Los diez clásicos sin los cuales no se entendería la Navidad
Espléndido Belén navideño a tamaño real ubicado cada año en la Plaza de la Basílica de El Pilar, en Zaragoza - fabián simón
especial fin de año

Los diez clásicos sin los cuales no se entendería la Navidad

Se come y se bebe hasta el extremo, se canta, se consume mucha más televisión y, por encima de todo, se comparte en familia. Esta es la Navidad más tópica (utópica, para los menos afortunados) y a la que, sin embargo, no nos gusta renunciar

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se come y se bebe hasta el extremo, se canta, se consume mucha más televisión y, por encima de todo, se comparte en familia. Esta es la Navidad más tópica (utópica, para los menos afortunados) y a la que, sin embargo, no nos gusta renunciar

12345678910
  1. Ritos en la fecha más cálida

    Espléndido Belén navideño a tamaño real ubicado cada año en la Plaza de la Basílica de El Pilar, en Zaragoza
    Espléndido Belén navideño a tamaño real ubicado cada año en la Plaza de la Basílica de El Pilar, en Zaragoza - fabián simón

    Son fechas de solidaridad. Alegría. Ilusión. Son fechas de fe. Tal vez, simplemente, ayuda a mantener plena la confianza en que toque el Gordo y cambie el rumbo que marca la siempre desconcertante realidad. Otras veces, fe recobrada en el ser humano y en la unión familiar. Por eso, el primer ritual que no debe faltar cada Navidad es ése, el de contar con el prójimo para hacer de estas fechas un «manjar» muy especial.

    Si de rituales de los creyentes hablamos, no faltarán los villancicos, aunque al final acaban siendo tarareados por todos como la melodía que pone tono a la Navidad. Si nos atenemos solamente a las viandas tradicionales que asoman como el Guadiana por estas fechas, no podemos olvidar los turrones, polvorones y todo tipo de chocolates y dulces que pondrán color sobre la mesa. Si hablamos de suerte, entonces la fortuna noquea la puerta el 22 de diciembre, con el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, que tiene «repesca» con otro bombo, el de cada 6 de enero con la Lotería de El Niño. Y algunas personas, simple y sencillamente, lo que ponen en práctica cada invierno son las supersticiones y -más que rituales navideños- dan alas a todo tipo de superchería.

    En toco caso, si cualquiera de estos clásicos -combinados o en solitario- sirve para alimentar la mejor de las Navidades, la etapa más cálida, hogareña y altruista del año, entonces bienvenido sea.

  2. Preparativos: los puestos que ponen color a la Navidad

    Los puestos de adornos y decoración festiva se ubican cada año en la Plaza Mayor de Madrid
    Los puestos de adornos y decoración festiva se ubican cada año en la Plaza Mayor de Madrid - jaime garcía

    En los hogares españoles no solo se planifican las recetas y platos con que se sorprenderá a los invitados por Navidad. Junto a os alimentos, se ultiman otras decenas de preparativos en apenas unos días. Como si de unas máquinas robotizadas se tratase, las matriarcas y patriarcas de las familias suelen hacer miles de gestiones en unas horas: se compran los adornos y el resto de la decoración navideña con que se agasajará al visitante tanto en el hogar como a la hora de sentarse frente a un plato. Además, se compran los regalos para toda la familia y se viste uno de gala en cada ocasión que encuentra, así que si es necesario, se planifican también las compras necesarias para uno mismo. Ropa, abalorios, el complemento que queda para lucir modelito... Se busca en aquella tienda perdida el obsequio que una vez tu pareja vio en el escaparate y con el que quieres sorprenderle en estas fechas. Se compra la figura del Belén que se rompió el año pasado en los puestos de los mercadillos, como el que se encarama impertérrito al paso del tiempo cada año en la madrileña Plaza Mayor...

    Y los sempiternos regalos

    Es como ver el «día de la Marmota» de Jim Carrey en versión anual. Y con un gorro de Papá Noel o de reno sobre la cabeza del protagonista. Es un ejercicio similar a observar desde fuera a un personaje y cómo éste completa el último tramo del año en cámara acelerada. Fotograma a fotograma: en un instante, nuestro protagonista aparece comprando en unos grandes almacenes una bufanda invernal para que no se constipe el abuelo, que llegará refunfuñando a la elaboradísima cena de Nochebuena alegando que él siempre prefirió una sopa antes que tanto plato de «nouvelle couisine» donde la comida apenas se distingue en el fondo del plato; al minuto siguiente, el protagonista se sitúa enfrente de una tienda de bolsos decidiendo si por quinto año consecutivo va a llevarle un complemento a tu madre que declinará porque no lo necesita y en su mente estaba la «trituradora» que tanta falta le hacía y que se averió en el último mes; en un fotograma sucesivo, se presenta en la Iglesia advirtiendo las novedades que este año incorpora el Belén local...

