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La lluvia, triste protagonista del final de la Semana Santa de Arcos

El Nazareno salió rodeado de cientos de penitentes pero tuvo que regresar de forma apresurada

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Lluvia de nuevo en la noche más larga, en la más esperada, la del Jueves Santo. Los peores presagios se cumplieron un día más en esta Semana Santa que será recordada como una de las más lluviosas y de las más inestables. Desde San Fernando hasta Arcos, pasando por El Puerto de Santa María y Chiclana, las hermandades se han visto obligadas a consultar frecuentemente los distintos partes del tiempo con la esperanza de que la lluvia no llegara. Pero, un año más, no pudo ser. Esto provocó que algunos pasos como El Nazareno de San Fernando adelantara su vuelta en la Madrugá hacia las 4.00 horas, o que el Santo Cristo de la Vera Cruz de Chiclana se viera obligado a retroceder en la misma rampa de la iglesia Mayor en la tarde del Sábado Santo. Las predicciones para el día de hoy tampoco son buenas ya que prevén una jornada de agua en la mayoría de los rincones de la provincia.

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La lluvia ha sido la triste protagonista del final de la Semana Santa de Arcos. La hermandad del Nazareno hizo todo lo posible durante la Madrugá por poner en la calle al Señor de Arcos y tratar de llevar a cabo la Estación de Penitencia más esperada de la localidad. Pasaban las dos de la noche y la iglesia de San Agustín tenía que abrir sus puertas para comenzar el desfile, pero la hermandad decidió esperar ante la previsión de lluvias. A las tres de la mañana colocaron la Cruz de Guía en la calle y pocos minutos después salió el primero de los tres pasos que componen el cortejo, el de la Santa Mujer Verónica. El Nazareno salió unos minutos después, rodeado de cientos de penitentes y de personas de promesa que fueron el fiel reflejo de la devoción que se le procesa a este Cristo. Sus pasos por la calle apenas duraron dos horas porque la lluvia no dejaba de hacer acto de presencia, por lo que la junta de gobierno decidió volver a su templo si tan siquiera haber completado una buena parte del recorrido por las calles del Casco Antiguo. La Virgen del Mayor Dolor y Traspaso apenas estuvo unos minutos en la calle y ni tan siquiera llegó a la altura del barranco de San Juan.

El Viernes Santo comenzó con un poco más de estabilidad, sin lluvia, pero con el cielo encapotado como toda la semana. Pasaban las 19.00 horas cuando las puertas de San Francisco se abrieron para que saliera a la calle el paso del Dulce Nombre y el de la Virgen de la Quinta Angustia. Ambos pudieron completar su recorrido por su barrio pero tuvieron que volverse dos horas después, ante la previsión de una buena tormenta. Pocos minutos después del regreso, la lluvia hizo acto de presencia y se produjeron las precipitaciones más intensas de toda la semana.

Esa lluvia fue la que llevó a la hermandad del Santo Entierro y de la Soledad a tomar la decisión de quedarse en su templo, dando por concluido los desfiles procesionales de Arcos por este año, a la espera del Resucitado del Domingo in Albis. La tristeza se volvió a hacer presente en la iglesia de San Pedro donde los últimos años se han acostumbrado a que la lluvia impida una de las estaciones de penitencias más hermosas del municipio. La belleza de la Soledad y de El Santo Entierro tendrán que esperar al menos un año para unirse a la de la monumentalidad arcense.

Con todo, la lluvia ha condicionado prácticamente a todos los desfiles procesionales de Arcos de este año, ya que incluso a los que no ha afectado les ha obligado a recortar sus recorridos o a acelerar el paso. El Martes Santo San Antonio tuvo que volverse, el Miércoles Santo El Perdón no llegó a salir, en la Madrugada el Nazareno se tuvo que volver y en el Viernes Santo el Dulce Nombre se volvió y el Santo Entierro no llegó a salir.

