Cáritas presenta un programa para la reutilización de ropa usada

En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, Cáritas Diocesana Toledo presenta un Programa para la Reutilización de Ropa Usada con el fin de «mejorar la gestión», «garantizar la finalidad social» y «dotar de trasparencia y cobertura legal a toda la ropa». Para ello, dos naves situadas en Toledo y Talavera (en el barrio del Polígono y en la calle Corredera del Cristo, respectivamente) son claves para «centralizar» y «poner en conexión a todos los roperos» que tiene la diócesis.

En esta labor de recogida son fundamentales los 43 contenedores de color rojo donados por La Caixa (23 ya están disponibles y 20 lo estarán en el próximo mes y medio), que se instalarán en espacios privados, sobre todo a las puertas de las parroquias de diversos puntos de la provincia.

Dígase: Toledo, Talavera, Ocaña, Cobisa, La Puebla de Montalbán, Fuensalida, Mocejón, Corral de Almaguer, Miguel Esteban, Oropesa y El Real de San Vicente; y próximamente Yepes, Polán y Santa Cruz de la Zarza.

Uno de los fines que persigue el programa es que todo aquel excedente de ropa que no se pueda entregar, se venda y los ingresos que se consigan se dediquen a la compra de alimentos. En este sentido, «el excedente mayoritario de ropa se venderá al programa comercializador de Cáritas Albacete en tiendas ‘fuera de serie’».

Según el director de Cáritas Diocesana Toledo, Antonio Espíldora, en 2013 se dedicaron 180.000 euros a comprar comida. En el programa, puntualizó ayer el director, «no es una meta el número de kilos que se recogen», si bien esperan que la capacidad para comprar alimentos se incremente «un 30 ó 40 por ciento».

Mientras en lo que va de año, se han repartido «unos 350.000 kilos de comida». Precisamente por esta especie de trueque, en palabras del coordinador del programa, Francisco Villacampa, «nos interesa todo: la ropa nueva, la usada en buen estado, la usada en mal estado...».

Sensibilizar al voluntariado

Este programa también supone «una denuncia del excesivo, feroz, consumo de ropa» de la sociedad, además de una campaña para «sensibilizar al voluntariado», muy importante en Cáritas, ya sea mediante las donaciones o colaborando en la recogida y entrega de ropa y alimentos.

Vicente Rodríguez, sacerdote responsable de Cáritas Interparroquial de Talavera, que día a día trabaja a pie de campo, fue muy duro en su alocución. Dijo que al ayudar, «tranquilizamos conciencias y a la vez hacemos algo por quienes más lo necesitan».

Preguntado por si ya se nota en Cáritas esa recuperación económica que se pregona desde muchas sectores, contestó que Talavera «es la olvidada de la provincia, repartimos 10 toneladas de alimentos al mes y la necesidad se agrava... a las bases de la sociedad no llega esa alegría».

El programa le supone a Cáritas, contenedores aparte (están pagados por La Caixa, los 23 primeros han costado 13.860 euros), una inversión de casi 30.000 euros. Ahí entra la remodelación y el acondicionamiento de la nave toledana del Polígono, la protección contra incendios, la instalación eléctrica, el salario del coordinador, diversas licencias...