La presidenta de Reporteros Sin Fronteras en España, Malén Aznárez
La presidenta de Reporteros Sin Fronteras en España, Malén Aznárez - EFE
Malén Aznárez (1943-2017)

Una gran defensora de los periodistas

La presidenta de Reporteros Sin Fronteras se volcó en dignificar el oficio

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La muerte nos iguala. Sí, pero también nos desbarata. Echa a perder los planes que teníamos para intentar corregir los desarreglos del mundo, para alentar una misión, sea mínima o inmensa. Como la que atizaba mi amiga Malén Aznárez, presidenta de Reporteros Sin Fronteras (RSF). En su caso para mejorar el relato del mundo. Porque ese relato puede hacer que el sufrimiento, la injusticia y la muerte tengan algún sentido, y demostrar que la historia no está escrita, sino en nuestras manos. Para que el estado de las cosas no se convierta en piedra.

Nacida en Santander en 1943, se licenció en la Escuela Oficial de Periodismo en 1972. Formaba parte de una decisiva generación de mujeres periodistas con una trayectoria admirable, que contribuyeron a cambiar la forma de contar el mundo en un período tan apasionante como la Transición.

Adquirió relevancia pública desde que en 2011 asumiera la presidencia de la sección española de RSF, un cargo en el que sustituyó a otras dos grandes profesionales del periodismo español contemporáneo: María Dolores Masana y Soledad Gallego Díaz.

Tras iniciarse como reportera en Arriba, colaboró en dos revistas emblemáticas, Posible y Cuadernos para el Diálogo. En 1984 se incorporó a Radio Nacional de España donde fue la primera mujer en dirigir sus servicios informativos. Llegó al diario El País en 1988, en el que trabajó durante 20 años. Fue redactora jefa de Sociedad, Defensora del Lector y profesora de su máster.

Su inmensa capacidad de trabajo se vio reflejada en el impulso que adquirió RSF desde que, en 2008, se convirtió en vicepresidenta, y todavía más desde que llegó a encabezar una ONG en la que dio lo mejor de sí, desde el respaldo a periodistas en dificultades, la ayuda a los reporteros freelance y la denuncia de las amenazas a la libertad de prensa en España y en el mundo. Aznárez aplicó su infatigable energía y su sólida experiencia profesional a la misión de la organización. Con motivo de su desaparición, RSF publicó un comunicado en el que recalca que «con Malén Aznárez la defensa el periodismo libre y de los periodistas en todo el mundo han tenido a la abogada más cualificada, ferviente y tenaz».

Apenas comenzaba a recuperarse de la pérdida de su esposo, que falleció en agosto del año pasado, cuando empezó a acusar vértigos y molestias que le impedían hacer vida normal. En abril le fue diagnosticado un tumor cerebral, del que fue operada semanas después.

Sigo en RSF por Malén Aznárez. Porque me persuadió (como a tantos otros) con su ejemplo y con sus palabras. Por su apelación constante a la responsabilidad individual, a la conciencia cívica. La que impide que el mal se salga con la suya. Porque si los buenos y generosos no se comprometen para hacer algo por los demás, lo peor se extiende. Gracias, querida Malén.

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