Tortugas, escuela de aprendizaje

Son unos simpáticos animales ideales para que los niños aprendan a ser responsables, eso sí siempre supervisados por un adulto... no porque sean peligrosos; sino por los niños que en un exceso de cariño pueden perjudicar la salud de su apacible mascota

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si hay niños en casa, más pronto o más tarde todos le harán la misma petición: «¡¡Quiero una mascota!!» Como venimos diciendo tener un animal en casa, por pequeño que este sea, es toda una responsabilidad ya que se trata de un ser vivo con unos sentimientos y unas necesidades. Cuando llega ese momento, las tortugas son las más indicadas para que los pequeños comiencen a responsabilizarse de un ser vivo. Están indicadas para niños con edades comprendidas entre los siete y ocho años, pero siempre bajo la supervisión de un adulto.

La llegada de una tortuga a casa resulta muy positiva para la educación de un niño. Gracias a esta pequeña y tranquila presencia nuestros hijos aprenderán a adquirir «pequeñas» responsabilidades como: alimentarla, cogerla con cuidado, respetar su intimidad y mantener limpio su recinto.

Las tortugas tienen las mismas o parecidas necesidades que cualquier otra mascota (salvo el tener que sacarlas a pasear como a un perro). Son poco exigentes y son felices si se les proporciona un alojamiento adecuado y una alimentación equilibrada.

Hay tres grupos de tortugas: terrestres, acuáticas y marinas, estas últimas no se comercializan como mascota. En el momento de su adquisición les pedimos que tengan mucho ojo y solamente acudan a lugares especializados y de toda confianza ya en el caso de las tortugas terrestres, hay algunas que están protegidas por la ley y está prohibida tanto su captura como el mantenerlas en cautividad.

¿Macho o hembra?

Si tiene curiosidad por saber si su tortuga es macho o hembra, es bastante complicado descubrirlo. Según veterinarios consultados, depende, principalmente, de las manchas que tengan en el abdomen, si tiene muchos puntos es un macho, mientras si tiene pocos es hembra.

Las tortugas se deben coger con mucho cuidado por ambos lados del caparazón. No se las debe coger a menudo, por que pueden llegar a padecer estrés. Cuando llegan los fríos invernales su instinto natural las hace hibernar (en la mayoría de los casos dejan de comer y apenas se mueven). No hay que molestarlas para nada podría tener fatales consecuencias.

El mejor habitáculo

El alojamiento es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en el momento de decidirnos por contar con una tortuga como mascota. El lugar más indicado son los terrarios, son una especie de peceras con tierra y piedras. El tamaño de la estancia dependerá del número de inquilinos. Para la preparación del habitáculo cuente con su hijo y hagan juntos las labores de preparación.

La altura mínima debe ser de unos 25 cm para que las tortugas estén protegidas de las corrientes de aire. El fondo se cubrirá con una capa de gravilla gruesa, piedras lisas y alguna rama seca para que los inquilinos se encuentren lo más a gusto posible. El terrario debe colocarse en un lugar ni sombrío ni a pleno sol, aunque de vez en cuando es bueno que sientan un poquito el calor solar que les ayude a la producción natural de la vitamina D, muy saludable para su piel. Esto, para tortugas terrestres.

Si el «apartamento» es para ejemplares acuáticos, este debe disponer de una parte con un recipiente (no menor de 10 cm) para que el animal se pueda remojar e incluso nadar y una parte seca donde la tortuga pueda salir a tomar el sol. Con esto le queremos decir que descarte desde el primer instante esos recipientes de plástico con forma de riñón con una isla y una palmera de plástico en el centro. Si no se les da bien eso del bricolaje existen en el mercado unos kits para crear el hogar perfecto que incluyen terrarios de distintos tamaños, según las necesidades de los futuros inquilinos.

El pack de iniciación para tortugas de tierra tiene un precio aproximado de 199 euros o en el caso de ejemplares acuáticos existe un terrario tortuguero Exo Terra Turtle por 101,45 euros.

No solo lechuga

Las tortugas terrestres y acuáticas son las únicas que están comercializadas como mascotas y se adaptan muy bien -si se las deja intimidad- a compartir su vida en nuestros hogares. No solo viven de hojas de lechuga y no son demasiado exquisitas a la hora de comer, aunque hay que tener mucho cuidado con lo que se les da. Aparte de vitaminas, proteínas y fibra, necesitan calcio y fósforo, estos dos últimos elementos son importantes para mantener duro y en perfectas condiciones su caparazón. En el caso de las tortugas acuáticas el calcio se puede adquirir en pequeños bloques (parecen un cubito de caldo) en tiendas de mascotas y grandes superficies (1 euro) se disuelven lentamente y controla la acidez del agua, ya que neutraliza el PH.

El agua es vital para todo ser vivo y las tortugas no iban a ser la excepción. No les debe faltar nunca, no sólo para beber; sino también para que puedan remojarse. El agua debe renovarse a diario, ya que el animal puede acercarse tanto a beber como a darse un pequeño chapuzón. Otro dato a tener en cuenta es que nunca hay que sobrealimentar al animal. Veterinarios expertos aconsejan que coman seis días y uno se queden a dieta. Además que la cantidad de comida debe ser aproximadamente la que se puedan comer en no más de diez minutos (la que sobra se retira).

Alimentación acuática y terrestre

Las tortugas acuáticas se alimentan de producto desecado. Los más conocidos son los «gammarus», una especie mini gambas y una especie de barritas de pienso. Estos se pueden compaginar con pequeños pedacitos de carne o pescado crudo. Se puede probar con la socorrida lechuga y otros vegetales, pero no hay que olvidar que las acuáticas son carnívoras. En el mercado hay una amplia variedad y depende su precio -2,95 euros a 20 euros aproximadadamente- en la cantidad y en la calidad del producto. Siempre déjese aconsejar por una opinión experta.

Las terrestres deben alimentarse con una dieta variada y equilibrada. Hortalizas, frutas y verduras son la base de su alimentación. Veterinarios consultados recomiendan que se les prepare una miniensalada variada en la que no debe faltar (cada día mezclando ingredientes diferentes) tomate, apio, calabacín, maíz, hinojo, piña, sandía, melocotón e incluso setas. También les encantan los brotes de soja y algún pedacito de carne. Otro tipo de alimento que les encanta son algunas plantas silvestres, como la alfalfa, cardo, diente de león, trébol o la salvia. Otras verduras que pueden formar parte de su dieta son la col, espinacas, brócoli y pepino.

Una advertencia todas estas frutas y verduras se ofrecerán de forma variada y cortadas en juliana y como decimos deben de ser consumidas en no más de diez minutos. ¿El motivo? Si se deja mucho tiempo en el cuenco inician su proceso de fermentación y pueden ser perjudiciales para el estado de salud del animal.

Para las tortugas terrestres existen productos envasados ya comercializados y de vez en cuando es bueno mezclar la alimentación natural con los piensos. Los puede encontrar de diferentes precios -entre 4,20 a 20,95 euros- dependiendo de la cantidad y la calidad. Por último, NO le de productos azucarados.

Ver los comentarios