opinión

La capital, en Cádiz

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Como si no tuviéramos bastante con la locura independentista del gobierno catalán, resulta que a Artur Mas, Oriol Junquera y a algunos destacados miembros del Partido Socialista les ha salido un aprendiz en Andalucía, un alumno ávido por ocupar tantas portadas como sus colegas del nordeste español. El parlamentario Sánchez Gordillo, miembro de uno de los partidos que gobierna en coalición esta sufrida tierra nuestra, acaba de reclamar un proceso constituyente que desemboque en la independencia de Andalucía. Entre las perlas aducidas para nuestra futura salida del Estado Español está la de que Andalucía no es España. Porque según el carismático líder que, sin duda, debe aspirar a liderar el nuevo estado independiente, a los andaluces nos han engañado durante años despojándonos de nuestra identidad, heredera directa de Al-Andalus. No debe estar muy al tanto el Sr. Sánchez Gordillo de la historia de Cádiz, por lo que le sugerimos se de una vuelta esta semana por FITUR o, en todo caso, visite la Casa del Obispo o el antiguo Teatro Cómico. Así podrá enterarse que todo gaditano tiene un tatarabuelo fenicio que duerme el sueño de los justos, bajo el laberinto de las calles de Cádiz, desde mucho antes de que España entera fuese Al-Andalus. Puestos a independizarse, seamos inteligentes. Al fin y al cabo Al-Andalus llegó hasta los Pirineos y sería problemático independizarnos solo de la cornisa cantábrica. Además no vaya a ser que Zaragoza reclame la capitalidad del nuevo estado. Yo creo que la propuesta del líder de la izquierda andaluza de ese futuro fuera de España y de la Unión Europea, unidos al resto de las regiones mediterráneas, verbigracia, la riviera francesa, Mónaco, Sicilia, el Peloponeso, Líbano o el norte de Marruecos, Argelia, Libia, Egipto y Túnez tendría mayor justificación si utilizamos nuestras auténticas raíces fenicias. Eso sí, como no puede ser de otra manera ya que nuestra identidad lo justifica plenamente, la capital del nuevo estado debe ser necesariamente Cádiz. Lo que ya no tengo tan claro es que el estadista que nos guíe deba ser Sánchez Gordillo. Al menos debería acreditar algún antecedente fenicio. Porque antecedentes andalusíes los tenemos todos los españoles.