Un discurso sin sorpresas

Las expectativas con las que se esperaba el discurso de investidura de Alberto Fabra han terminado como se preveía: con la satisfacción del PP, al ver que mantiene el proyecto elaborado por su antecesor, Francisco Camps, y la decepción de la oposición precisamente por esos mismos motivos.

Desde que Camps renunció al cargo el pasado miércoles tras su procesamiento en la "causa de los trajes" del caso Gürtel, y se conoció que su sucesor sería Fabra, la oposición vio en el alcalde de Castellón la oportunidad para abrir una nueva etapa de mayor transparencia y regeneración democrática. Sin embargo, su discurso de investidura ha sido una defensa, no solo personal de la valentía, honradez y honorabilidad de Francisco Camps, sino también de su proyecto político "plenamente vigente" y que, según ha dicho, "tiene una dirección fijada" que se ha comprometido a mantener.

Fabra, quien llegaba esta mañana a Les Corts acompañado por el propio Camps y por otros cargos del partido, se ha referido hasta en tres ocasiones a su antecesor en la cerca de media hora que ha durado su discurso, en el que ha sido interrumpido en una decena de ocasiones por los aplausos de sus compañeros de grupo. Ha manifestado toda su "admiración y respeto" por Camps, algo que no ha sentado muy bien en las filas de la oposición, desde la que el portavoz socialista, Jorge Alarte, le ha pedido que "cambie de época y sea valiente" y que hable "como futuro president de la Generalitat, y no como mal defensor de Camps en Les Corts".

La corbata verde

Fabra ha ofrecido una y otra vez a los socialistas su "mano tendida" y la de su grupo parlamentario para lograr acuerdos que permitan a los valencianos confiar de nuevo en sus instituciones y ha echado en falta algún gesto por parte de líder del PSPV-PSOE. El único que ha recibido, aunque involuntario, a su juicio, ha sido la corbata verde que vestía hoy Jorge Alarte y que, según le ha recordado el todavía alcalde de Castellón, es el color de su ciudad.

El candidato a la Presidencia de la Generalitat ha compartido el protagonismo de la jornada con su antecesor, cuya presencia era una incógnita hasta esta misma mañana, en la que ha decidido asistir al debate y ocupar, como despedida, su escaño de los últimos ocho años. Camps ha abandonado el hemiciclo una vez finalizado el discurso de quien le sustituirá en el cargo, y no tiene previsto volver hasta que se produzca la votación de Fabra como president, prevista para última hora de la tarde.

Desde la tribuna de invitados han seguido el debate numerosos representantes de las instituciones autonómicas y del mundo empresarial y la sociedad civil valenciana, además de otros cargos políticos, entre los que se encontraba el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons.

El mismo discurso

En los pasillos de Les Corts, Compromís y EU coincidían en criticar las similitudes entre el discurso de Fabra y el que Camps pronunció hace apenas un mes y medio, así como la ausencia en la intervención del candidato de las promesas que ha ido anunciado en los últimos días.

Mónica Oltra (Compromís) ha denunciado que la intervención de Fabra ha contado "con pasajes calcados" del discurso de investidura que pronunció hace un mes y medio Camps y ha criticado que no haya hecho alusión a las promesas de los últimos días.

La portavoz de EU, Marga Sanz, ha afirmado que Fabra "ha sido incapaz de romper en su discurso" con Camps, con quien, en su opinión, mantiene las "mismas políticas y formas", y ha lamentado que haya "echado por tierra esa esperanza con la que ha ido vendiendo su propia imagen".