, técnico del París Handball. Gajic volvió a entrenar en apenas 20 días, y los Karabatic y el tunecino Tej, a finales de octubre, para jugar ya el 11 de noviembre su primer partido tras el escándalo. Incluso Karabatic fue convocado enseguida por Claude Onestá para el preeuropeo de 2014. «Si no hay impedimentos para seleccionarlos, los llamaré», comentó el técnico galo. Y es que en este caso, a diferencia con lo que ocurre con los franceses y otros deportes, la evidencia de las apuestas no era suficiente prueba de cargo.

Con todo, en el club Montpellier la situación ha empeorado considerablemente. Patrice Canayer, director gerente del club, comentó que los tres pilares básicos que había que salvar de la entidad en este escándalo era su estructura, los empleados y los valores. Y sobraba Nikola Karabatic, la súper estrella que actualmente está buscando equipo ya que el Montpellier no le quiere en sus filas. El presidente del club comentó que habían perdido a uno de sus sponsors, 'Brother', y sus 300.000 euros, debido al escándalo.

El proceso continúa en los despachos de la justicia francesa y todo parece indicar que se quedará en agua de borrajas si triunfa la tesis de los abogados de los inculpados, que han encontrado un agujero en las leyes galas sobre el deporte y las apuestas 'online', ya que en esta ocasión se apostó al descanso del partido y no al resultado final, y además las que apostaron fueron las novias...

La federación francesa de balonmano, por su parte, ha iniciado un proceso para cambiar la normativa de las apuestas, ha solicitado una sanción para los 'culpables' y ha abierto un expediente sobre el tema, pero evidentemente el Mundial de Balonmano ha quedado fuera de cualquier resolución.

Y mientras tanto, Nikola Karabatic y Samuel Honrubia, los dos jugadores de la selección francesa, iniciaron la competición mundialista con una aportación imprescindible para ganar con apuros a Túnez. La estrella Karabatic anotó 5 goles y el extremo 3. Y toda la afición gala alabó su espíritu de lucha y de superación en su objetivo de sumar el tercer mundial consecutivo para los 'bleus'. Por cierto, al descanso el resultado era de 13-14 para los tunecinos. ¿Habrán apostado?