Los insecticidas que vuelven tontas a las abejas sólo podrán usarse en invernaderos

La UE prohíbe el uso de tres tipos de este producto tóxico

Estos insecticidas pueden provocar la muerte de las abejas ABC

ARACELI ACOSTA

Los gobiernos europeos han respaldado la propuesta de la Comisión Europea de prohibir casi totalmente tres insecticidas neonicotinoides que matan a las abejas . Aunque desde las organizaciones conservacionistas se llama la atención sobre que estos tres neonicotinoides son solo la punta del iceberg y que hay muchos más plaguicidas que son igual de peligrosos para las abejas, la producción de alimentos y los ecosistemas, consideran una buena noticia el resultado de la votación. No obstante, advierten de que seguirán reclamando la r educción drástica del uso de plaguicidas sintéticos y la transición a la agricultura ecológica.

¿Qué son los neonicotinoides?

Los neonicotinoides, que se derivan químicamente de la nicotina, son una familia de insecticidas que actúan en el sistema nervioso central de los insectos . Son los insecticidas más ampliamente usados en todo el mundo

¿Cuáles se han prohibido?

El imidacloprid, la clotianidina (ambos fabricados por Bayer) y el tiametoxam (fabricado por Syngenta).

¿Por qué son tan controvertidos?

Distintos estudios evidencian que estos plaguicidas quedan en las plantas, donde son transportados a todos sus órganos, incluidas las flores, lo que provoca la contaminación del polen y el néctar que libran las abejas, que resultan así contaminadas. Varios estudios recientes también han mostrado que, en ocasiones, el agua y las flores silvestres contienen neonicotinoides, lo que puede suponer una amenaza para varias especies y para el medio ambiente en general.

¿Cómo afectan a las abejas?

Sus efectos agudos pueden provocar la mortalidad de sus poblaciones, mientras que la exposición continuada provoca trastornos «subletales», como desorientación, con lo que las abejas se ven incapaces de volver a las colmenas, así como una disminución de la inmunidad, una mayor vulnerabilidad a ciertos patógenos o un colapso en la capacidad de reproducción de las poblaciones.

¿Por qué no estaban ya prohibidos?

En diciembre del 2013, la Comisión Europea ya restringió el uso de tres de ellos (imidacloprid, clotianidina y tiametoxam), de manera que están prohibidos en todos los cultivos atractivos para las abejas (girasol, colza, almendros...). No obstante, hay importantes excepciones, lo que hace que los agricultores puedan echar mano de ellos tras la floración, en los cereales de invierno y en los invernaderos. Esta prohibición parcial ha pasado a ser casi total, porque aún se permitirá el uso en invernaderos.

¿No hay riesgo en invernadero?

Esto no parece estar tan claro, porque aunque no recomienda ninguna restricción para su uso en invernadero, la prohibición establece que «los Estados miembros deben prestar especial atención a la exposición de las abejas a través del consumo de agua contaminada de los invernaderos permanentes». En este sentido, desde Greenpeace aseguran que la evidencia científica muestra que los neonicotinoides se filtran en el suelo alrededor de los invernaderos, contaminando los cursos de agua y amenazando a las abejas y otras especies.

¿Hay consenso científico en cuanto a los riesgos?

Tras revisar más de 700 estudios sobre el imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés) confirma que estas sustancias químicas representan un alto riesgo para las abejas y que las restricciones de la Unión Europea impuestas en 2013 son insuficientes para controlar estos riesgos. Pero no es el primer informe de la EFSA en este sentido. Entre 2015 y 2016 emitió cinco informes donde se resaltan los peligros que estos pesticidas representan para las abejas melíferas y las silvestres.

¿Se siguen usando otros neonicotinoides en la UE?

Las investigaciones indican que muchos otros insecticidas son una amenaza para las abejas y otros insectos beneficiosos, incluidos cuatro neonicotinoides actualmente autorizados en la UE (acetamiprid, tiacloprid, sulfoxaflor y flupyradifurone) y otros insecticidas, como el cipermetrin, deltametrin y clorpirifos. Francia ya ha prohibido el acetamiprid y el tiacloprid a partir del 1 de septiembre de este año, y estudia vetar el uso de alguno más.

¿Qué países apoyaron la prohibición?

Los países que apoyaron la prohibición fueron Francia, Alemania, España, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Austria, Suecia, Grecia, Portugal, Irlanda, Eslovenia, Estonia, Chipre, Luxemburgo y Malta, que representan el 76,1% de la población de la UE. Entre los opositores, Rumania, la República Checa, Hungría y Dinamarca. Los que se abstuvieron: Polonia, Bélgica, Eslovaquia, Finlandia, Bulgaria, Croacia, Letonia y Lituania.

¿Cuándo entrará en vigor?

La regulación será adoptada en las próximas semanas y entrará en vigor a finales de año, según informó la Comisión Europea en un comunicado.

¿Hay alternativas a su uso?

Actualmente existe una creciente duda sobre los beneficios de los neonicotinoides en el control de plagas. Una investigación reciente del Grupo de Trabajo sobre Plaguicidas Sistémicos, un panel científico internacional, sugiere que estos insecticidas no son tan efectivos como disuasivos de plagas como se pensaba y asegura que pueden ser reemplazados por alternativas sostenibles. Por su parte, la compañía Bayer asegura en un comunicado que «esta decisión reducirá aún más la capacidad de los agricultores europeos para hacer frente a plagas importantes, para muchas de las cuales no hay tratamientos alternativos disponibles».

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