Las familias se aflojan el cinturón y ahorran un poco menos

Los hogares españoles se aflojaron un poco el cinturón en el segundo trimestre del año. Entre abril y junio, a pesar de que su renta disponible apenas aumentó el 1,2% respecto al mismo periodo de 2010, las familias elevaron su consumo el 3,6%, mientras destinaron al ahorro 24.056 millones de euros, 3.660 millones menos que un año antes y el 13,2% de su renta disponible.

Si se considera la evolución de un trimestre aislado, la tasa de ahorro baja de golpe 2,2 puntos. Pero si se toma en cuenta la evolución del último año -un análisis más representativo, sin distorsiones estacionales, porque los hogares siguen pautas de gasto diferentes en vacaciones de verano, las navidades o la etapa de la 'vuelta al cole'-, el recorte de los fondos destinados a la hucha se limita a medio punto, hasta quedar en el 12,8%.

El informe que cada trimestre divulga el Instituto Nacional de Estadística sobre el 'reparto' de la renta nacional, donde se detalle quién financia a quien, aporta una mala noticia y otra relativamente alentadora. Los menores impuestos y cotizaciones abonados por los contribuyentes dejaron en 40.551 millones la renta disponible de las administraciones públicas, un 6% menos.

Consecuencia de la crisis, las prestaciones pagadas apenas sufrieron un recorte del 0,9%. Agregados los dos primeros trimestres, las administraciones públicas ya acumulan una necesidad de financiación de 41.348 millones, equivalente al 7,7% del PIB generado en el periodo enero-junio.

Pero la necesidad de financiación de la economía española respecto al exterior se reduce. El resto del mundo solo aportó al conjunto de los sectores -familias, empresas, entidades financieras, administraciones públicas- una cifra neta de 6.570 millones de euros en el segundo trimestre, apenas el 2,4% del PIB correspondiente a ese periodo, cuando un año antes la proporción ascendía al 4,6%. Es la derivada menos negativa de la crisis: las empresas se esfuerzan por vender en el exterior, mientras que las importaciones se frenan. También mejoran las entradas de capital y las transferencias corrientes.

Más impuestos

Los presupuestos domésticos dispusieron entre abril y junio de unos ingresos de 181.818 millones de euros, una cifra superior en 2.213 millones a los percibidos en el mismo trimestre de un año antes. El aumento de rentas no procedió de los salarios -la remuneración bajó un 0,4%- ni tampoco del patrimonio familiar, porque el saldo cobrado por dividendos de las acciones o intereses de las cuentas corrientes sufrió un recorte del 4,5%. La ligera mejora de la renta familiar en un 1,2% respondió al mejor comportamiento de las rentas mixtas y los excedentes de explotación de este sector.

Con estos fondos, los hogares atendieron sus gastos de consumo, pagaron un 6,2% más de impuestos que un año antes y recibieron menos transferencias corrientes, las que financian su gasto cotidiano. La mala salud laboral de las familias hizo que pagaran un 0,3% menos de cotizaciones sociales y les llevó a percibir un 0,6% más en concepto de prestaciones. El ahorro atesorado, al que se sumaron 1.010 millones de rentas de capital percibidas, fue más que suficiente para cubrir los 14.801 millones de inversión doméstica, cifra que registra un desplome del 9,1% respecto al segundo trimestre del 2010. La vivienda, tradicional destino de la inversión familiar, está bajo mínimos. Por eso, el sector de las familias todavía acumuló una capacidad de financiación al resto del sistema de 10.265 millones, equivalente al 3,7% del PIB trimestral.

El Instituto Nacional de Estadística, que proporciona estos datos, explica que, para el conjunto del primer semestre del año, la capacidad de financiación de los hogares se limita a 8.946 millones de euros, porque el periodo enero-marzo se saldó con 'números rojos'. Por añadidura, el cambio de la base 2000 a la nueva 2008 elevó la necesidad doméstica de financiación en el arranque del año.

Las empresas no financieras han salido del segundo trimestre en mucho mejor posición, con avance del 24,3% de su renta disponible, consecuencia de sus mejores resultados de explotación y del pago de un menor importe en el impuesto de sociedades. Además de financiar 34.737 millones de inversión, aún les restaban 8.848 millones de capacidad de financiación al concluir junio, y 5.072 millones una vez restadas las necesidades del primer trimestre. Por otra parte, y como consecuencia de los esfuerzos de saneamiento y capitalización, el sector de las instituciones financieras cerró la primera mitad del año con una capacidad de financiación de apenas 4.860 millones de euros, por debajo del 1% del Producto Interior Bruto.