elecciones en portugal

El centro-derecha aspira a derrrotar al socialista Sócrates

Los sondeos pronostican una victoria del opositor Partido Social Demócrata frente al actual primer ministro en los comicios del domingo

LISBOA Actualizado: Guardar
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El centro-derecha portugués ha cerrado la campaña para las elecciones del domingo seguro de cumplir los pronósticos de las encuestas y arrebatar el poder a los socialistas, que aún confían en dar una sorpresa en las urnas. Los últimos sondeos difundidos ampliaron la diferencia de intenciones de voto a favor del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), que obtiene entre un 36,5 y un 37,4% de apoyo frente a un 29,2 a 31,1 del Partido Socialista (PS), que gobierna desde 2005.

El primer ministro José Sócrates ha apelado de forma vehemente a los socialistas indecisos y a los votantes de izquierda para que le den su apoyo en un momento "muy grave" para Portugal, que se vio obligado a recurrir el mes pasado a un rescate financiero internacional para evitar la bancarrota.

Sócrates ha defendido en su mitin de cierre de campaña la preocupación por el Estado social, la "gobernación moderada" y la concertación política que encarna su partido y se ha quejado de la campaña de ataques personales del PSD y de la izquierda marxista. El primer ministro en funciones dimitió en marzo pasado tras perder el respaldo del PSD a sus medidas de austeridad económica y tuvo que pedir, dos semanas después, el rescate financiero de Portugal, que había intentado evitar a toda costa.

Pero su gran rival conservador, Pedro Passos Coelho, que asumió la presidencia del PSD el año pasado y está por primera vez en la arena electoral, cerró las dos semanas de campaña con un discurso de tono triunfal en el que ha abogado por tener "el Estado que se pueda pagar". Los dos lideres políticos, acompañados por figuras de sus respectivos partidos y miles de seguidores, desfilaron por el céntrico barrio lisboeta del Chiado con apenas una hora de diferencia.

Recortar el gaso

Coelho lanzó su última arenga antes de las votaciones en una plaza del Chiado, rodeado también de varias figuras de la socialdemocracia. El dirigente de la oposición y criticó el gasto, la deuda y las pérdidas del sector público durante los casi seis años de gestión socialista.

Passos Coelho, de 46 años, advirtió de que vienen "tiempos difíciles", anunció que recortará el gasto inútil y la "grasa" de la Administración y subrayó que esta no es una cuestión "de ser de derecha o de izquierda" sino de "tener el Estado que se pueda pagar". "Tendremos que encontrar la manera de que quienes más necesiten tengan lo mínimo imprescindible", agregó al defender la creación de riqueza para redistribuirla mejor.

La tercera fuerza electoral lusa, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP, democratacristiano), que puede tener en sus manos la llave del próximo Gobierno, se despidió de la campaña dispuesta a sumarse al PSD para formar un Ejecutivo estable.