  3. Cenas de empresa, castañas, polvorones, marisco, cordero...

    Cena de empresa: un rito que no se perdona, aunque luego cuesta tiempo en poderse olvidar
    Cena de empresa: un rito que no se perdona, aunque luego cuesta tiempo en poderse olvidar - madero cubero

    Y en medio de todos esos preparativos no fallan las mesas repletas de comida. Viandas y manjares a borbotones, para comer como si no hubiese un mañana. La hora de la dieta llegará en plena cuesta de enero cuando el exceso de kilos contrarreste lo ligeros que se dibujan los bolsillos.

    El pistoletazo de salida de las copiosas comidas empieza una noche, aquella en la que se celebra la cena de empresa, en la que amén de tener que ver cómo supera el nivel de alcoholemia el jefe más temido o de tener que superar un baile con el compañero de oficina más detestado, también se da cuenta de una abundancia alimenticia que no cesará hasta pasado el día de Reyes. Las ciudades más frías se llenan de puestos ambulantes de castañas calientes. Los establecimientos que sirven churros, porras y chocolate caliente se ponen las botas en pleno diciembre. Hacen su agosto también los fabricantes de turrones, polvorones y todo tipo de dulces exponencialmente más demandados en tres semanas de diciembre que en todo el resto del año.

    Y así llega la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la mesa repleta de Nochevieja, los almuerzos de Año Nuevo y Reyes y sobre el tapete no falta un entremés, un buen trozo de cordero o una buena sobredosis de marisco, todo ello maridado con champán, vino y otros licores. Para alzar la copa y brindar al unísono: se ajusta este relato, sin duda, a la Navidad más tópica, pero, por favor, que no nos quiten la Navidad.

  4. El día (o días) que voltea la suerte

    Los niños del Colegio madrileño de San Ildefonso son una estampa tradicional cada 22 de diciembre
    Los niños del Colegio madrileño de San Ildefonso son una estampa tradicional cada 22 de diciembre - isabel permuy

    22 de diciembre de 2014. Sorteo Extraordinario de la Navidad y miles de miradas postradas sobre unos bombos y sus diminutas bolas de la fortuna en su interior. Podríamos mentar mil y un rituales, sortilegios y supersticiones maniatadas a este día, pero repetiremos, como la cantinela repiqueteante de los niños del colegio madrileño de San Ildefonso y las inmensas colas que en los días previos, incluso semanas, se forman en derredor de administraciones «tocadas» previamente por la varita mágica del reparto de suerte. En la leridana de La Bruja de Oro de Sort, ya llueven los millones (pero de peticiones de décimos vía internet), y en la madrileña Doña Manolita de la calle Preciados, ni los vecinos loteros ni los puestos de venta ambulante más cercanos consiguen hacer sombra a sus legendarias filas de personas aguardando durante horas una sonrisa cómplice de esa «diosa» que tanta falta hace siempre.

    Como información, el Premio Gordo es este año de 640 millones de euros, 4 millones de euros a la serie; mientras que el segundo premio repartirá 200 millones de euros y el tercero, 80 millones. Como todos los años, el precio del boleto es de 20 euros. Se reparten, en total, 24.486.400 premios. El Sorteo consta de 160 series de 100.000 números cada una, siendo el total de la emisión de 3.200 millones de euros. Se van a repartir en premios el 70% de la emisión, es decir, 2.240 millones de euros.Pasada la mañana del día 22 (que cae en lunes este 2014), que amanece en todas las casas con el soniquete de los graciosos pero martilleantes niños de San Ildefonso (que llevan con ensayos perennes desde el pasado mes de octubre), también se repiten los ancestrales ritos: confiar en la siguiente ruleta de la gracia (para el 6 de enero siguiente), más si cabe si ha tocado un pellizquito o la devolución del dinero del billete para reinvertirlo en el próximo giro afortunado de los bombos; junto al típico argumentario de los agraciados de que invertirán el monto en lo de siempre, «tapar agujeros» y distribuir entre los más desfavorecidos que, por cierto, pocas veces ven algo de lo prometido.

