El Papa pide el cese de la violencia en Bielorrusia

La Santa Sede cuenta con una de las mejores y más consolidadas redes de diplomáticos del planeta. El estado más pequeño del mundo mantiene relaciones diplomáticas con 183 países. Por si no fueran poco eficaces los canales oficiales para conocer la situación internacional, el Pontífice también cuenta con canales oficiosos como son los misioneros, las congregaciones religiosas o las iglesias en comunión con Roma.

Por eso, el Papa Francisco está informado de todo cuanto acontece en el mundo, no solo de aquello que se documenta con luz y taquígrafos, sino, en muchas ocasiones, de situaciones permanentemente olvidadas o que, desde luego, no ocupan un lugar en los grandes titulares.

Este domingo, tras presidir el rezo del Ángelus, el Santo Padre ha asegurado sus oraciones por todas aquellas circunstancias dramáticas en el mundo que causan sufrimiento a la gente. Ha dicho que en su pensamiento sigue el Líbano y que también le preocupa el devenir de los acontecimientos en Bielorrusia . «Sigo con atención la situación postelectoral en este país y hago un llamamiento al diálogo, al rechazo de la violencia y al respeto de la justicia y el derecho», han sido las palabras del Papa sobre un conflicto que podría internacionalizarse si Rusia envía las prometidas tropas a Bielorrusia para aplacar a los manifestantes.

A continuación, y como viene haciendo casi desde el comienzo de la emergencia sanitaria, Francisco se ha referido de nuevo a la pobreza que ya está causando la pandemia. Ha deseado que el estival sea un tiempo de descanso, pero no de olvido. Por eso, ha pedido la solidaridad de todos con las familias que han perdido su principal sustento a causa de los estragos económicos provocados por el Covid-19.

Siguiendo con la línea de estos llamamientos a buscar soluciones pacíficas a los conflictos, este sábado el Pontífice abogó por un entendimiento en la cuestión del Nilo. Tres países, Sudán, Egipto y Etiopía, no alcanzan un acuerdo en lo concerniente a las aguas del río y el reparto de la energía que produzca a partir de 2021 la Gran Presa del Renacimiento. El Papa pidió que el «Río Eterno» siga siendo «una savia de vida que une y no divide, que nutre siempre amistad, prosperidad, hermandad y nunca enemistad, incomprensión o conflicto».

Francisco hizo este llamamiento a la calma tras el rezo del Ángelus que también presidió este sábado desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico con motivo de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María. Antes de despedirse de los fieles en la plaza, habló de la incontrolada violencia en el norte de Nigeria cuyo responsable es el grupo yihadista Boko Haram. El Sahel y África central están convirtiéndose en un descomunal territorio sin ley donde los islamistas ya controlan una superficie mayor de la que en su día controló el Estado Islámico en Siria e Irak.