La página de Megaupload. / Archivo
LUCHA CONTRA LA PIRATERÍA

Nueva Zelanda envía a prisión al fundador de Megaupload

Kim Schmitz y otros tres directivos de la plataforma han sido encarcelados de forma preventiva

MADRID Actualizado: Guardar
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"No tenemos nada que ocultar", ha dicho el alemán Kim Schmitz mientras decenas de fotógrafos registraban su oronda imagen ante un tribunal neozelandés; el mismo que, minutos después, decretaba su ingreso en prisión de forma preventiva, al menos hasta la vista judicial del próximo lunes. Con estas palabras, el fundador Megaupload -cerrada anoche por el FBI- ha reprochado a su propio abogado que intentara de impedir la toma de imágenes y, también, parece haber querido dejar claro que poco tiene que esconder. Sin embargo, el futuro del multimillonario y los otros tres directivos encarcelados -dos de ellos alemanes y un holandés- no se antoja nada claro.

Según la fiscalía estadounidense, que tramita ahora las extradiciones de los cuatro acusados, la página de almacenamiento más famosa del planeta forma parte de una "organización delictiva responsable de una enorme red de piratería informática mundial" que ha causado daños a los derechos de autor por valor de al menos 500 millones de dólares (alrededor de 387 millones de euros). En este sentido, las autoridades estadounidenses calculan que, a través de este portal, que daba acceso a millones de archivos con y sin copyright, la empresa ha ingresado unos 135 millones de euros, tanto por publicidad como por los pagos que los 170 millones de usuarios 'Premium' realizaban mes a mes.

Sólo con estos números puede entenderse la vida, llena de lujos y excentricidades, que llevaba el enigmático alemán de 37 años, también conocido como Kim 'Dotcom' (en inglés significa punto com) por su pasado 'hacker'. Gran apasionado de las mujeres y los bólidos de carreras, durante el registro de su mansión, valorada en 23 millones de euros, la Policía neozelandesa ha confiscado 18 coches de lujo, entre ellos un Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé y un Cadillac rosa de 1959, y varios automóviles de la casa Mercedes. Además, los investigadores calculan que han decomisado bienes por valor de 3,7 millones de euros, a los que hay que sumar otros 6,2 millones de euros depositados en diversas cuentas abiertas en bancos de Nueva Zelanda. Y un dato más: Schmitz figura en la lista de los hombres más ricos del país.

Por tener, tenía hasta una habitación acorazada. Un detalle que, por cierto, se ha vuelto en su contra. Según ha explicado el inspector Grant Wormald, de la unidad de Crimen Financiero y Organizado de la Policía neozelandesa, el fundador de Megaupload "trató de encerrarse en su mansión activando una serie de mecanismos electrónicos" cuando llegó la Policía. "Una vez la Policía neutralizó los códigos, se parapetó dentro de una habitación acoradaza. Ha sido algo más complicado que llamar a la puerta", reconoce.

Junto a Schmitz, que contaba con permiso de residencia, permanecen en prisión los alemanes Mathias Ortmann (director de la compañía) y Finn Batato (director de la unidad de mercadotecnia), que figuran en el departamento de Inmigración como 'visitantes', y el holandés Bram van der Kolk (supervisor de programación), también con permiso de residencia. Otros tres directivos el alemán Sven Echternach, de 39 años, jefe de desarrollo de negocios; el eslovaco Julius Bencko, de 35, diseñador; y el estonio Andrus Nomm, de 32, responsable de la división de software, están en paradero desconocido y buscados por el FBI.

Y es que Nueva Zelanda no es el único escenario en el que se ha llevado a cabo una operación internacional. Capitaneado por Estados Unidos, el dispositivo policial que ha concluido con el cierre del portal de descargas también ha dado lugar a redadas y cierre de servidores en nueve naciones, entre ellas Holanda, Canadá y Hong Kong. No en vano, la sociedad fundada por Schmitz y Ortmann hace ya siete años está domiciliada en el país asiático.

Las reacciones

Las detenciones se producen apenas diez días después de que un tribunal de Virginia acusase a los directivos de la web de conspiración criminal, violación de los derechos de autor y blanqueo de dinero. A diferencia del intercambio de archivos a través de programas P2P como eMule, en el que dos usuarios intercambian lo que contienen en sus discos duros, Megaupload funcionaba como un espacio de almacenamiento en la nube, al igual que servicios como YouTube, iCloud, Dropbox o Google Docs. Un disco duro virtual en el que los usuarios dejaban todo tipo de archivos. Tan solo era necesario colgar un enlace hacia ese contenido para que ese archivo se pusiera a disposición de todos los internautas.

Por si fuera poco, el cierre de la página llega precisamente en medio del seísmo originado por la posible aprobación de la ley SOPA y la ley PIPA, con las que Estados Unidos pretende ganar la lucha contra la piratería en Internet. Una votación que, finalmente, el Senado va a retrasar tras las presiones recibidas por paginas como Google y Wikipedia.

Como es lógico, la operación policial no ha sentado nada bien en Internet. Frente a los usos más o menos 'ilicitos' que la gran mayoría de usuarios daba a la página, una gran parte de los internautas usaba el servicio para almacenar todo tipo de contenidos personales que, ahora, parecen estar en el limbo. Las asociaciones de consumidores aseguran que Megaupload también era "un repositorio de archivos que millones de usuarios utilizaban para almacenar y compartir archivos privados de manera absolutamente legal". A este respecto, la Asociación Española de Internautas asegura que han recibido más de 200 peticiones de información sobre los pasos a dar para recuperar los archivos, mientras su presidente, Víctor Domingo, habla de "Guantánamo virtual".

Los ataques de Anonymous

Las quejas también han llegado de parte la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Telecomunicaciones, Neelie Kroes, que horas después de que el FBI lanzara su operación contra la web Megaupload ha publicado en Twitter: "El exceso de velocidad es ilegal, pero no pones badenes en la autopista #SOPA".

Más a favor se ha mostrado la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos que considera que la actuación supone un paso más para erradicar la piratería en Internet. "No tengo ninguna duda de que, si se aplican con este rigor las leyes, se acaba con el problema. Es lo que ha ocurrido con otro tipo de problemas, por ejemplo con la vulneración de las normas de tráfico", ha indicado su director, José Manuel Tourné.

Y mientras la noticia daba la vuelta al mundo, el grupo internacional de 'hackers' Anonymous ha bloqueado varias páginas web. Entre ellas, las del Departamento de Justicia estadounidense y la de Universal Music. En España, la web de la SGAE también ha sido atacada de madrugada.