  5. Música celestial en nuestros oídos: el anuncio lotero

    Fotograma del anuncio de la Lotería de Navidad 2014
    Fotograma del anuncio de la Lotería de Navidad 2014 - abc

    No solo los niños del colegio madrileño de San Ildefonso ponen melodía a estas fechas. Previamente al día del gran Sorteo, nos quedamos, de entre todos los anuncios, con el siempre reiterativo de la Lotería de Navidad, que antes usaba un calvo y este año ha sido rodado en la localidad madrileña de Villaverde para dar mayor protagonismo a las vivencias humanas. Bajo el claim «El mayor premio es compartirlo», cuenta la conmovedora historia de Antonio y Manuel que son, a la sazón, el dueño de un bar y uno de sus parroquianos, quien acaba viendo recompensadas todas sus esperanzas en el décimo de lotería que le ha guardado el propietario del establecimiento. Y amigo.

    Jugar en equipo es unas de las costumbres a las que más recurren los españoles, según Loterías y Apuestas del Etado. Es en el sorteo de Lotería del día 22 de diciembre en el que más se juega en grupo, así que en el bar de Antoniono solo Manuel se beneficia de la ilusión. El anuncio de la Lotería de Navidad que tanto ha gustado a los españoles este año ya se ha convertido en uno de los más aclamados después de la desaparición del tradicional calvo, que ya era uno más en nuestra familia navideña.

    El anuncio acerca la vertiente humana del sorteo

    Junto a la gran cantidad de anuncios que acechan las escaletas y programación de las cadenas hasta pasado el día de Reyes, para incentivar el consumo, el spot de la Lotería acerca a los telespectadores el lado más humano del sorteo, contando lo que podría pasar si dejamos de comprar el ansiado décimo, cómo les cambia la vida a las personas en las que recala el Premio Gordo y cómo, nunca, hay que dejar de soñar en que toque. Este año la suerte «cayó» en el bar de Antonio. Pero mañana, ¿quién sabe?

  6. Raphael siempre vuelve a la tele por Navidad

    Los especiales de TVE con Raphael como protagonista son legendarios. En la imagen, junto al artista Pablo Alborán en uno de esos recitales navideños
    Los especiales de TVE con Raphael como protagonista son legendarios. En la imagen, junto al artista Pablo Alborán en uno de esos recitales navideños - abc

    De entre todos los villancicos y de toda la programación especial que se planifica para estas fechas, nos quedamos con el especial que año tras año se reserva en Televisión Española al cantante Raphael. El de Linares lleva protagonizados mil y un espacios especiales y el año pasado hasta se multiplicó por dos y apareció también cantando en el anuncio lotero, junto a Marta Sánchez, David Bustamante y Montserrat Caballé, entre otros.

    Se congratula el jiennense de que, casi tan tradicional como el mensaje de Nochebuena del Rey, desde su despacho en La Zarzuela, es su vuelta a cada casa por Navidad. Asiduamente, se emite en Nochebuena y suele monitorizar a la audiencia más fiel. Con solera y garbo sobre el escenario, el cantante pisa con la misma garra de siempre las tablas acompañado de sus amigos artistas y lo más granado del panorama musical. Raphael va a cumplir 56 años en el mundo de la música henchido de éxitos, manteniendo siempre a su público más leal frente a la pantalla.

  7. ¿Quién da las campanadas?

    Ramón García presentó ya las campanadas en TVE en el año 2000 junto a Paloma Lago
    Ramón García presentó ya las campanadas en TVE en el año 2000 junto a Paloma Lago - abc

    Es un clásico entre los amigos o la familia decidir qué cadena se pulsará esta vez para que el sonido del reloj de la Puerta del Sol penetre en nuestros hogares. Esa elección conlleva también dejar que uno o varios presentadores profundicen en la tensión que aguarda al momento previo a la entrada del Nuevo Año. Si será la despampanante Anne Igartiburu, el gracioso Jorge Javier, los salerosos inquilinos de Montepinar o la bella Anna Simón. Año tras año, el mando a distancia es sometido al mismo nerviosismo de los huéspedes de la casa.

