Análisis

Un drama y dos actores

Los medios competentes, incluida la embajada norteamericana, nunca dudaron de que Mursi era el ganador

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Finalmente, y con cuatro días de retraso sobre lo previsto, la autoridad electoral competente ha anunciado este domingo que Mohamed Mursi, candidato del Partido de la Justicia y la Libertad, es el nuevo presidente de la República, con un 51% frente al 48% de su contrincante, el general Ahmed Shafik.

Aunque los medios competentes, incluida la embajada norteamericana, nunca dudaron de que Mursi era el ganador, la demora y los reclamos del equipo de campaña de Shafik, abrieron un vacío de dudas aparentes en un escenario crítico y profundamente alterado tras la sorprendente decisión del Tribunal Constitucional de invalidar la elección parlamentaria de marzo.

Así, con la Junta Militar recuperando las funciones legislativas (en ausencia de parlamento) y anunciando su voluntad de disolver si era preciso la Asamblea Constituyente, encargada de redactar la nueva Constitución, el marco social y político se degradó fuertemente, los militares fueron equiparados a golpistas no desinteresados y se dio por detenida, alterada o aplazada sine die la revolución.

La 'cocina' islamista

Los Hermanos Musulmanes (cuya marca electoral es el partido mencionado arriba) dieron prueba de nuevo de su cintura política, la disciplina de su organización y su sentido de la oportunidad (mero “oportunismo” para sus adversarios). Hicieron saber a los militares que serían tenidos por responsables de lo que pudiera ocurrir en caso de fraude y reordenaron por completo el tablado político y lo hicieron ver en la plaza Tahrir: negociaron un generoso acuerdo con liberales, laicos, centristas, neo-nasseristas y jóvenes revolucionarios en nombre de un deseo común: todos contra Shafik, candidato del mubarakismo saliente.

Al mismo tiempo, hicieron pedagogía social (todas las garantías para cristianos y seglares) y aceptaron que la crucial Asamblea Constituyente de cien miembros esté compuesta, por mitades iguales, por cincuenta islamistas y cincuenta laicos… ¿Hay quién dé mas? parecían preguntarse.

Pero tras aceptar inicialmente, solo inicialmente, la frívola disolución del parlamento en el que tenían la holgada mayoría, hicieron saber que, en cambio, no pasarían por el conjunto de las disposiciones añadidas a toda velocidad por los militares a su célebre “Declaración Constitucional del once de marzo” (de 2011) que alteraba a fondo su papel y los hacía pasar de árbitros y moderadores a dispensadores del poder. No pasaron ni 48 horas antes de que trascendiera que uniformados y Hermanos estaban negociando un acuerdo para salvar el proceso en su conjunto y seguir adelante.

La sombra de Washington

En ese marco fluido, tenso pero siempre pendiente del arreglo final entre los dos principales actores del drama, se anuncia la victoria de Mursi que llega, nótese, pocos días después de que el gobierno norteamericano difundiera una nota, vía Secretaría de Estado, expresando su profunda preocupación (que en el argot diplomático es una fórmula severa) por la tardanza en traspasar el poder a un gobierno civil.

El mensaje era éticamente irreprochable, pero implicaba tal vez que en un alarde de pragmatismo, Washington elegía islam moderado… De hecho, medios liberales incluidas las gentes de “Kifaya” (George Ishak) y “al-Ghad” el partido pro-americano oficial de Ayman Nur, el opositor oficial en los días de Bush, hacían saber en las redes sociales su sorpresa y su decepción por el apoyo que de hecho Washington da a los Hermanos, convertidos en un interlocutor indispensable y un factor de porvenir.

Ninguna sorpresa, en cambio, para humildes lectores de periódicos locales, que han anotado cómo desde hace un año largo, todo americano que se precie (incluidos pesos pesados como los senadores McCain o Kelly…) visitan al Guía de la Hermandad, Mohamed Badie, que, como dicen los castizos, no se mete en política. La perfectamente informada embajadora en El Cairo, Anne Patterson, nombrada en agosto del año pasado para seguir la tempestad, hace las presentaciones…