La noche más gélida en el «triángulo del frío»

Bello, Molina de Aragón y Calamocha registraron el martes las temperaturas mínimas más bajas de España

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Plaza principal de Burgo de Osma ABC

Delegaciones ABC/Isabel Miranda

«Es posible que estemos ante la noche más fría en nuestro país en muchas décadas». Fueron las palabras del portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, al valorar los primeros registros de la noche del lunes. En Bello (Teruel) se llegó a los -25,4ºC. Le siguieron otros registros del «polo del frío» español, y muchos de ellos con récord. Molina de Aragón (Guadalajara) tuvo -25,2º, el registro más bajo en este observatorio desde 1963. Los -21,3º de Calamocha supusieron una marca histórica desde su inauguración en 1992. Y en la estación manual de Torremocha (Teruel), al abrirla, se constataron otros -26,5 °, récord en los últimos 35 años. Incluso en Teruel, los 21º registrado superaron los históricos -19º de 2001.

Además, ocho capitales de provincias bajaron de los -10º: además de Teruel, fueron Ávila, Cuenca, Albacete, Salamanca, Guadalajara, Madrid (alrededores) y Toledo, cuyos -13,4º fueron récord absoluto de la ciudad. Y en el centro de Madrid, para encontrar una marca parecida a los -7,3º medidos en El Retiro , hay que remontarse a 1985. «Es absolutamente histórico, en intensidad y extensión», valora el meteorólogo Francisco Martín. «En duración está por ver».

En Bello, una pequeña localidad turolense situada junto a la Laguna de Gallocanta, se convirtió el martes en el «polo norte» de España. Desde que la Aemet tiene registros oficiales, nunca hasta ahora había registrado una temperatura tan baja en esta localidad de apenas 220 vecinos . La anterior databa del 4 de enero de 1971, cuando el termómetro bajó allí hasta los -24ºC. Este martes, a las 4.30 de la madrugada, marcó 25.4ºC.

Aunque es una zona en la que los lugareños están acostumbrados al frío intenso, reconocen que estos días los guardarán en la memoria. En Calamocha (Teruel), otro clásico de la «nevera» peninsular, alcanzaron el martes -21.3 ºC. Es la más baja en décadas, pero no ha llegado a los -30 ºC que llegó a anotarse el 17 de diciembre de 1963 en la estación meteorológica que entonces estaba ubicada a las afueras de la localidad, en el aeródromo. Desaparecido aquel observatorio, el actual no había registrado hasta la fecha una mínima tan severa como la del martes, informa Roberto Pérez (Zaragoza).

«Nunca ha habido tanto hielo como ahora»

Por algo se conoce a Molina de Aragón como la Siberia de Guadalajara. Un apelativo que no es casual si se tiene en cuenta que ayer marcó una temperatura mínima de -25,2º C. Los más viejos del lugar dicen que no han vivido un temporal de nieve y frío como el de estos días. De hecho, tan solo se llegó a una temperatura inferior en 1963, cuando el termómetro alcanzó los -28º C, y en 1952, cuando se llegó incluso a los -28,2º C. Tomás Gascón Ortega ha sido testigo de estos tres episodios de frío extremo. Este octogenario recuerda especialmente el más lejano en el tiempo, el del 28 de enero de 1952.

Más de 70 cm. de nieve se acumuló en Molina de Aragón ABC

«Aquel día se helaron las tuberías, los grifos, los inodoros y como entonces no existía la calefacción había que echarle valor», rememora este molinés que regentó hasta su jubilación una tienda de alimentación. Sin embargo, asegura que «no había tanta nieve y tampoco tanto hielo como ahora», asegura Tomás, que pese a ello se atreve a salir a la calle porque tiene que atender a sus animales y recoger leña para calentarse.

«Siempre nos llamáis por lo mismo», comenta risueño el alcalde con un puntito de crítica hacia los medios de comunicación. Francisco Javier Montes no niega haber tenido dificultades a causa del temporal, ya que en la calzada se ha llegado a acumular hasta un metro de nieve. «Habitualmente hay alguna incidencia, pero estos días las emergencias se han incrementado en un 200%», destaca. Algo que se ve acentuado por la escasez de servicios que sufre esta comarca, puesto que el hospital de Guadalajara se encuentra a 140 km. Informa Mariano Cebrián (Toledo).

«No llevarán sus hijos al colegio por el frío»

«En San Clemente (Cuenca) no se había vivido nada igual». Así se lo confirma a ABC María Rosario Sevillano, la alcaldesa de esta localidad conquense, que el martes alcanzó una mínima histórica, nada menos que -16º C, para lo que es la comarca de La Mancha Baja. Una comarca que ha sufrido los estragos de Filomena durante estos días, ya que la nieve y ahora el hielo cubrió por completo las calles y carreteras de los alrededores.

