Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
mercados | madrid

El Ibex sobrevive a Portugal, Trichet y al terremoto

El selectivo cierra la sesión con un mínimo avance del 0,04%, hasta los 10.849,10 puntos

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Ibex-35 salvó en tablas una sesión muy volátil. La sesión comenzó levemente al alza para el Ibex, aunque entraba en números rojos, para marcar a las diez de la mañana sus mínimos intradiarios en los 10.779 puntos. A partir de ahí, el indicador fue recuperando poco a poco posiciones, animado, en parte, por la buena subasta de deuda española. El Tesoro adjudicó 4.130 millones de euros en bonos a tres años, ligeramente por debajo del objetivo máximo, que se situaba en los 4.500 millones de euros, y un tipo marginal del 3,601%, interés similar al de la subasta previa de este tipo de deuda.

La subasta tenía lugar un día después de que el primer ministro portugués, José Sócrates, anunciara que ha pedido el rescate a la Unión Europea. En realidad no fue ninguna sorpresa, sobre todo después de que los bancos lusos se negaran a comprar deuda pública del país. De hecho, las cotizaciones de las entidades financieras del país celebraron el rescate. Dieron la bienvenida al Fondo Monetario y a las huestes de la Comisión Europea, que forzarán férreos ajustes. Así, BPI se disparó más de un 5%, mientras que el Banco Espirito Santo y el Banco Comercial Portugués ganaron más de un 4%.

El Ibex fue recuperando posiciones gracias, también, a la buena marcha de las cotizaciones de las entidades financieras, algo que se mantuvo hasta el final de la sesión. Al cierre, destacaba Bankinter, con una revalorización de un 4,30%. Santander y el Popular cerraron con avances de un 1,71% y de un 1,50%, respectivamente. BBVA y el Sabadell, por su parte, ganaron alrededor de un 0,25%.

La banca española se vio favorecida porque la prima de riesgo de la deuda española no se movió, ni se inmutó por la presión que venía de Portugal. Parece que la lusa es la última pieza de este perverso dominó: no es lo suficientemente alta como para comenzar a tumbar a España. Pero los analistas advierten que el Gobierno, lejos de adoptar una postura complaciente, debe continuar haciendo reformas, sobre todo en materia laboral y, en cuanto a la deuda, debería adoptar una actitud vigilante respecto a las finanzas de las Comunidades autónomas. Al cierre de la sesión, la prima de riesgo de la deuda española se mantenía en el entorno del 1,80%.

Miguel Ángel Rodríguez, analista de XTB, explicaba: "Hay probabilidades de que los mercados la vuelvan a tomar con España. Tenemos que prepararnos para una batería de ataques a medio plazo".

Subida de tipos

Aunque también estaba descontado que el Banco Central Europeo decidiría, como de hecho hizo, subir los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 1,25%, por primera vez en casi tres años, los mercados parecían expectantes ante las declaraciones que realizaría el presidente de la autoridad monetaria europea durante la rueda de prensa. Por eso, se pudo percibir algo de volatilidad. Tras comunicar la decisión, el Ibex subió de los 10.870 puntos hasta superar los 10.920 puntos. Pero algo pasó a las tres de la tarde, que el selectivo cayó de repente de nuevo hasta esos 10.870 puntos.

Posiblemente, porque el mercado teme más subidas de tipos a corto plazo. El Banco Central Europeo no ha tomado una decisión sobre si ha comenzado una progresiva normalización de la política monetaria, pero los analistas comienzan a pensar que así es. "Hace unos días se pensaba que ésta iba a ser una subida de tipos aisladas, pero ahora no está tan claro. Quizá no haya un nuevo incremento del precio del dinero en mayo, pero sí en junio", comenta Jesús de Blas, de Crédit Agricole-Mercagentes. También José Luis Martínez Campuzano, de Citi, considera que puede haber más subidas de tipos antes del verano. Y también cree que el próximo movimiento podría tener lugar en junio. Según Rodríguez, el BCE sabe que una subida de tipos no ayuda a los países con deuda y ésa ha sido la razón por la que Trichet no se ha comprometido a nada.