    Este año vuelve el sinónimo de las campanadas a TVE: el vasco Ramón García, que ha acompañado a los españoles en el cambio de década, centuria, milenio e incluso de moneda, puesto que lleva ya once años al frente de la retransmisión más demandada por los rostros catódicos. Y no se achanta ni acobarda ante la presión y las exigencias cada vez mayores de los televidentes. Como confesó en una entrevista a ABC publicada el pasado 9 de diciembre, sigue haciéndolo con la misma ilusión, sabedor de que se trata de un reconocimiento. Es un gran orgullo para él. Su capa, admitió en el mismo cuestionario, tampoco faltará el próximo 31 de diciembre.

  8. Reposiciones de películas: «Dirty Dancing» y el teatro de Lina Morgan

    Imágenes de la obra de teatro «Celeste no es un color», con la sin par Lina Morgan en su papel protagonista
    Imágenes de la obra de teatro «Celeste no es un color», con la sin par Lina Morgan en su papel protagonista - abc

    Hubo años de nuestra juventud en que una Navidad no era la misma si no aparecían las piernas destartaladas de la sin par Lina Morgan por el televisor. Se podían recitar las estrofas de «El último tranvía» y «Celeste no es un color» de memoria, porque la reposición era obligada cada mes de diciembre. Luego se saltó del teatro a las películas más demandadas: «Dirty Dancing» fue auditada año tras año hasta el punto de que parecía que Patrick Swayze nunca moriría frente a nuestros ojos, como sucedió finalmente en 2009. Pero la película del baile sucio y del descubrimiento de la sexualidad por una adolescente de familia bien no pereció en las programaciones durante un sinfín de años.

    El teatro saludó al cine y éste a la ficción seriada. Los chistes contenidos en los capítulos de «Aquí no hay quien viva», después «La que se avecina», son memorizados y recopilados como si de un papagayo moderno se tratase. Las cadenas se contraprogaman con las series estrella de cada casa para no perder filón. No en vano, es la Navidad una etapa de rivalidad absoluta en los carteles televisivos y en los medidores de éxito.

  9. Saltos de esquí y otros deportes invernales

    El finlandés Matti Hautamaeki, durante una competición de salto de esquí en Austria
    El finlandés Matti Hautamaeki, durante una competición de salto de esquí en Austria - reuters

    En medio de esas parrillas de programación, nos asaltan como una tonadilla perpertua espacios reservados a los más adeptos al deporte. La singularidad de esta época es que se cuelan, casi como un gato en casa ajena, los minutos destinados a los deportes de invierno. Como si fuese mejor acogida la práctica de esas modalidades cuando el espectador se encuentra bajo una manta cobijado del frío en su sofá. Y como si se atemperase en algo el hecho de que el protagonista de los saltos de esquí y las competiciones sobre la nieve se juegan el tipo en cada pirueta.

  10. La macrocabalgata nacional de Reyes

    Sus Majestades los Reyes de Oriente llegan cada 5 de enero incondicionales a su cita con niños y mayores
    Sus Majestades los Reyes de Oriente llegan cada 5 de enero incondicionales a su cita con niños y mayores - jesús spinola

    Retransmitidas por televisión o en vivo y en directo en las calles de todos los municipios del país, hay otra cita ineludible cada Navidad. La tarde-noche del 5 de diciembre, tres Majestades asoman por los horizontes de cada localidad sobre la figura de un tradicional y evocador camello, caballos, tractores, barcos, avionetas, globos aeroestáticos y hasta trineos reales. Lo cierto es que los medios de transporte escogidos por Los Magos de Oriente para desplazarse por cada rincón de la geografía española (y universal) son variopintos, pero hacen todo lo posible por no faltar a esa cita con las ilusiones de los más pequeños de la casa.

    Las costumbres que envuelven, como papel de regalo, la forma de entregar los obsequios también varía según las zonas o los hábitos adquiridos. En algunos pueblos sale cada pequeño a recoger el presente que corean a voz en grito Melchor, Gaspar y Baltasar. Y les someten al test anual: «¿Has comido verdura? ¿te has portado bien? ¿lo harás en lo sucesivo para que no te traigamos carbón la próxima vez?». Sus padres (en esto sí que no hay distinción alguna) observan orgullosos y embutidos en lágrimas a sus retoños desde el graderío. En otros municipios, son los progenitores los que deben trasladar a sus hijos hasta los regazos de los de Oriente. Y allí el ejercicio se repite: no habrá regalo sin «examen» sobre el buen comportamiento del pequeño. Los sollozos al ver el rostro negro de Baltasar también son un icono de cada jornada de Reyes.

Ver los comentarios