Historia

La agitada historia del puente más antiguo de Madrid

Declarado Bien de Interés Cultural, el puente de Segovia fue un encargo de Felipe II para unir la calle de Segovia con la carretera de Extremadura, una obra que se comenzó a finales del siglo XVI

La espiral metálica que es el puente más fotografiado de Madrid Río

Imagen del puente de Segovia con vitas a la catedral de la Almudena © Agustín Martínez - Madrid Destino
Rocío Jiménez

Rocío Jiménez

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Madrid cuenta con más de 30 puentes que cruzan el río Manzanares . De entre todos ellos uno destaca por encima del resto: el de Segovia , el más antiguo de la capital.

Fue a finales del siglo XVI cuando, tras la instalación definitiva de la Corte en Madrid, Felipe II mandó construir el Puente de Segovia para dar paso sobre el Manzanares al camino de Segovia, uno de los principales accesos a la capital, para sustituir a los que, con escasa consistencia y duración, se habían construido al menos desde el siglo XIV. La obra iniciada en 1574 por Provisión Real fue encargada, primeramente, al maestro mayor del rey, Gaspar de Vega, quien presentó un proyecto del que se llevó a cabo la cimentación de las cepas principales. En 1577, tras la muerte de este, se hizo cargo Juan de Herrera, el autor del Monasterio de El Escorial , quien diseñó unas trazas de concepción moderna e inspiración renacentista.

Durante los siglos posteriores este puente fue objeto de múltiples intervenciones. Durante la Guerra Civil fue volado por el bando republicano para evitar la entrada de las tropas franquistas, por lo que tuvo que ser posteriormente reconstruido con algunas variaciones respecto del diseño original. Fue también en este momento cuando el ingeniero Vicente Olmos amplió el tablero de 8,65 a 31 metros de anchura dividiendo el puente en dos y abriéndolo. Para la canalización del Manzanares, entre 1955 y 1960, el mismo ingeniero restituyó parte de los alzados ocultos y añadió nuevas manguardias acompañadas de diques y estanques. Posteriormente, se vio afectado por el trazado de la M-30 y en 1985 los arquitectos Pérez-Aciego y Quesada realizaron obras de remodelación de accesos y laterales. Con la llegada de Madrid Río , se ha actuado en todo el entorno del puente colocando fuentes, estanques y paseos siguiendo la estética y nuevo diseño de la zona.

Imagen del puente de Segovia y de las fuentes que lo rodean

Algunos datos

-El Puente de Segovia mide 172 metros de largo y está formado por nueve ojos rematados por arcos de medio punto. El de mayor tamaño es el central, mientras que la anchura del resto va menguando progresivamente.

-Entre los arcos existen unas piezas en forma de medio cono, llamadas tajamares, cuya función es la de repartir las aguas hacia los lados y evitar la erosión de los pilares.

-El puente, que está construido con sillares almohadillados de granito, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996 .

-Como curiosidad hay que saber que durante el siglo XVIII una de las bolas que adornaba el puente se desprendió causando la muerte a un transeúnte, esto hizo que pasase varios años en el patio de la casa del verdugo junto a la cárcel de la Corte a modo de ‘castigo’.

-Además, este puente ha sido objeto de varias sátiras de escritores como Quevedo, Lope de Vega o Tirso de Molina, quienes se referían al escaso caudal que el río llevaba y a la majestuosidad de sus puentes.

Estanques y zona ajardinada alrededor del puente de Segovia

El puente de Toledo

Otro de los puentes más antiguos de la ciudad es el de Toledo, una de las obras más representativas del barroco castizo madrileño . Situado entre las glorietas de las Pirámides y del Marqués de Vadillo, el primer puente de la Toledana fue mandado construir por Felipe IV para enlazar Madrid con el camino de Toledo. Este fue proyectado por Juan Gómez de la Mora y construido por José Villarreal entre 1649 y 1660. Una crecida del río Manzanares lo destruyó, lo que obligó a proyectar uno nuevo en 1671. En 1680 otra riada se lo llevó, por lo que se volvió a levantar. En 1715 se encargó su reconstrucción a Pedro de Ribera , autor de otras obras como la ermita de la Virgen del Puerto o la Fuente de la fama . Las obras comenzaron en 1719 y terminaron en 1732.

Imagen del puente de Toledo © Agustín Martínez - Madrid Destino

El puente de Toledo se compone de nueve ojos de medio punto con sólidos contrafuertes y tambores que se rematan en balconcillos. De su decoración destacan dos fuentes situadas en los extremos de las manguardias, dos exuberantes torrecillas colocadas en el inicio del puente por el lado de Carabanchel y, sobre todo, dos templetes situados a los lados del arco central que albergan las esculturas de San Isidro y Santa María de la Cabeza , obras que el escultor Juan Ron hizo en 1735 y que completó con ornamentos churriguerescos. Durante los trabajos de soterramiento de la M-30 se aseguró la estabilidad del puente sustituyendo parte de los cimientos de pilotes de madera por micropilotes metálicos y se recalzaron con inyecciones de hormigón. Durante estas obras también se llevó a cabo el desdoblamiento del puente mediante dos pasarelas paralelas de trazado curvo proyectadas por Fernández Casado. Así el puente se cerró al tráfico y pasó a ser solo peatonal.

Imagen del puente de Toledo

Con la llegada de Madrid Río se sustituyó la parte del pavimento de su tablero de aglomerado asfáltico por losas de granito recuperadas del casco histórico de la ciudad y se construyeron los Jardines del Puente de Toledo , en su extremo sur, evocando los laberintos de setos de los jardines barrocos.

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