Los simpatizantes del «burkini» prefieren llamarlo «bañador islamico»
Los simpatizantes del «burkini» prefieren llamarlo «bañador islamico» - ABC

El «burkini» también se prohíbe en las playas de Sisco, en Córcega

El veto al «burkini» ya está impuesto en las regiones francesas de Cannes y Villeneuve-Loubet

En piscinas de hoteles y otros espacios acuáticos en Marruecos también está restringido el uso del «bañador islámico»

Madrid Actualizado: Guardar
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En pleno debate sobre el islam en Francia, el veto a los «burkinis» ha comenzado a extenderse en las playas del país, con tres localidades que han prohibido ya ese bañador que cubre completamente el cuerpo de la mujer alegando motivos de higiene y seguridad.

Al ejemplo de Cannes y Villeneuve-Loubet, ambas en la Costa Azul, se sumó este fin de semana Sisco, en Córcega, después de que el sábado se registrara una pelea entre jóvenes corsos y familias de origen magrebí. Algunas de las mujeres, según relató hoy un testigo al diario «Corse Matin», llevaban ese traje de baño islámico y el altercado, en el que hubo cinco heridos, se desencadenó después de que ciertos bañistas las fotografiaran.

El socialista Ange-Pierre Vivoni, alcalde de Sisco, tomó la decisión en un Consejo Municipal extraordinario convocado tras lo sucedido y se inspiró al redactar su decreto en los otros dos ejemplos.

La relación del islam con la República francesa ha pasado a estar en el punto de mira especialmente tras los últimos ataques y la lucha de las autoridades contra la radicalización contempla prohibir la financiación extranjera de las mezquitas e implicar a los ciudadanos de confesión musulmana contra toda deriva.

También en Marruecos

El «burkini» o «bañador islámico», también está prohibido en las piscinas de un buen número de hoteles, clubes privados o y parques acuáticos en Marruecos.

El diario «Le Matin» ha publicado un reportaje en el que recoge, sin ánimo exhaustivo, varios testimonios de bañistas afectadas por esta prohibición, más paradójica si se tiene en cuenta que esa prenda cada vez es más visible en las playas de todo el país, donde su progresión es paralela al retroceso del bikini.

La prohibición del «burkini» casi nunca es explícita, sino que se basa en una norma general que estipula que «es obligatorio acceder a la piscina con ropa de baño», aunque el burkini sea una prenda específicamente concebida para su uso acuático.

El rotativo añade que la prohibición se extiende con frecuencia a la indumentaria de las mujeres que ingresan en los recintos veraniegos como acompañantes de niños y sin intención de bañarse, y a ellas se les impide el acceso a las instalaciones incluso si están cubiertas con un pañuelo.

Este verano una campaña en las redes sociales ha levantado el escándalo. Consistía en fotografiar de manera anónima a mujeres con bikini en las playas y colgar luego las fotos en Facebook a modo de «denuncia», lo que pareció surtir efecto a juzgar por los numerosos comentarios sobre la necesaria decencia y honestidad que debe observarse en las playas de un país musulmán.

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