Los vinos que prueban que Chivite ha alcanzado el cénit

El grupo bodeguero Chivite acaba de protagonizar dos extraordinarias catas verticales de vinos de su Colección 125. Blancos de chardonnay y tintos basados en la uva tempranillo con una sesión en Madrid y otra en Londres, sin que podamos alcanzar más que una conclusión bien conocida: los vinos son para guardar hasta que alcanzan el cénit, si lo alcanzan. Y esa conclusión tiene un punto con toda su lógica, pero menos conocido: los vinos de Chivite alcanzan el cénit.

Los blancos

Dividamos, porque así constaba, la cata de esos doce vinos (seis blancos y seis tintos) en dos. Primero, los blancos, con las siguientes añadas: 1994, 2004, 2005, 2007, 2009 y 2013. Nos quedamos con dos de ellos: 2007 y 2009. Apostamos por el blanco de 2007 por esa sensación de acidez exacta, esa frescura que te invade y un toque constante de finura desde sus primeros aromas hasta la última gota que se cata.

Apostamos por el blanco de 2009 por esa grandeza que aparece desde el principio, elegancia, volumen y longitud. Todo, envuelto por el equilibrio perfecto.

Los tintos

Luego, los tintos, con las siguientes añadas: 1994, 2000, 2004, 2005, 2009 y 2011. Excelente visión de la calidad de los tintos de Chivite, además de una relación calidad-precio tan extraordinaria como casi nunca vista en los vinos españoles, que ya gozan de gran prestigio por su sobresaliente general en esa citada relación calidad-precio. Pongamos que escribimos de vinos venta al público en los 20-25 euros y una puntuación nuestra que fue de 94 puntos en la añada 2010 y que probablemente (necesita más tiempo en botella y ver su evolución) será de 95 puntos en la añada 2011. Tiempo en botella es lo que tiene el tinto de 2005, alabado por todos los asistentes a la cata de Londres, y es la perfecta muestra de hasta dónde llegan estos vinos de la Colección 125. Hasta el cénit, decíamos. Y ese 2011 puede que siga el mismo camino, o incluso superior. Mismas trazas pero considero que incluso superior calidad frutal.