La industria de refrescos influyó en las políticas antiobesidad de China para proteger su mercado

Un estudio de la Universidad de Harvard desvela un complejo entramado para difundir mensajes contrarios a la OMS para luchar contra el sobrepeso

Un anuncio de Coca-Cola en una ciudad china

ABC

¿Es el ejercicio la única receta para combatir la obesidad y el sobrepeso? La Organización Mundial de la Salud (OMS) defiende que la causa de esta epidemia mundial es el sedentarismo de la población combinada con una alimentación rica en grasa y calorías. Pero la industria de las bebidas azucaradas optó por promocionar solo una parte del mensaje de la OMS para no dañar sus intereses en China, uno de sus mercados emergentes. Se esforzó por poner el acento en el ejercicio físico y trasladar la idea de que todos los alimentos y bebidas podrían ser parte de una dieta saludable.

A esta conclusión han llegado investigadores de la Universidad de Harvard que desvelan en dos estudios un complejo entramado para modelar la política antiobesidad del país asiático. Se trata de la primera investigación que documenta esta capacidad de influir en la política de una nación, aseguran sus autores.

Los estudios, publicados en la revista médica «British Medical Journal» y en el «Journal of Public Health Policy», detallan cómo la industria de las bebidas azucaradas siguió un modelo similar al de la industria del tabaco para minimizar el impacto de las políticas de salud pública en su negocio.

«Ha habido décadas de trabajo sobre cómo las grandes compañías farmacéuticas y el de tabaco han tratado de influir en la ciencia y dictar políticas, pero la investigación sobre grandes empresas de alimentos y refrescos está surgiendo en este momento», relata Susan Greenhalgh, del departamento de Antropología de la Universidad de Harvard y autora de la investigación. «Cuando revisé las políticas de China, pude verlas usando el mismo lenguaje que Coca-Cola», continúa.

La Universidad de Harvard acusa a una organización sin fines de lucro, el Instituto Internacional de Ciencias de la Vida (ILSI), de ser quien influyó en la política china. Esta institución fue fundada por el entonces vicepresidente de Coca-Cola, Alex Malaspina, en 1978. Ahora ILSI cuenta con 17 sucursales en todo el mundo, incluyendo una en China, donde las raíces de la organización son particularmente profundas. El fundador de la organización en China, Chen Chunming, fue el primer presidente de la agencia que mantuvo profundos vínculos con el sector de salud pública de China, incluido el Ministerio de Salud, incluso después de establecer ILSI-China, apunta Greenhalgh, lo que le permitió trabajar detrás de la escena para ejercer una influencia política importante.

Los antropólogos de Harvard estudiaron el poder de la institución con los boletines de noticias del ILSI-China desde 1999 hasta 2015, que detallaba casi todas las actividades científicas y de política pública de la organización, desde fondos de investigación hasta la organización de conferencias para la redacción de políticas públicas.

Mensajes similares

Las primeras etapas de ese trabajo, según muestra la investigación de Greenhalgh, comenzaron en 1999, cuando ILSI-Global pidió a sus sucursales que incluyeran la obesidad en sus agendas. De 1999 a 2003, Greenhalgh descubrió que aproximadamente la mitad del trabajo de ILSI-China se centraba en cuestiones de medición (la organización creó una serie de umbrales de IMC específicos para China) y promovió al menos algunos esfuerzos de prevención dirigidos a la nutrición, pero ninguno se centró en la actividad física .

En 2004, sin embargo, eso comenzó a cambiar. Fue en ese momento, dice Greenhalgh, cuando Coca-Cola comenzó a posicionarse como un defensor de los «estilos de vida activos y saludables» , y a promover el mensaje de que todos los alimentos y bebidas podrían ser parte de una dieta saludable: para evitar la obesidad, el argumento era que la actividad física era la clave.

Sedentarismo, la clave

El cambio se reflejó casi de inmediato en las actividades de ILSI-China, según descubrió Greenhalgh. Entre 2004 y 2009, un tercio de las actividades de obesidad patrocinadas por ILSI-China se centraron en la actividad física . Entre 2010 y 2015, la proporción casi se duplicó, mientras que las actividades de obesidad centradas en la nutrición se redujeron a solo uno de cada cinco.

Y aunque la organización organizó varias conferencias dedicadas a la investigación de la obesidad, los detalles en los boletines informativos muestran que la mayoría de las reuniones estaban repletas de expertos que tenían vínculos con el ILSI o la industria , según Greenhalgh. En algunos casos, el espacio de la agenda se reservó para presentaciones de la industria.

Ese mismo cambio, subraya Greenhalgh, se reflejó en las noticias que aparecieron en los boletines informativos de ILSI. Antes de 2003, el grupo no publicó ninguna historia que sugiriera que la actividad pudiera combatir la obesidad. Sin embargo, desde 2010 hasta 2015, el 60 por ciento de los artículos respaldaron la idea y menos de un cuarto se centró en la dieta .

Después de una serie de informes de investigación críticos del «New York Times» en 2015, Coca-Cola retiró su agresiva promoción de la ciencia de la actividad física. Pero su influencia continúa sintiéndose en China ya que la estructura del ILSI se mantiene en su lugar y los programas de actividades que apoyó ahora están bien establecidos.

Conflicto de intereses

Y aunque muchos científicos podrían ver sus resultados como una clara evidencia del sesgo de la industria, en entrevistas extendidas con más de dos docenas de expertos en obesidad y salud pública, Greenhalgh descubrió que la mayoría de los científicos chinos no estaban de acuerdo con esas preocupaciones. «La gran mayoría dijo que no había conflicto de intereses -dice-. Hubo un pequeño puñado que creía que cuando las corporaciones están financiando la ciencia, inevitablemente estará sesgada, pero estaban muy en minoría, y la mayoría me pidió que no usara sus nombres porque temían las posibles consecuencias porque la cultura política en China es muy favorable a los negocios y pro-oeste», explica

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