Pese a los estragos del temporal, su alcaldesa asegura que desde el ayuntamiento, desde un principio, han estado trabajando exhaustivamente para limpiar y adecentar las calles de la localidad. «Fuimos previsores y, ya una semana antes, estábamos preparados para el temporal que se avecinaba», se congratula la alcaldesa, que quiso agradecer también la labor que han realizado tanto los empleados municipales como los vecinos y los agricultores de la zona, que con sus tractores han despejado la calzada de nieve y de las ramas de los árboles caídos.

Por lo tanto, según afirma Sevillano a ABC, «la normalidad puede recuperarse en breve en San Clemente», donde hoy miércoles, si no hay ningún imprevisto, volverán a abrir los colegios después de las vacaciones de Navidad. «Eso sí -apunta-, hay padres que han decidido no llevar a sus hijos por el frío y lo respeto». Informa Mariano Cebrián (Toledo).

«Es imposible trabajar a la intemperie»

Fue la localidad que marcó el récord de temperatura mínima en el inicio de la ola de frío, con -18 grados, y el martes los termómetros no subieron mucho más. El Burgo de Osma , localidad soriana a unos 900 metros de altitud, llegó a el martes a los -15, unas temperaturas con las que «es imposile trabajar a la intemperie». Así lo asegura Carlos Lavilla, ingeniero técnico agrícola que desde el pasado sábado no ha acudido a la finca de manzanos donde trabaja por seguridad ante el frío extremo. Tampoco lo han hecho el resto de empleados que trabajan en campo —unos 180 de los 300 en total—. «A los árboles no les afecta porque están en parada invernal, pero al trabajo en el exterior sí. Se hace complicado, solo han trabajado las personas que están en la central de manipulación de la fruta», explica.

Y pese a estar acostumbrados al frío en esta comarca soriana, Lavilla no recuerda que el frío obligase a tener que parar el trabajo. «En 2011 y 2009 hubo nevadas importantes , pero no como la de ahora. No recuerdo tanto frío, solo una vez llegamos a -15 y me parece que entramos más tarde a trabajar», relata sin saber aún si las gélidas temperaturas darán hoy una tregua que le permita acudir de nuevo a la finca.

Carlos Lavilla, ingeniero ABC

Tampoco recuerda tanto frío en la localidad burguense Manuel Pereira. «Esperábamos la nevada, pero no tan fuerte. Hemos tenido hasta 20 centímetros de espesor y en los dias siguientes temperaturas muy bajas. No lo recordábamos desde hace mucho, mucho tiempo». Eso sí, los inviernos son muy fríos en la provincia soriana, con normalmente cifras que llegan a los -10 grados, y «en este tiempo todos aquí estamos preparados con las calefeacciones, las estufas y la leña».

Pero sí ha sido una sorpresa la cantidad de nieve caída. El Ayuntamiento con la ayuda de muchos vecinos ha limpiado las calles desde el domingo, aunque el hielo sigue acumulado y es un peligro en carreteras y caminos menos transitados. Para las personas más mayores con dificultades para salir ante la ola de frío, Cruz Roha y el consistorio han colaborado para aportarles alimentos y todo lo necesario para evitar que salgan de sus domicilios. Las clases se retomaron ayer en toda Castilla y León, también en El Burgo de Osma, después de que el lunes se suspendieran en algunas zonas de la región, informa M. A. (Valladolid).

«Era como el nácar de cómo brillaba»

El Puerto El Pico, situado en la abulense Sierra de Gredos, alcanzó ayer los -16,4 grados, la temperatura más baja de Castilla y León aunque sus escasos moradores están más que acostumbrados a que esta zona tenga el reconocimiento de «la más fría». La estación meteorológica está situada junto a una base de las Brif (Brigadas Forestales) del Ministerio para la Transición Ecológica que cuenta con 32 efectivos.

Uno de ellos es el especialista bombero forestal Alejandro Represa. Cuando este martes llegó a las ocho de la mañana a las instalaciones se encontró con una estampa que «era como el nácar de cómo brillaba» , aunque, reconoce que «hacía un frío de narices».

Base del Puerto de Pico (Ávila) ABC

Un paisaje tan bello como hostil por las dificultades para trabajar que impone el hielo y que hace que «te abrigues con todo y salgas con más capas que una cebolla».

La brigada está más que acostumbrada a las temperaturas gélidas, entre otras cosas porque su trabajo en la prevención de incendios es en el monte. Por eso, aunque asegura que «a veces no se nos ven más que los ojos», también puntualiza que «nos calentamos un poco antes de arrancar y, después, en cuanto pones en marcha la motosierra se te pasa el frío».

Ayer, sin embargo, fueron las palas las que les hicieron olvidar las bajas temperaturas porque después de comenzar la mañana desbrozando en Gredos, los brigadistas del Puerto el Pico, se trasladaron a municipios de Ávila para colaborar en la retirada de nieve de las calles, informa Montse Serrador (Valladolid).

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