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Benítez-Inter de Milán, un divorcio «inevitable»

El club 'neroazzurro' anuncia la rescisión "consensuada" del contrato del técnico español seis meses después de su llegada a Italia

MADRID Actualizado: Guardar
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Seis meses, dos trofeos, mucha tergiversación y demasiadas lesiones. El matrimonio entre el Inter de Milán y Rafa Benítez no ha durado todo lo que ambos esperaban después de que este jueves el conjunto italiano confirmara la resolución "consensuada" del contrato que vinculaba desde el pasado verano al entrenador español con la entidad italiana. El técnico ha logrado dos de los tres títulos que ha disputado con el club 'neroazzurro' pero el último, el Mundial de Clubes conquistado el pasado fin de semana en Abu Dhabi, se producía cuando la relación estaba más tensa que nunca. Ni esa victoria ante el Mazembe congoleño calmó los ánimos de Massimo Moratti, máximo mandatario del conjunto italiano.

El presidente y el entrenador español son incompatibles. Tienen ideas distintas y quieren cosas diferentes. No tienen 'feeling', esa palabra tan de moda en nuestro fútbol en los tiempos que corren. Además el presidente italiano no era el único que no 'tragaba' con Benítez. Algunos jugadores como Materazzi, Zanetti, Stankovic o Cambiasso han mostrado su enfado con el técnico madrileño durante varias ocasiones en la presente temporada. Que el vestuario nunca ha estado con Benítez lo demuestra además el hecho de que en el club creen que los títulos logrados por éste no han sido mérito suyo.

Las críticas vertidas el pasado sábado al término de la final ante el Mazembe, donde pedía confianza total y fichajes para continuar en el equipo, entre otras cosas, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Moratti. "Las palabras de Benítez son inadecuadas, no es el momento. No quiero hablar de él", dijo el mandatario. El intercambio de declaraciones fue interpretado por los medios italianos como el enésimo desencuentro entre ambos. La relación estaba más que rota.

La derrota en la Supercopa de Europa: Primer punto de inflexión

Pero este tira y afloja comenzó al poco de que el ex del Liverpool aterrizara en Milán ya que fue con la derrota en la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid, cuando el idilio entre ambos comenzó a resquebrajarse. Duro golpe para la Directiva interista ya que tenían todas las esperanzas puestas en lograr los seis títulos del curso. Las señales que mostraba el vestuario en relación a Benítez no eran tales como las que Moratti pudo comprobar con José Mourinho. El español es un mal gestor de grupos. Ya le pasó en Valencia, cuando en 2004 y tras lograr doblete de Liga y Copa de la UEFA, se fue por la puerta de atrás. Lo mismo sucedió en Liverpool donde tras un comienzo triunfal y varios años de éxitos, su mala relación con los dueños y rectores de los 'reds' comenzaron a generar dudas sobre su continuidad, hasta anunciarse su llegada al Inter de Milán el pasado verano.

Tras esa primera 'tormenta' en Mónaco el conjunto 'neroazzurro' parecía remontar el vuelo. Cinco puntos sobre el Milan, actual líder de la Sere A, y algunos resultados alentadores como la visita a Palermo o los encuentros en casa ante el Bari y Werder Bremen en Liga de Campeones, hicieron percibir a la hinchada interista una sensación de esperanza. Pero todo volvió a torcerse. Las lesiones de Milito, Maicon, Samuel, Motta, Julio César, Muntari, Mariga o Materazzi pusieron el grito en el cielo del entrenador español. Estas desgracias, unidas a las derrotas en Liga de Campeones ante Tottenham y Werder Bremen, lograron poner nervioso a Moratti. Pese a estar clasificados para los octavos de final de la máxima competición europea, Benítez estaba en la cuerda floja. Más aún cuando en la clasificación del Calcio, el actual campeón de Europa, ocupa hoy en día la séptima posición y está distanciado del Milan en 13 puntos (con dos partidos menos).

Acostumbrados a ganar de la mano de Mourinho

La perspectiva del Mundial de Clubes de Benítez había salvado en un par de semanas su destitución con el fin de evitar cambios repentinos en la víspera de una cita crucial. Todo apunta a que Moratti lo tenía decidido de hace tiempo. El Inter se había acostumbrado a ganar de la mano de Mourinho y Benítez estaba manchando en parte esa situación, máxime cuando mantiene el bloque de la temporada pasada, a pesar de las lesiones. Ya había superado con creces las derrotas de su predecesor en todo el curso anterior. "La ruptura con Benítez era algo inevitable", así de rotundo se manifestaba Moratti tras conocerse públicamente la noticia de la destitución del español.

Aunque aún no hay cifras oficiales, ambas partes han llegado, según los medios italianos, a un acuerdo económico cercano a los tres millones de euros para propiciar la salida anticipada del entrenador, su contrato expiraba en 2012. Las mismas fuentes sitúan al brasileño Leonardo, ex entrenador del Milán, como posible sustituto en el banquillo del Inter. Por su parte el mercado se abre para un Benítez que apunta a varios clubes, sobre todo ingleses.