Día Mundial del Medio Ambiente

Mar Menor, delta del Ebro o Tablas de Daimiel: los ecosistemas más amenazados de España

La sobreexplotación de recursos, el cambio climático o la urbanización amenazan algunas de las joyas ambientales del país

Qué es la anoxia, el fenómeno que podría haber matado a miles de peces en el Mar Menor

Qué está pasando en el Mar Menor

Flamencos en el Delta del Ebro Mariano Cebolla

ABC

Sostienen la vida humana y el buen funcionamiento del planeta, pero se están deteriorando a pasos agigantados. Muchos ecosistemas , el tema elegido para este Día Mundial del Medio Ambiente, corren serio peligro. Los datos así lo indican. Alrededor de un tercio de las tierras agrícolas del mundo están degradadas, el 87% de los humedales continentales del mundo han desaparecido desde 1700 y un tercio de las especies de peces comerciales están sobreexplotadas. Pero todavía hay tiempo para restaurarlas, insiste la ONU.

Tierras de cultivo, bosques, áreas de agua dulce, pastizales, matorrales y sabanas, montañas, océanos y costas, turberas y áreas urbanas se están degradando, a menudo a un ritmo acelerado. Y España no es un excepción . Estos son algunos de los ecosistemas más amenazados del país:

Mar Menor

La alarma saltó en 2019, cuando tras una gota fría, hasta tres toneladas de peces y crustáceos aparecieron muertos en la orilla del mar Menor buscando la última bocanada de oxígeno. Pero el proceso de degradación del enclave de gran biodiversidad viene de décadas atrás. Según Greenpeace, que lo sitúa como uno de los enclaves más amenazados de España, en 2016 se estimaba que se habían perdido el 85% de las praderas marinas. En 2012 la cifra de caballitos de mar rozaba los 190.000 ejemplares. Hoy la comunidad científica cifra en unas pocas docenas el número de estos animales.

El Instituto Español de Oceanografía (IEO) apunta a la materia orgánica como «motor de la eutrofización». Es decir, es la entrada de nitratos de la agricultura (y en menor medida de fosfatos y amonio) la causante de los episodios de sobreabundancia de plancton que enturbia el agua e impide el paso de la luz hasta que, finalmente, se agota el oxígeno en el fondo. Sin embargo, y a lo largo de décadas, también han influido otros factores como la llegada de residuos mineros, la contaminación química, o las las obras costeras, puertos y dragados

Pese a los grandes esfuerzos que se están llevando a cabo desde 2019, el mar Menor tardará décadas en recuperarse de su estado de degradación actual , según el IEO. Y esto ocurrirá aunque cese toda la actividad humana en su entorno o se apliquen medidas estrictas para cortar los nutrientes y contaminantes que siguen llegando desde tierra. La explicación radica en que poco se puede hacer en estos momentos con los fondos marinos y las aguas subterráneas del acuífero, que continuarán liberando nutrientes «durante bastante tiempo». En resumen, «la recuperación del mar Menor será un proceso largo y muy complejo», dice el informe del ente.

Laguna de la Janda (Cádiz)

La Laguna de la Janda fue durante muchos años el humedal interior más extenso de España y uno de los de mayor importancia ecológicamente de Europa, zona de descanso y paso obligado para las millones de aves en sus migraciones. «Su desecación con fines agrícolas a mediados del siglo XX representó sin duda uno de los mayores desastres ecológicos acaecidos en nuestro continente», asegura Greenpeace. Hoy, en las zonas de humedal que persisten, invernan cada año alrededor de 2.000 grullas , nidifica el águila imperial ibérica, descansan en sus migraciones centenares de cigüeñas negras y miles de cigüeñas blancas y rapaces y que sus arrozales y canales son lugar de reproducción de millares de anátidas, garzas y otras aves acuáticas.

Según los últimos planes del Gobierno, en la Laguna de la Janda se realizará un proyecto para restaurar, en una primera fase hasta 2025, las áreas de la antigua laguna que aún experimentan periodos de inundación durante los episodios de fuertes lluvias, con una superficie estimada de algo más de 1.000 hectáreas.

Delta del Ebro

El Delta del Ebro es el segundo humedal más importante de España, con poblaciones de aves acuáticas invernantes que superan los 350.000 ejemplares, y uno de los humedales más importantes del Mediterráneo, y suma hasta ocho figuras de protección diferentes. Según Seo/Birdlife , el Delta sufre una acusada regresión de la línea costera derivada de la falta de caudales y sedimentos. La estructura y las comunidades biológicas del Delta del Ebro y su plataforma marina se ven amenazadas por la reducción de caudales sólidos y líquidos que desembocan en el mar. Una presión que se suma a los efectos sinérgicos de la subida del nivel del mar y la erosión costera. La reducción del caudal (agua y sedimentos) del Ebro pone en riesgo el mantenimiento de los ecosistemas del tramo bajo del río Ebro, su delta y, en especial las aguas litorales asociadas y el ámbito marino de la plataforma adyacente. La disminución de aportes fluviales y sus nutrientes conlleva unas implicaciones biológicas a medio y largo plazo en el sistema río-mar, que provocan cambios que van desde la cuña salina hasta las poblaciones piscícolas pelágicas.

Tablas de Daimiel y Doñana

Doñana y las Tablas de Daimiel figuran en la lista Montreux del Convenio de Ramsar en el que se relacionan aquellos humedales con importantes amenazas para su supervivencia . Según el Ministerio para la Transición Ecológica, en estos dos enclaves los principales problemas proceden de la extracción excesiva y a menudo ilegal de agua de los acuíferos. El objetivo que se ha marcado el Gobierno es lograr sacarlos de esta lista en 2025 e intentar que ningún otro humedal se incorpore a esta lista.

En el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, esta temporada no está siendo buena. Según los datos de mayo, presenta una escasa superficie inundada : 220 hectáreas focalizadas en la zona de turbas asociadas al cauce del río Guadiana. A esta situación se suma la tendencia descendente de la superficie encharcada, causada por el incremento de la evapotranspiración provocada por el aumento de las temperaturas. «De mantenerse la tendencia descendente de la inundación, se comprometería la nidificación de las aves presente en la zona y la posibilidad que las plantas acuáticas finalizasen su ciclo vital, produciendo esporas que permitan su regeneración futura», dice el último informe de Daimiel.

El valle de Cantanesa (Pirineo aragonés)

Entre los enclaves menos conocidos pero igualmente amenazados, Greenpeace destaca, en el Pirineo aragonés, la zona que se vería afectada por la ampliación de la estación de Cerler , donde se prevé una ampliación de las pistas de 23 kilómetros hacia el valle de Castanesa. «Un valle prístino y en que además por cambio climático la nieve se hará inviable», asegura la organización, que cita las proyecciones del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, en las que calcula que en el Pirineo Central y a 1.800 metros de altitud, el espesor medio de la nieve podría reducirse a la mitad en el año 2050 respecto al valor actual. Para Greenpeace, «entre los frágiles ecosistemas amenazados por el proyecto destacan humedales como el conjunto del Ibón de Basibé y Les Noufonts, catalogados en los inventarios estatal y aragonés por su gran valor ecológico. Además, la zona es hábitat de especies en peligro como la perdiz nival, el urogallo, el quebrantahuesos o el oso pardo».

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