Alarma por el gurú que anima a matar el Covid con «lejía»

Investigan la última temeridad del curandero Pàmies: una fiesta para infectarse de «forma controlada»

Sigue en directo la última hora de las fases de la desescalada en España por el coronavirus

Josep Pamies aseguraba curar el autismo en 2018 con la misma fórmula que ahora propone para el coronavirus: lejía ABC

La imagen parecía más de una película de ciencia ficción que la realidad de una comarca, la de Lérida, que ha pasado las últimas semanas concentrada en superar un preocupante rebrote del coronavirus. Un centenar de personas se reunieron al aire libre en Balaguer (Lérida) para darse abrazarse y besarse. Sin mascarillas, guantes ni gel hidroalcohólico, pues su objetivo era infectarse de «forma controlada». Un acto de desobediencia total al estado de alarma en el que el contagio era bienvenido. La organizó hace dos sábados el polémico curandero Josep Pàmies. Los Mossos investigan qué fue lo que sucedió en esa finca.

«Nos dimos besitos y abrazos. No tenemos miedo porque el coronavirus es una mentira total y además, con nuestros medios, la enfermedad duraría solo horas», argumenta convencido en conversación telefónica con ABC el agricultor leridano, que acumula denuncias y sanciones por su promoción de un medicamento ilegal, el conocido como MMS (Miracle Mineral Solution), como cura para variadas y muchas veces graves enfermedades como el autismo, el cáncer, la malaria o el asma. Una solución para todo. Y, como no, Pàmies sumó en abril el Covid-19 a la lista de dolencias que podrían superarse con su invento. El MMS es una solución química de clorito de sodio (muy similar a la lejía y usado como blanqueante de papel y textiles) y ácido cítrico, prohibida por las autoridades sanitarias españolas desde hace una década por sus graves efectos.

Pàmies lleva meses empeñado en demostrar los beneficios de esta peligrosa solución. «Queremos ser infectados de forma controlada del virus y tratados única y exclusivamente con MMS para demostrar sus buenos resultados. El problema es que somos una línea diferente a lo que dice el Gobierno, pero no queremos someternos ya más a su gestión, porque el confinamiento y el uso de mascarillas ha sido un error». Esta es la teoría del curandero leridano y su excusa para saltarse las órdenes de confinamiento con una fiesta con el virus como bandera y objetivo.

Hace tiempo que las peligrosas extravagancias de Pàmies encendieron la alarma de las autoridades sanitarias. Sobre todo por la difusión a través de su cooperativa Dolça Revolució (Dulce Revolución -con 1.600 socios- de los éxitos no probados que atribuye al MMS y por su promoción de falsas terapias sin bases científicas que lo corroboren. A pesar de las alertas, Pàmies no se esconde y exhibe periódicamente sus teorías en las redes sociales . El canal Youtube ha vetado en varias ocasiones sus vídeos. Además, la web de su cooperativa incluye un apartado con testimonios a los que esta especie de mesías del MMS supuestamente ha curado. La web recoge los casos de una veintena de supuestos pacientes a quienes unas pocas gotas de elixir diluidas en agua les habrían librado del coronavirus. Entre los presuntos beneficiados hay incluso supuestos médicos, enfermeras y gerocultores. Todo ello pese a que la OMS lleva tiempo dejando claro que «hasta ahora ningún medicamento ha demostrado prevenir o curar» el coronavirus Covid-19 .

«Conducta grave»

Que Pàmies se subiese también a la ola del Covid-19 ha indignado, ya más de lo que estaban, a los profesionales sanitarios. El Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC) presentó una denuncia a principios de abril ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) contra Pàmies y su cooperativa por delitos contra la salud pública y por publicidad engañosa por estar promocionando el MMS. «En las circunstancias actuales de excepcionalidad, es especialmente grave la conducta de quien promueve productos sin conocimiento ni capacitación, cuando es perfectamente conocedor de su ineficacia», clamó el CCMC en un comunicado.

«Su actitud de superioridad moral y de desafío es preocupante», lamenta a ABC el doctor Gustavo Tolchinsky, secretario del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona , que incide en que la libertad de expresión que Pàmies usa a menudo para defenderse «tiene que tener un límite cuando pones en riesgo a personas». Para Tolchinsky, el acto de Balaguer es especialmente grave porque los asistentes, además de a ellos mismos, pueden poner en riesgo al resto de la población , algo especialmente grave en Lérida, donde un rebrote les había impedido avanzar de fase.

Al historial de Pàmies se suma ahora la investigación de los Mossos por la última. Además de haberse quebrado el estado de alarma, los investigadores recopilan datos por si Pàmies pudo haber incurrido en un delito contra la salud pública por esa jornada de la macroinfección «controlada».

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