ALFILERITOS

LINCES EN LOS MONTES DE TOLEDO

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tres ejemplares de lince ibérico (Lynx Ardina), especie de mamífero carnívoro de la familia félidos, con pelaje manchado, cola corta y orejas con cerdas puntiagudas de pelos en sus extremos, corretean en libertad desde el martes por la orografía serrana de los Montes de Toledo, correspondientes a las hectáreas de las fincas El Castañar, propiedad de José Finat y de Bustos, duque de Pastrana. Un paraje singular y emblemático que significa un medio natural de alto prestigio dentro de los ambientes cinegéticos castellano-manchegos, por el cuidado y el mimo con el que se guardan las especies que proliferan en este coto desde cuyas atalayas pétreas crían también cuatro parejas de águilas imperiales.

La suelta de estos felinos en peligro de extinción, dos machos y una hembra, se acogen al programa Life-Iberlince para repoblar las especies que significan el hábitat natural de estos bellos ejemplares.

Desde luego, la elección de El Castañar es todo un ejemplo para lograr la crianza lincera, dado que estas hectáreas montaraces disponen de una guardería privada muy especializada que conoce a la perfección las exigencias de su profesionalidad.

Para el duque de Pastrana es una satisfacción poder lograr la repoblación del lince en la finca de su propiedad, que obliga a un seguimiento exhaustivo de los movimientos de estos ejemplares por la orografía serrana, amén de proteger su alimentación de supervivencia cuidando principalmente la expansión de la población de conejos que significa el alimento principal del lince ibérico.

La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha estado más que acertada en la elección de esta finca modélica para la suelta de los tres felinos criados en cautividad para su posterior adaptación al medio natural, porque en El Castañar disponen de todo lo necesario y preciso para que se logren los objetivos propuestos, al tiempo que se propicia la reproducción de la zona que ayudaría, y mucho, a una longeva existencia para esta especie salvaje que había desaparecido de los Montes de Toledo. El proyecto, ambicioso, está cofinanciado por la Unión Europea, el Ministerio de Agricultura y el Gobierno regional, disponiendo en su totalidad de una superficie de más de 30.000 hectáreas para la cría del lince ibérico.

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