el apunte

Una insólita medida judicial

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Conviene, por respeto y aprecio a nuestras propias instituciones, a nuestra convivencia, mantener una relación de escrupuloso respeto con las decisiones judiciales. Pero esa pulcritud admite la duda razonable y la petición de respuestas a los responsables de uno de los tres pilares del Estado de Derecho: la Justicia. El caso del exdirector de Salesianos ha resultado ser uno de los más escandalosos y comentados en la capital gaditana en muchos meses pero el impacto y las opiniones particulares nunca pueden derribar el sentido común. Y dice que la institución está por encima de cualquier persona, que la historia, el prestigio y los valores de los Salesianos merecen un trato, equitativo, pero rápido y justo. El hecho de que el detenido, por unas cuantas denuncias de alumnos que conviene aclarar hasta sus últimas consecuencias, sea religioso, educador o antiguo responsable de un centro con miles de alumnos no debe suponerle ningún beneficio pero tampoco perjuicio. Y parece difícil de explicar que por los delitos que se le imputan pueda llevar 22 días en prisión preventiva. Esa medida no la han sufrido ni presuntos delincuentes acusados de hechos realmente graves. No se sabe aún si estas acusaciones lo serán pero resultaría sano para la ciudadanía conocer cual es el motivo de esta prisión cautelar. La «alarma», si alguna vez la hubo, ya no existe. Y la toma de declaraciones, cuando han denunciado menos de 20 personas, no puede prolongarse meses.