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«No me acuerdo de nada; había fumado y bedido»

Piden once años para un joven que hirió a otro con un cuchillo de cocina; el agresor mantiene que cogió el arma para pinchar las ruedas de un coche

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Iván A. L. intentó impedir que un amigo cometiera un disparate y finalmente acabó pagando unas consecuencias que bien pudieron acarrearle la muerte. Los hechos referidos se remontan al 27 de febrero de 2010, y en virtud de lo ocurrido se ha sentado hoy en el banquillo de la Sección Octava de la Audiencia Provincial Kevin L. L, acusado de un presunto delito de asesinato en grado de tentativa. Como explica el fiscal en su calificación, en la citada fecha el imputado tuvo un incidente que degeneró en reyerta con un conocido en una discoteca.

Afortunadamente, el altercado no fue a mayores porque así lo impidieron varias personas allí presentes. El procesado, sin embargo, no se dio por vencido y, siempre según el fiscal, se dirigió a su domicilio ubicado en calle Playa de Valdelagrana y «con actitud de gran agresividad y violencia» esgrimió un cuchillo de cocina y volvió a la calle. Su propósito presuntamente era el de agredir al chico con el que mantuvo la pelea, que tampoco vivía lejos de allí. La cuestión es que sobre las cuatro de la madrugada, cuando iba a ejecutar su propósito, Kevin L. L. fue visto por dos amigos (uno de ellos Iván A. L.) que comprobaron cómo caminaba «muy alterado».

El acusado ha mantenido esta mañana que tras la bronca fue a por un cuchillo «pero no para agredir a nadie, sino para pinchar las ruedas del coche». «No me acuerdo de la puñalada. Había fumado y bedido», mientras que la víctima asegura que le vio con el cuchillo «cuando iba a casa de otro amigo». «Le sujeté por los hombros para evitar que fuera». Pero entonces se giró, le gritó ¡que me dejes! y le dio varias puñaladas. Tres, según el fiscal.

La víctima fue auxiliada por el otro amigo que le acompañaba y que le ayudó a llegar al domicilio de sus padres, desde donde fue trasladado al hospital. A raíz del ataque, el perjudicado sufrió diversas lesiones que, como figura en la calificación fiscal, constituyeron un riesgo para su vida.

Curación y secuelas

Para su curación, además de una asistencia facultativa fue preciso un tratamiento médico-quirúrgico y un periodo de 45 días de sanación, de los que 18 estuvo incapacitado y 12 permaneció hospitalizado. Como secuela, le ha quedado una cicatriz que le provoca picor al roce de la ropa realizada por un cuchillo de cocina con una longitud de 20 centímetros, de los que 10,4 son de hoja.

En lo que respecta al procesado, en el momento de los hechos el fiscal especifica que ya era mayor de edad y carecía de antecedentes penales. Ese mismo fatídico 27 de febrero de 2010 fue detenido y el 1 de marzo trasladado a prisión en régimen provisional, donde permanece en la actualidad. Por todo ello, el Ministerio le imputa un presunto delito de asesinato en grado de tentativa y solicita once años de cárcel, así como la prohibición de comunicarse y acercarse a la víctima, su domicilio y su lugar de trabajo a menos de 300 metros y por un periodo de 20 años. Junto a esto, Kevin L. L. deberá afrontar una indemnización de 2.619 euros en concepto de lesiones.