Tribuna

CÁDIZ REIVINDICA: EL PUENTE NO SE PUEDE PARAR

ALCALDESA DE CÁDIZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los gaditanos tenemos que hacernos oír: Las obras del segundo puente no se pueden retrasar. Mucho menos parar. Desde hace varias semanas asistimos a un continuo desfile de declaraciones públicas de responsables políticos del PSOE sobre el futuro del segundo puente, la obra más emblemática para el futuro de la ciudad de Cádiz y la Bahía. Una obra que, aún desconocemos si se va a ver afectada por la reprogramación que va a efectuar el Ministerio de Fomento de todas las obras públicas en España a cuenta de la crisis, pero que insisto, no se puede retrasar.

La sociedad gaditana, Cádiz, no se puede permitir que el segundo puente sufra un frenazo. Durante muchos años toda la sociedad gaditana hemos luchado por él. Es una obra muy trascendente, esperada y necesitada por todos los gaditanos y ciudadanos de la bahía como para que ahora sea cabeza de turco de la repercusión de la crisis económica pésimamente gestionada por Zapatero. No hace falta recordar que este equipo de Gobierno, con el apoyo de los gaditanos, sacó del ostracismo este proyecto que hoy es símbolo de modernidad y futuro.

Cuando llegamos al Gobierno de esta ciudad rescatamos el proyecto del segundo puente y en 1997 presentamos la maqueta. Sólo dos años después, en 1999, conseguimos con el apoyo de los gaditanos en las urnas que con el Gobierno Central del Partido Popular adjudicáramos la elaboración de un proyecto que desde el primer momento entendíamos como fundamental para la ciudad.

Este trabajo, esfuerzo y lucha de tantos años no se puede ver truncado ahora. Mejor dicho, y menos ahora. Porque esta gran infraestructura encara su recta final y no es admisible que no pueda seguir adelante por el peso de una crisis económica cuyos efectos pueden traducirse en una incierta y aún no desvelada posibilidad de paralización o retraso de esta obra vital.

Los gaditanos esperamos que no se produzca atraso alguno. Sería una decisión insolidaria, inmerecida y gravosa para el cerca del millón de gaditanos que vivimos en Cádiz y su Bahía. Sería aplazar el necesario desarrollo del tejido económico y social de la zona; la evolución de otras actuaciones de mejoras que estamos realizando en la ciudad de Cádiz; sería no disponer de esta infraestructura vital en el 2012 y, sobre todo, sería acabar con las ilusiones y aspiraciones de los gaditanos. Una ilusión real, nunca virtual, que se ha consolidado a medida que avanzaba su construcción. El Gobierno socialista de Zapatero ha empezado a repartir los desastres de su gestión económica. Parte de ella nos tocará asumirla a los gaditanos aunque Cádiz no tenga la culpa. Este equipo de Gobierno y los gaditanos somos buenos fajadores. Estamos curtidos en muchas batallas pero no podemos correr el peligro de que el segundo puente se ralentice, o se pare. una alteración podría suponer una herida injustificada que ni Cádiz ni los gaditanos nos merecemos.

Como tampoco nos merecemos la ambigüedad a la que está jugando el PSOE con los mensajes contradictorios que en las últimas semanas han estado lanzando sobre el futuro inmediato de esta obra. Esos juegos de malabarismos económicos se los podrían haber ahorrado los señores socialistas de haber aplicado a tiempo una política socioeconómica seria, responsable y realista. Esta ausencia de gestión económica se ha saldado con un déficit galopante que asfixia a los Ayuntamientos, congela las pensiones, reduce salarios, abarata los despidos y, ahora también, pone en jaque el desarrollo de las ciudades.

La repercusión que tendría el frenazo en una obra tan visible y tan importante social y económicamente sería irrecuperable. El tiempo que se tarde en ejecutar una infraestructura necesaria es irrecuperable para una sociedad. Una sociedad como la gaditana o cualquier otra no puede avanzar o retroceder al arbitrio de errores y tropiezos de la incapacidad de un Gobierno.

El segundo puente de acceso a Cádiz es un instrumento de futuro que transformará la imagen de crisis industrial que nos ha acompañado en los últimos años por un símbolo de modernidad que tanto necesitamos. Por eso no puede sufrir ni recorte ni ajuste en su presupuesto. Después de tantos años, no hay demora justificable para el segundo puente.

Los gaditanos no lo merecemos. Los gaditanos, no nos vamos a resignar.