Sin tregua en la guerra por la lista de la compra digital

Leche, detergente y macarrones, en casa 24 horas después de hacer el pedido en la app de Amazon.es. El gigante del comercio electrónico estrena en España su quinta tienda virtual en el último año, tras diversificar su negocio, y lo hace apostando por un sector, el de la alimentación y los productos de limpieza, con el que lanza un torpedo a la línea de flotación de cadenas consolidadadas en la distribución tradicional, como Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés y Mercadona.

La empresa estadounidense del magnate Jeff Bezos indicó ayer martes en un comunicado que «los clientes en España van a poder llenar ya la despensa en cualquier momento», además de recordar el amplio catálogo de productos que ya ofrece, desde DVD y artículos de telefonía hasta relojes y muebles.

El pasado mes de julio la compañía ya abrió las puertas de su tienda virtual al gran consumo al introducir dos nuevos apartados, como son la belleza y la salud. 25.000 nuevas referencias de productos de esas dos nuevas categorías aparecieron repentinamente en su oferta.

Aunque con su nueva incorporación ahora sigue dejando fuera a los productos frescos (solo por el momento, inciden en la compañía), el director general de Amazon.es, François Nuyts, destacó ayer en el mismo comunicado público que esta nueva tienda «estará abierta las 24 horas del día y 7 días a la semana, por lo que a partir de hoy los clientes pueden comprar en un clic miles de productos de alimentación sin necesidad de hacer colas ni cargar las pesadas bolsas».

Amenaza también al resto de las cadenas a no detenerse en el tiempo, puesto que para Amazon «esto es solo el principio» y va a «ampliar su oferta de forma muy significativa en las próximas semanas y meses», añade.

Plataforma globalizada

Como siempre hace la entidad radicada en Seattle, Nuyts aprovechó para informar también de que se abre la plataforma a distribuidores locales y productores para que cuelguen ya sus productos de droguería y alimentación en la web y los vendan desde este escaparate internauta mundial. Ello supone que los empresarios nacionales hacen realidad de golpe su anhelo de llegar a todos los rincones. Tal y como ayer ensalzó el videpresidente de Retail en Amazon Europa, Xavier Garambois, «hay miles de marcas españolas con productos de alta calidad que consumidores de todo el continente estarían encantados de poder probar. Ahora, estas empresas pueden o convertirse en proveedores de Amazon o vender sus productos directamente a nuestros clientes a través de Amazon Marketplace». Así, remarcó Garambois, desde la empresa de comercio electrónico ansían «exportar el sabor español y la marca España» a todos los rincones.

Amazon, que recientemente anunció que era la primera compañía tecnológica estadounidense que declararía sus ingresos en cada uno de los países europeos, incluido España, computa un volumen de negocio en el viejo continente de 15.000 millones de dólares (en euros, 13.600 millones) al año. Por detrás de Estados Unidos, su cuna, Alemania es su segundo gran mercado en el mundo. En España las cifras de negocio rondan en la actualidad los 300 millones de euros.

Marcas reconocidas

Aunque eso era hasta este momento cuando las cifras se dispararán al mismo ritmo en que se incorporan miles de productos y alimentos no perecederos. Cientos de marcas locales e internacionales como Coca-Cola, Kraft, Carbonell, Kellogg’s, Cuétara, Nestlé o Hero, entre otras, tendrán su espacio ya en la web de la multinacional. En productos de limpieza y droguería, cuenta con referencias tan conocidas para los consumidores como son Fairy, Norit, Vileda, KH7 o Calgonit.

Los miembros de Amazon Premium (el programa de tarifa plana de este portal de internet) que compren en la tienda de alimentación tienen el envío gratuito e ilimitado en 24 horas en cualquier lugar de España.

A la gresca por el conprador digital

En Estados Unidos, la idea de sustituir la visita al supermercado a través por una plataforma web es tan antigua como el «boom» de internet. Ya en 1999, en pleno hinchado de la burbuja «puntocom», circulaban por las calles de San Francisco los camiones de Webvan, un servicio para hacer la compra por el ordenador que salió a bolsa y se desplomó poco después como muchas otras tecnológicas de comienzos de este siglo.

Ahora es un mercado maduro y cada vez con más competencia. Se mezclan veteranos como FreshDirect, que funciona en Nueva York desde 2002, con un número creciente de «startups» que buscan afinar el modelo. Las grandes compañías se han lanzado también a por esta pieza esencial del consumo directo, el de los alimentos perecederos y no perecederos y los productos de droguería, enviados al cliente en el mismo día que los solicitan: Amazon, el gigante de la venta online, abrió su servicio en 2007. Los camiones de AmazonFresh son una constante en las carreteras y calles de EE.UU. (el servicio cuesta 299 dólares al año, unos 265 euros, y envía pedidos superiores a 50 dólares). Google también se ha metido en la pelea, con Google Express.

Las grandes cadenas de supermercados están tratando de no permitir que Amazon les aplique la misma receta que a Barnes & Noble en la venta de libros. Wal-Mart –la empresa con más empleados del mundo– ha iniciado una campaña agresiva de venta online (Aldi también lo acaba de anunciar para el Reino Unido) de la que ayer se supo su última novedad: permitirá a los clientes hacer la compra por internet y recogerla, ya preparada, en un punto de venta. Otra de las grandes cadenas de EE.UU., Target, también se ha apuntado a la guerra.

Este mes anunció una alianza con Instacart, una de las tecnológicas con más fuerza en el sector. Instacart, que utiliza a compradores que recogen por ti la compra y la envían a casa, obtuvo en su última ronda de financiación 220 millones de dólares, lo que otorga una valoración a la compañía cercana a los 2.000 millones de dólares. De momento, será un programa piloto en la ciudad de Minneapolis, pero Target ya planea ampliar a otros métodos de venta, como la recogida física de productos que se piden online.