Gustavo, el cocodrilo «devorador de hombres» que mató a cientos de personas

Este cocodrilo del Nilo, de más de seis metros de longitud, vivió durante décadas en los alrededores del lago Tanganica, en Burundi

Imagen de Gustavo en un documental de televisión emitido a principios de este siglo

ÁBC Viajar

En estos días en los que en España hemos decidido hablar de cocodrilos, quizá conviene volver a recordar al probablemente más famoso de todoe ellos. Se trata de un cocodrilo del Nilo de al menos sies metros de longitud, una tonelada de peso y un hambre voraz que aterrorizó a los habitantes de los alrededores del lago Tanganica, en Burundi , durante décadas.

A Gustavo le bautizó el francés Patrice Faye, que llegó a Burundi en la última década del siglo XX. Intentó matarlo durante años, pero no lo logró. «Es un animal prehistórico, muy, muy gordo» , le dijo Faye en 2010 al programa Outlook, de la BBC. «En el agua se asemeja a un hipopótamo. Todavía tiene todos sus dientes lo que sugiere que tiene unos 68 años».

Faye dice que cuando él hizo su investigación, Gustavo devoró a 17 personas en un período de tres meses. «Calculé que si estuvo matando gente durante 20 años podría haberse comido a más de 300 personas», explicó.

Al hablar de las víctimas de Gustavo se citan diferentes cifras, desde 60 a 200 o incluso 500, lo que engordó año a año esta historia entre la leyenda y la realidad.

A Gustavo se le vio durante años en el río Rusizi, entre el lago Kivu y el lago Tanganica. Infinidad de turistas y viajeros se desplazaron durante años hasta Burundi en busca de este enorme animal. Entre ellos, Nicky Dunnington-Jefferson, de la revista Travel Africa Magazine, que en 2019 aseguró que Gustavo había sido abatido y Patrice Faye ya no estaba en el país.

También fue en su busca el periodista español Daniel Landa, que en abril de 2019 escribió:

«Buscábamos a Gustave. Preguntamos por él a nuestro guía y consultamos a los responsables del Parque Natural del río Ruzizi. Todos lo conocían pero nadie lo había visto en meses. A Gustave también lo llamaban el devorador de hombres , un cocodrilo de seis metros que, según algunas versiones, se había comido a más de 200 o 300 incautos. No respetaba ni a hombres ni a mujeres ni a niños, paseantes y pescadores que vieron cómo su final se precipitaba en las orillas de un río monstruoso. En Burundi pasan estas cosas.

-Gustave ha muerto –dijo con firmeza uno de los biólogos que nos acompañaba.

Al parecer, el cocodrilo decidió viajar un poco, buscar nuevas aventuras y, ya de paso, variar el menú burundés. Cruzó el lago Tanganica hasta el sur y alcanzó las orillas de Zambia . Pero allí no tienen la prudencia o la sensibilidad o el temor de los burundeses y cuando apareció el reptil de una tonelada, le dieron muerte sin dudarlo».

Otro periodista y escritor cautivado por la historia de Gustavo es Javier Reverte , que ha dedicado parte de su carrera a viajar por este continente. «África es algo muy vicioso, como una pasión amorosa», dijo años atrás. Este viernes recordaba a Gustavo en Hoy por Hoy, en la Cadena Ser. Explicaba que Gustavo, «según la gente que le vio, tenía siete metros de largo , cuando la medida más grande que se conoce de esta familia suele alcanzar los seis metros como máximo. Tuvo fama de ser muy hábil cazando seres humanos y de ser implacable. Este lago era precisamente el lugar donde se desarrollaba La Reina de África ».

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