San Fernando

La lluvia ha estado presente en casi todas las jornadas de la Semana Santa y tampoco dejó que la ciudad pudiera disfrutar de su noche más larga. Al menos, todas salieron y aunque se recogieron antes de lo previsto -el Nazareno lo hizo sobre las cuatro de la madrugada- lo cierto es que salieron a la calle. Igual ocurrió el Viernes Santo. No conforme con desdibujar la madrugada isleña, también rompió el último día grande de procesiones por la ciudad. Santo Entierro llevaba dos años sin procesionar y en esta ocasión había acordado devolver las papeletas de sitio si no salía. Todo eso pesó demasiado y se aventuró aunque las previsiones no eran muy halagüeñas. Finalmente tuvo que recogerse en la iglesia de San Francisco ya que el agua le sorprendió. Entre sus novedades se encontraba la Banda de Infantería de Marina y una compañía de honores, además de la representación oficial de autoridades civiles y militares, encabezadas por el Comandante General de Infantería de Marina, en representación de Su Majestad el Rey.

Desamparados también fue sorprendida por el agua aunque decidió continuar con su itinerario previsto, lo que hizo que se mojara el palio de la Virgen. La que se quedó en su templo fue Soledad que volvió a sentir lo que es perderse su gran día, ya que el año pasado tampoco recorrió las calles de la ciudad.

Y prácticamente ya sólo queda el Resucitado, porque desde hace tres años Rosario tampoco sale al estar encomendada a una junta gestora. De esta manera, la penitencia en San Fernando llega a su fin con el tiempo como gran protagonista de una Semana Santa que ha sabido poco, pero que también ha dejado grandes momentos. Ahora toca realizar las valoraciones oportunas y la reflexión de las decisiones tomadas. La lluvia no ha dejado lucir la devoción de unos isleños que ya están deseando comenzar la cuenta atrás para que llegue otra Semana Santa. El reloj se pondrá en marcha una vez que el Resucitado se recoja en San José Artesano.

El Puerto

El Cristo de la Vera Cruz, La Soledad y el Santo Entierro completaron su estación de penitencia en un Viernes Santo que brilló para los portuenses pese a que las condiciones meteorológicas siguieron sin acompañar. Mucho frío en una noche de recogimiento en la que cientos de fieles se echaron a la calle para contemplar unos pasos de hermosa factura con varias novedades en el que porta el sepulcro de Nuestro Señor, como la base, ahora de imitación en piedra, sobre el que descansa la urna. Sólo unas horas antes, se recogió el palio del Nazareno, que apuró en la calle hasta cerca de la una del mediodía tras no haber podido salir, por la lluvia, el año pasado. El Sábado Santo pasó desapercibido para los portuenses en cuanto pasos misterio se refiere puesto que no procesionó ninguna hermandad. Hoy las calles recibirán la hermandad de Resurrección, que despedirá la Semana Mayor de El Puerto. La salida, si el tiempo acompaña, está prevista a las 10.00 horas desde la Iglesia Prioral.

Chiclana

La lluvia volvió a tener el protagonismo en la última jornada de procesiones de la Semana Santa en Chiclana y obstaculizó las salidas de la hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro de Cristo y el Vía Crucis del Santo Cristo de la Vera Cruz. Este último, que tenía prevista su salida a las 18.30 horas desde la Iglesia Mayor a la capilla del Santo Cristo se retrasó cerca de media hora y justo cuando cruzaba la imagen el dintel de la parroquia de San Juan Bautista comenzó a llover y en la misma rampa de la iglesia volvió a entrar. Como la lluvia no cesaba, celebraron el Via Crucis previsto dentro del templo. Aunque este año no pudo procesionar la hermandad del Cristo de la Vera Cruz, María Santísima del Mayor Dolor y San Juan Evangelista y sólo salió el Cristo titular a presidir los Santos Oficios del Viernes Santo en la Iglesia Mayor, cientos de devotos de esta imagen esperaron su salida y quedaron decepcionados con el agua que impidió la Estación de Penitencia en la calle.

A pesar de la previsión de precipitaciones y lo oscuro del cielo de la tarde del viernes, la Soledad (que no pudo salir en 2012 también por la lluvia), esperó media hora a que el agua cesase y a las 19.30 horas comenzó el desfile procesional hacia la Carrera Oficial. A pesar de ello, al poco tiempo comenzaron de nuevo las precipitaciones y el cortejo tuvo que resguardarse rápidamente en San Telmo. Unos 20 minutos después retomaba el camino de vuelta a paso de agua hacia su templo pero no pudo evitar que le cayera una tromba de agua. El fuerte aguacero provocó la estampida de los penitentes hacia la capilla de La Soledad, quedando el palio solo y cubierto con un plástico en el recorrido por la calle La Vid hasta su templo. Un final de Semana Santa que dejó con mal sabor de boca a la mayoría de cofrades chiclaneros.