Una multitud despide el paso del cortejo fúnebre de Kirchner

Bajo una lluvia persistente, una multitud ha saludado con cánticos y aplausos el paso del cortejo fúnebre que lleva los restos del ex presidente argentino Néstor Kirchner al aeroparque de Buenos Aires, para su traslado a Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, donde será enterrado en una ceremonia íntima. El vehículo apenas podía avanzar en los primeros tramos, rodeado como estaba por simpatizantes con sus paraguas.

Una vez concluido el velatorio, la comitiva fúnebre recorrió cinco kilómetros por emblemáticas avenidas porteñas, como 9 de Julio y Libertador, hasta llegar a Aeroparque, el aeropuerto de vuelos domésticos de la capital, a orillas del Río de la Plata. Durante el trayecto, el ruido de las sirenas se mezcló con aplausos, gritos ahogados e incesantes cánticos peronistas. La viuda de Kirchner, la presidenta Cristina Fernández, encabezó la caravana que acompañó al coche fúnebre y que se prolongó durante poco más de una hora en la que apenas cesó de lloviznar.

Ha sido el corolario de un velatorio que se prolongó durante 26 horas ininterrumpidas en la Casa Rosada. Allí la presidenta y viuda, sus hijos y otros familiares, recibieron a los presidentes sudamericanos que llegaron para expresar su apoyo y también a decenas de miles de personas que desfilaron por la capilla ardiente. La ministra de Asuntos Exteriores de España, Trinidad Jiménez, y el ex presidente Felipe González, han acudido a la capilla ardiente para apoyar a los Kirchner. González ha abrazado largamente a la viuda y actual mandataria. Entretanto, el público seguía pasando ante el féretro y expresándole su apoyo.

La mandataria se ha emocionado cuando un productor del campo le expresó su admiración por Kirchner. Con él, dijo, "nunca más tuvimos que rematar una hectárea y nos preparamos para levantarla mayor cosecha". Cristina lo abrazó y lloró. El choque de ella con las organizaciones rurales erosionó fuertemente su gestión en 2008. También se conmovió al ver a cinco mozos del servicio de la unidad presidencial de la Casa Rosada con sus uniformes, uno de ellos, el más veterano, llorando con gran congoja, y lo mismo se quebró al irrumpir un payador con su guitarra.

Regreso a Ríos Gallegos

Cientos de argentinos han recibido al avión con los restos mortales del ex dirigente a su llegada al aeropuerto de Río Gallegos, su ciudad natal, ubicada en la provincia de Santa Cruz (sur), donde será enterrado en las próximas horas en un ceremonia íntima. El TC-55 de las Fuerzas Armadas Argentinas ha aterrizado en el aeródromo alrededor de las 17.00 horas de la tarde (23.00 horas de la noche en la España peninsular), donde fue recibido por centenares de vecinos de la localidad que esperaban su llegada agolpados tras unas vallas.

La presidenta abandonó el avión acompañada por su hijo Máximo, junto al que esperó el descenso del féretro, cubierto por una bandera nacional. Una vez finalizado el desembarque una banda marcial entonó la marcha fúnebre, al ritmo de la cual comenzó a marchar la comitiva en dirección al cementerio municipal.

Desde que el avión despegara de Buenos Aires, cientos de personas han salido a las calles de Río Gallegos para acompañar al cortejo fúnebre, en un gesto más de apoyo a Fernández de Kirchner por parte de la ciudadanía. Este afecto popular se evidencia en los crespones negros que lucen los vehículos de la ciudad y en el cierre de comercios en señal de duelo. Los medios locales han apuntado incluso un desabastecimiento de las tres floristerías de Río Gallegos, cuyos propietarios han tenido que acudir a otras ciudades cercanas para comprar más plantas, ya que gran parte de los vecinos se han dirigido al cementerio con ramos para dar allí su último adiós a Kirchner.