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El Papa Francisco - EFE

El Papa pide que «se asegure la supervivencia» de los refugiados que huyen de la guerra en Siria

El Pontífice insiste en que «solo una solución política del conflicto puede garantizar un futuro de reconciliación»

CORRESPONSAL EN EL VATICANO Actualizado: Guardar
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El Papa Francisco ha manifestado el domingo su «viva preocupación» ante «la dramática situación de la población civil víctima de los violentos combates en Siria, y forzada a abandonar todo para huir de los horrores de la guerra».

En un llamamiento dramático y urgente, el Papa ha pedido a la comunidad internacional que «con solidaridad generosa, se preste la ayuda necesaria para asegurar la supervivencia y la dignidad» a las decenas de miles de personas que escapan de ese infierno.

Como el empecinamiento del gobierno sirio y de los grupos de oposición está prolongando la fase militar de modo cruel, el Santo Padre pidió a la Comunidad internacional «que no ahorre ningún esfuerzo para llevar urgentemente a la mesa de negociación a las partes en conflicto».

E insistió en que «sólo una solución política del conflicto puede garantizar un futuro de reconciliación y de paz».

El Papa hizo estos comentarios después del rezo del Ángelus del domingo con decenas de miles de personas en la plaza de San Pedro. Muchas habían venido desde ciudades italianas para venerar en la basílica de San Pedro las reliquias de san Padre Pio y de san Leopoldo Mandic, dos grandes confesores capuchinos, maestros de la confesión y la misericordia. El flujo de peregrinos ante las dos urnas de cristal es continuo desde el sábado.

Francisco recordó que el lunes se celebra la Jornada de Plegaria y Reflexión contra el Tráfico de Personas, e invitó a «ayudar a los nuevos esclavos a romper las pesadas cadenas de la explotación y recuperar su libertad. Es preciso realizar todos los esfuerzos necesarios para poner fin a este crimen y esta vergüenza intolerables».

El Papa invitó a felicitar con un fuerte aplauso a los ciudadanos asiáticos que celebran el nuevo año lunar, y concluyó pidiendo oraciones por su viaje a México y su encuentro «con mi querido hermano Kiril», el Patriarca de Moscú el próximo viernes en Cuba. Sera el primer encuentro de ese tipo en un milenio, desde el cisma de 1054.

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