Fieles besando la reliquia de San Nicolás en Moscú
Fieles besando la reliquia de San Nicolás en Moscú - Efe

Miles de personas esperan en Moscú para venerar una reliquia de San Nicolás

La decisión de trasladar una costilla del santo a Rusia desde la Basílica de Bari fue alcanzada a raíz del histórico encuentro entre el Papa Francisco y el patriarca ortodoxo Kiril

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Miles de creyentes esperan en Moscú desde primera hora de la mañana para acceder a la Catedral de Cristo Salvador, donde se encuentra desde ayer una reliquia de San Nicolás de Bari llegada desde esa ciudad italiana.

A pesar de que el lugar quedará abierto al público para su veneración a las 14.00 hora local (11.00 GMT), desde muchas horas antes la fila de fieles se alarga ya más de un kilómetro desde el templo.

La reliquia, una costilla izquierda del santo patrono de Rusia, Grecia y Turquía, llegó ayer en un vuelo especial acompañada por el jefe de Exteriores del Patriarcado de Moscú, metropolitano Hilarión, y el arzobispo de Bari, monseñor Francesco Cacucci.

La llegada del cofre con la reliquia a la catedral fue saludada con el repicar de las campanas de todos los templos ortodoxos de Moscú, dado que, como destacó el patriarca de la Iglesia ortodoxa, Kiril, San Nicolás ha sido siempre desde el punto de vista de los creyentes rusos el principal santo del país.

Con motivo de este acontecimiento multitudinario, el tráfico en la capital rusa sufre cortes y variaciones a partir de hoy y a lo largo de los 52 días que la reliquia permanecerá en el Cristo Salvador.

El primer día de la exposición a los fieles de la costilla de San Nicolás coincide precisamente con esta festividad de gran significación para los rusos, aunque es un día laborable.

A partir de mañana el horario para acceder a la reliquia se ampliara desde las 8 de la mañana a las 9 de la noche para permitir al mayor número de personas la visita.

Las autoridades municipales y el comité organizador de la Iglesia Ortodoxa Rusa prevén que cientos de miles de personas se acerquen a venerar a San Nicolás, del que por primera vez en casi mil años se ha separado una parte de sus reliquias para llevarla a otro país.

La decisión de trasladar una costilla del santo a Rusia desde la Basílica de Bari fue alcanzada a raíz del histórico encuentro que mantuvieron el 12 de febrero de 2016 el Papa Francisco y el patriarca ortodoxo Kiril en el aeropuerto de La Habana, que abrió un nuevo capítulo de cooperación entre las principales iglesias cristianas tras mil años de cisma.

El 12 de julio la reliquia será trasladada a San Petersburgo, donde permanecerá dos semanas antes de regresar a Bari.

La llegada de reliquias supuestamente milagrosas a Rusia ha congregado en los últimos años a millones de devotos, como ocurrió en 2013 con la cruz donde fue clavado el apóstol San Andrés y, dos años antes con un cinturón tejido, según la tradición, por la Virgen María.

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