Desde Schroders aseguran que, por el temor a que el euro se aprecie con demasiada fuerza, el BCE estará probablemente forzado a esperar a que el Banco de Inglaterra y la Fed comiencen a subir tipos antes de que pueda seguir progresando en la normalización de la política monetaria. Desde esta firma no esperan que el Banco de Inglaterra cambie su postura hasta el final del verano y la Fed hasta final de año.

En el mercado de divisas, el euro sufrió una cierta volatilidad pero en ningún momento se separó demasiado de 1,43 dólares.

Pendientes de un acuerdo en EEUU

Pero, tras ese traspié, el Ibex volvió a retomar la senda alcista. No en vano, por la mañana se había publicado un buen dato industrial de Alemania, las primas de riesgo estaban controladas y la Bolsa americana comenzaba la jornada sin rumbo fijo, poco alentado por unas cifras de paro semanal más menos en línea con lo esperado. Posiblemente, por la parálisis en la que puede caer el Gobierno americano en caso de que republicanos y demócratas no se pongan de acuerdo respecto a los recortes presupuestarios. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no da nada por perdido, tiene una clara voluntad de negociación. Y tiene muchos incentivos para seguir adelante, dado que en pocos días el país llega a su techo de deuda. Pero la experiencia pasada le dice que no ceder ante los republicanos da mucho rédito electoral: a Bill Clinton le pasó lo mismo a mediados de los noventa, no cedió, el Gobierno entró en parálisis, se lo contó a los ciudadanos, incidiendo en esa faceta que tanto les gusta de presidente inquebrantable, y en las siguientes elecciones, barrió.

Parecía que lo que restaba de sesión, las dos horas que quedaban de negociación, iban a ser tranquilas, pero nada más lejos de la realidad. Un nuevo terremoto en Japón de 7,4 grados y la subsiguiente amenaza de tsunami tambaleó los gráficos de los índices por toda Europa y también en Estados Unidos. El Ibex-35 cayó de los 10.930 puntos hasta los 10.850 en el momento en que se conoció la noticia del terremoto, recuperó niveles, pero se inició otra etapa de fuerte volatilidad que terminó con el Ibex en tablas.

El PSI-20 de Lisboa lideró los ascensos, con una subida del 1,18%. Pero el resto de los indicadores terminaron la jornada con pérdidas. El Dax alemán, el Cac 40 francés y el Ftse 100 británico retrocedieron alrededor de medio punto porcentual, mientras que el Ftse Mib de Milán se dejaron algo menos de un 0,4%.

En el Ibex, en el lado positivo quedaron los bancos, pero pocos valores más. Por ejemplo, Sacyr Vallehermoso y Amadeus, con revalorizaciones de más de un 2%. También, FCC o Abertis, que ganaron un 1,23% y un 0,95%, respectivamente. BME, Mapfre y Gas Natural completaron la lista de valores en verde.

En el otro lado de la tabla se situó Gamesa, el valor que más sufrió, con un descenso del 4,45%, después de que UBS recortara su recomendación de "neutral" a "vender". La compañía no pudo recoger el fruto de que Barack Obama utilizara una de sus plantas en Estados Unidos para apoyar la energía verde.

Descensos importantes para ArcelorMittal, que retrocedió un 1,80%, mientras que Repsol YPF y Telecinco se dejaron alrededor de un 1,6%. Técnicas Reunidas, ACS, Inditex y OHL también se dejaron algo más de un punto porcentual.

En el mercado de materias primas, el barril de Brent, de referencia en Europa, subió por encima de los 122 dólares, mientras que el barril de West Texas, de referencia en EE.UU., superaba los 109 dólares. La onza de oro, por su parte, superaba los 1.456 dólares. Y también la plata avanzaba posiciones.