conflicto diplomático

Sri Lanka retira a su embajador en Arabia Saudí

Protesta así por la ejecución de una empleada de hogar ceilandesa acusada de la muerte de un menor dejado a su cuidado en 2005

COLOMBO Actualizado: Guardar
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El Gobierno de Sri Lanka ha llamado a consultas a su embajador en Arabia Saudí por la ejecución el miércoles de una empleada de hogar ceilandesa acusada de la muerte de un menor dejado a su cuidado en 2005, según ha informado el Ejecutivo de la isla.

El Ministerio del Interior saudí informó ayer en un comunicado de que Rizana Nafeek fue ejecutada en la localidad de Dawadmy, cerca de Riad, tras ser condenada a muerte en 2007 después de que su empleador saudí le acusara de matar a su hija mientras la estaba alimentando.

El Gobierno de Colombo había apelado contra la condena a muerte pero el Tribunal Supremo saudí ratificó la sentencia en 2010. Las ONG Amnistía Internacional y Human Rights Watch han criticado la ejecución debido a que la mujer era menor cuando se produjo el suceso. Según había indicado previamente Amnistía, aunque el pasaporte utilizado por la mujer para entrar en mayo de 2005 en Arabia Saudí indicaba que su fecha de nacimiento era febrero de 1982, su certificado de nacimiento demuestra que realmente nació seis años más tarde, por lo que tenía 17 años cuando se produjo la muerte del niño.

Manifestación

El secretario de Estado de Exteriores ceilandés, Karunatilake Amunugama, ha señalado que la llamada a consultas es la muestra de su malestar por "no atender la apelación del Gobierno para salvar a Rizana Nafeek". "El embajador ha sido llamado con efecto inmediato", ha indicado.

Rizana Nafeek no tuvo acceso a ningún abogado ni a un intérprete del tamil al árabe medianamente competente durante los interrogatorios de la fase de instrucción ni durante el juicio propiamente dicho, según Amnistía y HRW. En un primer interrogatorio, según AI, la joven confesó la muerte del niño, pero posteriormente se retractó alegando que había sido forzada a confesar después de sufrir una agresión física. Según ella, el pequeño murió accidentalmente por asfixia mientras bebía de una botella. La madre del menor rechazó la petición de perdón de la ejecutada, el primer paso que se debe dar en Arabia Saudí antes de considerar la liberación de una persona condenada por asesinato.

Cientos de mujeres se han manifestado en Sri Lanka para protestar por la ejecución y han señalado que Colombo debía haber hecho más para conseguir liberar a su compatriota. Los convocantes de la concentración han asegurado que volverán a reunirse el viernes. La madre de la ejecutada ha pedido ayuda al Ejecutivo ceilandés para poder repatriar el cuerpo de su hija, pero el Gobierno de Sri Lanka ya ha manifestado que es imposible porque el cadáver ya ha sido enterrado en Arabia Saudí, según han informado medios locales.