Simulacro de ahogamiento en la playa de la Arena (Tenerife)
Simulacro de ahogamiento en la playa de la Arena (Tenerife) - LUIS CALABOR

Tres personas murieron ahogadas cada día durante el pasado mes de julio

Hasta el 15 de agosto han muerto en España 235 personas en espacios acuáticos, más de la mitad en playas

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Veranear en la playa o disfrutar de la piscina puede ser la mejor experiencia de las vacaciones o convertirse en una trampa mortal. Este ha sido el trágico destino de 235 personas en lo que llevamos de año, según recoge por primera vez el Informe Nacional de Ahogamientos elaborado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo ( RFESS).

Los 30 casos registrados durante la primera quincena de agosto son dramáticos, pero mucho peor ha sido el recuento de fallecidos durante julio, mes que por sí solo acumuló más del 40% de los casos totales de lo que llevamos de verano, con 85 muertes registradas. Durante el mes pasado, murieron prácticamente tres personas al día por ahogamiento en España.

Más en Andalucía

Por zonas, las comunidades autónomas con mayor número de casos contabilizados son Andalucía, con 38; seguido muy de cerca de Cataluña (34); Canarias (29); Galicia (28) y Valencia (25). Ni desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencias ni tampoco desde la RFESS disponen de datos comparativos respecto a 2014.

Pese a ello, las cifras facilitadas por el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña muestran un incremento de asistidos entre el 1 de junio hasta el 9 de agosto, especialmente entre los niños menores de cinco años. Así, si el año pasado se produjeron 18 casos de asistencia sanitaria por ahogamiento en niños, en el mismo periodo de 2015 la cifra se disparó hasta 31, casi el doble. La mayor parte de los casos se dieron en piscinas, concretamente en instalaciones privadas, sin la presencia de ningún socorrista.

Causas por definir

Los responsables del Informe Nacional de Ahogamientos no han definido cuáles son las causas que explican el porqué del repunte de ahogamientos durante el mes de julio. Pese a esto, fuentes del Departamento de Salud de la Generalitat afirman que las sucesivas olas de calor que azotaron al país el mes pasado habrían incrementado exponencialmente los fallecidos por ahogamiento. O dicho de otra manera, a mayor afluencia de público, mayor es el número de víctimas.

De acuerdo con los datos del informe, el perfil del bañista fallecido por ahogamiento sería un hombre –acumulan tres veces más casos registrados respecto a las mujeres– de nacionalidad española y tener más de cuarenta y cinco años.

La coordinadora de la Comisión de Prevención y Seguridad de la RFESS, Ana Domínguez Pachón, afirma que España es un caso especial en este sentido debido a que «en el resto del mundo el mayor número de casos se da entre niños pequeños y aquí se concentra en adultos». La gran diferencia entre sexos se explicaría, según la coordinadora, por el mayor «atrevimiento» de los hombres al ir a zonas que no conocen o su tendencia a «ponerse al límite».

Ser demasiado intrépido no es la única causa de ahogamiento. De acuerdo a la coordinadora, las imprudencias más frecuentes que cometen los bañistas son, en piscinas, zambullirse de cabeza en zonas poco profundas o jugar a ver quién aguanta más tiempo debajo del agua. Por el contrario, nadar en zonas poco conocidas, entre rocas, o no seguir las indicaciones que marca el socorrista son las más repetidas en las playas.

En ellas se concentra el mayor número de fallecidos en España (135), seguido de piscinas (40) y ríos (22). La coordinadora explica que la concentración de muertes en las playas se debe a que, a diferencia de las piscinas, nos encontramos en un ambiente con condiciones muy variables «que pueden cambiar en poco tiempo y a cien metros de distancia», explica.

Para combatir la impredecibilidad de los mares y no sufrir ningún percance en los espacios acuáticos, la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo aconseja leer las normas de seguridad, seguir las indicaciones del personal y hacer caso a las banderas. «Muchos accidentes se producen porquer hay bandera amarilla o roja y la gente se baña», explican. A su vez, los expertos insisten en que los menores nuncan deben estar solos o sin vigilancia y, siempre hay que permanecer cerca de la orilla.

Drones como socorristas

Los socorristas ya no están solos en las labores de salvamento en las playas españolas. Desde el pasado 16 de julio, cuentan con el apoyo de drones, gracias a un proyecto impulsado por la empresa de telefonía Vodafon. Ante el avistamiento de una persona en peligro, estos ingenios mecánicos y socorrista se dirigen hacia el mar. Al llegar antes el dron al lugar del suceso y lanzar al bañista un salvavidas, el socorrista tiene mucho más margen de actuación.

Hasta el 15 de septiembre estos vigilantes robotizados actuarán en las playas de Cabopino (Marbella), Ribadesella (Asturias), Isla (Cantabria), Cartagena (Murcia) y Benalmádena (Málaga).

En el 68% de los casos de ahogamiento, de acuerdo con este primer informe, ningún socorrista vigilaba los espacios acuáticos. Por este motivo, la coordinadora Ana Domínguez Pachón indica que «urge una normativa a nivel nacional que contemple cómo deben ser los servicios de socorritas en playas, qué tipo de señalización debe tener indicando cuáles son las zonas de peligros o el horario en el que el servicio de socorrista está activo».

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