Cuando las obras son las buenas razones

Las obras pueden ser empleadas como excusa para otros objetivos. Dar trabajo a un grupo de desempleados, contentar a unos votantes antes de unos comicios y, según han denunciado Autonomía Obrera y CGT, tener una excusa para cerrar camas durante el verano. Ambas centrales sindicales han hecho público el número de camas que cerrarán este verano a resultas del plan de vacaciones de la Junta de Andalucía, en el que incluyen tanto las que cerrarán en el Puerta del Mar de Cádiz como en el de San Carlos de San Fernando. Y en sus valoración no han escatimado en adjetivaciones contra la Consejería de Salud, a la que acusa, entre otras cosas, de querer «encubrir» la realidad.

Las cifras facilitadas por estas centrales se refieren al periodo comprendido entre el 1 de julio y el 15 de octubre y se pueden ver en la tabla que está justo a la izquierda. En un rápido análisis llama la atención que la UCI pierde desde el día 15 de este mes y hasta octubre, ocho camas (justificadas por el descenso en la actividad quirúrgica). El mes que registra un mayor descenso en las camas disponibles es el de agosto, con 142 camas menos. En los mismos datos facilitados por los sindicatos se indica que desde el inicio de este mes y hasta que acabe el próximo, el hospital de San Carlos contará con 22 camas menos.

Tanto Autonomía Obrera como CGT, a tenor de estas cifras, valoran que pese a la «campaña de propaganda y autobombo que ha desplegado el SAS, nuestros hospitales públicos seguirán cerrando camas este verano en cifras muy similares a las que ya tuvieron lugar en años anteriores».

La valoración de los representantes de los sindicatos hace referencia a la presentación del Plan de Vacaciones por el mismo delegado de Salud, Manuel Herrera, en el que indicaba que este año se cerrarían menos camas en los hospitales provinciales y se contrataría a más personal. A la Delegación le reprochan que haya evitado «por todos los medios posibles» hablar del cierre de camas. Con cierta sorna, los sindicalistas agradecen a la Delegación que no haya recurrido a la «famosa y absurda explicación» del «descenso de la actividad asistencial» y a que «los pacientes no quieren operarse en verano».

Desconfianza de las obras

Es en este punto, descartadas las razones de años anteriores para el cierre (o «reserva») de camas, donde nace la indignación de Autonomía Obrera y CGT. Para empezar, subrayan que «se nos quiere vender a todos los sindicatos y organizaciones sociales que este año no se cierran camas de forma intencionada, sino que quedan inoperativas por las obras del hospital». ¿Por qué desconfían entonces? Porque creen que el efecto es realmente la causa; es decir, que las obras «se han ideado y programado intencionadamente para justificar unos cierres que, de forma ineludible, tenían que emprender este verano».

Al igual que han dado a conocer la cifra de camas cerradas, también han indicado las obras programadas para los hospitales Puerta del Mar y San Carlos. Éstas serán de tres meses en las áreas de UCI y Traumatología, de dos meses en Neurología y Cirugía Cardiaca , de dos meses y medio en Urología y Tocoginecología y de un mes en infecciosos.

A tenor de estos datos reflexionan que la mayoría de unidades que este verano van a estar cerradas «ya lo estuvieron en años anteriores». En este aspecto, comparan las unidades cerradas este año (Urología, Infecciosos, Traumatología, Tocoginecología y UCI) con las del pasado. Son las mismas.

En el mismo sentido, se preguntan por qué se cierran unidades por obras que «ya han sido objeto de diversas obras en veranos pasados». «¿Por qué no se acometieron de una vez todas las presuntas (sic) mejoras que se precisaban y evitar así el cierre reiterado de una misma unidad año tras año?», se cuestionan los sindicalistas. En este aspecto subrayan el caso del antiguo hospital de San Carlos en el que, según sus datos, se cerrará una planta de 22 camas «para reformar la instalación de gases medicinales» pese a que ya se reformó hace dos años.

El tercer pilar de su crítica a las obras que se van a realizar en los centros se refiere a «desmesurada duración de los periodos de cierre en relación a la envergadura de las obras». Como ejemplo, resaltan que en cambiar ventanas y taquillas del área de Urología y Otorrino, así como en remozar los aseos, se invertirán tres meses, «cuando la obra podría estar finalizada en un mes».

Como conclusión, Autonomía Obrera y CGT afirman que «la estrategia de los cierres de camas para contener el gasto sigue siendo una incuestionable realidad» y machacan con que «no hay ningún cambio respecto a años anteriores». En un tono más duro, afirma que «el discurso alternativo meticulosamente preparado por el SAS no es más que una manifiesta cortina de humo» para «compensar el fuerte desgaste sufrido por la Junta por sus fuertes recortes en política sanitaria».

La respuesta de la Junta

La Consejería de Salud se ha mostrado en desacuerdo con la lectura catastrofista que hacen los sindicatos Autonomía Obrera y CGT del cierre de camas este verano. Además de subrayar que la cobertura médica «está garantizada», ha recordado que se ha hecho un esfuerzo este año respecto a los pasados por aumentar el número de camas abiertas y que se ha contratado a 880 personas más en la provincia que en 2016. Además, incide en la apertura por la tarde los centros de especialidades como Vargas Ponce, La Longuera y Virgen del Carmen.

Mejor que en años anteriores

No todas las valoraciones al cierre de camas han sido tan vehementes como las de Autonomía Obrera. Marea Blanca ha reconocido que se ha avanzado respecto a años anteriores aunque «no estamos todo lo satisfechos que desearíamos porque se van a cerrar demasiadas camas; hemos conseguido parar la avalancha, pero no es suficiente».

Pese a que remiten a una reunión que mantendrán el próximo martes para aclarar su postura, sí adelantan que no les ha parecido correcto que el plan de apertura de centros de salud por la tarde no venga acompañado de un refuerzo de las plantillas. «Se está sobrecargando a los trabajadores, que tienen que asumir el de los compañeros que se han marchado de vacaciones», resumía el portavoz de la plataforma, Antonio Vergara.

Por su parte, desde Izquierda Unida, lamentan que el problema del verano «se arrastra durante todo el año», en palabras de la parlamentaria Inmacualda Nieto, que hace hincapié en que «ya se está durante el curso normal bajo mínimos». Para Nieto, el caso de Cádiz «es similar al de la provincia de Málaga, los dos lugares donde peor se ponen las cosas en verano a consecuencia de que el cierre de camas y la reducción de servicios vienen acompañados de un incremento notable de la población».

Nieto reconoce que este año el cierre de camas ha sido inferior y admite que es «comprensible» que se reduzca la actividad en estos meses, «pero no lo es la reducción de la atención primaria, que podría evitar que los ciudadanos tengan que acudir a Urgencias». En este sentido, alertó de que la reducción de los servicios de enfermería provoca que muchas personas mayores no puedan ser atendidas durante el fin de semana en sus domicilios «y que el lunes presenten deshidratación».