Denuncian amenazas contra su vida tras relacionárseles con las avalanchas de la Madrugada

Dos jóvenes sevillanos de 17 y 18 años se hicieron tristemente famosos desde el Viernes Santo. Su foto, publicada en Instagram, hacía referencia a las avalanchas de la Madrugada de Sevilla con etiquetas como #guapeteatropellao, #avalancha o #putasemanasanta. Estos tres hastags bastaron para que algunos vieran en los dos jóvenes a los causantes de las carreras y se dedicaran a insultarles y amenazarles por Internet.

Pero ellos no tienen nada que ver con los aciagos acontecimientos de la Madrugada. De hecho la propia Policía Nacional certifica, como ha podido saber este periódico, que ninguno de los dos sevillanos fueron detenidos ni tomaron parte de carreras, avalanchas o algaradas. «Se ha podido verificar que ambos carecen de reseñas por parte de la Policía Nacional, motivo este por lo que se puede acreditar cuanto menos que no fueron detenidos por los hechos narrados», reza parte de la denuncia que los dos jóvenes han formulado ante la Policía.

Algunos medios, entre ellos ABC, adjudicaron erróneamente estos hashtags con un posible alarde de lo que sucedería en la Madrugada de Sevilla.

El malentendido, que viene por las etiquetas que usaron, tiene una explicación sencilla. Antes de salir a disfrutar de las hermandades de la Madrugada, publicaron una foto con el título «Sevilla va a temblar». Una frase «inocente», que hablaba de lo bien que esperaban pasarlo. Entonces, ambos sevillanos se vieron envueltos en el caos que supuso esa noche. «Fueron igualmente víctimas de la serie de estampidas», reza su denuncia. De ahí que hablaran de «atropellados», avalanchas y que maldijeran a la Semana Santa. Pero nada más, han querido dejar claro al acudir a la Policía Nacional.

En el escrito que han presentado en comisaria insisten en que, debido a la confusión, han recibido graves amenazas, «algunas dirigidas a menoscabar gravemente su integridad física, así como su reputación y la de sus familiares». Hay quienes, aún a sabiendas de que hay ocho detenidos, les han acusado de ser los causantes de los sucesos, cuando, lejos de ese extremo, fueron primero una víctima de las avalanchas y, después, víctimas de los rumores.