Viaje a Nazaret, las viviendas sociales de Los Pajaritos reconvertidas en narcopisos
Vecinos de la barriada lanzan un grito de auxilio ante el agravamiento de la conflictividad en este punto considerado uno de los grandes hipermercados de la droga en la capital
Hace tres años, un escrito anónimo llegaba a ABC. Alguien que se identificaba como vecino de Los Pajaritos pedía ayuda porque los narcotraficantes que usan pisos del barrio como puntos de venta, estaban acorralando a los residentes que viven al margen de ese negocio ilícito. El escrito incluía un pequeño mapa con la zona más conflictiva de esta parte de la ciudad, el sector denominado Nazare t, y marcados con una x las viviendas ocupadas por los narcos. Tres años después, a esta redacción le llega el grito de auxilio de un grupo de vecinos desesperados, que ve cómo la marginación gana terreno en las calles Candelón, Gaviota, Mirlo o Perdiz y los planes municipales para rehabilitarlas fracasan.
Nazaret es un área compuesta por cerca de 1.700 viviendas, de las cuales 1.688 forman parte de un nuevo plan del Ayuntamiento para sacar adelante al segundo barrio más pobre de Españ a. El Gobierno de Espadas anunciaba este pasado verano un cambio de estrategia con respecto a la intervención llevada a cabo hasta el momento en ese punto de Los Pajaritos. Ya no se van a derribar los bloques, algunos de ellos tomados casi en su totalidad por los traficantes. El anuncio municipal es que se van a invertir 16 millones de euros para la rehabilitación de las casas. Entre los vecinos que denuncian el aumento de la conflictividad en ese punto existe el temor de que se arreglen los narcopisos manteniendo a sus actuales ocupantes.
La transformación de Nazaret ha sido radical. Nació entre los años 50-60 de la década pasada como solución para las familias obreras que tenían dificultades para acceder a una vivienda. Una parte, conformada por 1.180 viviendas , es de titularidad privada y es la que está más alejada del foco conflictivo , considerado como uno de los hipermercados de la droga más activos de la capital.
El Consistorio ha admitido el fracaso en regenerar la zona y dejará de derribar pisos para reformarlos
El tridente de calles que conforman Candelón con Gaviota, Mirlo y Perdiz es donde se concentra el mayor número de narcopisos, que antaño fueron viviendas sociales. Se ubica en un espacio que engloba 412 pisos de titularidad pública que según el proyecto municipal, de la mano del Patronato de la Vivienda, se irán rehabilitando en cuatro fases.
Según detallan fuentes policiales, aqui operan tanto clanes de las Tres Mil Viviendas, como grupos marroquíes y africanos, que han hecho de la venta al menudeo un negocio floreciente que está destrozando la imagen y la convivencia del barrio. El número de narcopisos está aumentando gracias a la compra-venta de los derechos de uso de unas viviendas sociales que se encuentran en un estado muy deteriorado, pero que los narcos las usan como punto de venta, fumaderos o almacén. En aquellos bloques donde se han instalado han conseguido paulatinamente ir expulsando al vecindario; en otras ocasiones, simplemente aprovechan la defunción de los residentes más ancianos para hacerse con lo que fue su hogar.
Un equipo de ABC acudía hace unos días para constatar el estado de Nazaret. Nada más poner un pie en la zona más castigada, los machacas o aguaderos que tienen encomendada la labor de vigilancia o la de atraer clientes, marcan a los periodistas, que ocultan en todo momento su condición para evitar problemas. Ese escalón inferior del negocio lo constituyen toxicómanos que cobran por sus servicios en especie, con la dosis diaria. Ellos también influyen en la imagen de marginalidad del entorno, como también la falta de limpieza en las calles y la acumulación de basuras en alcorques y aceras.
El contraste del Mercedes
En esa estampa contrasta con fuerza varios vehículos y en concreto, un Mercedes de gama alta que lucía brillante aparcado en la calle Mirlo y delante de portales que muestran evidentes necesidades de rehabilitación. Las mismas fuentes policiales señalan que la situación se ha agravado porque los traficantes se sienten fuertes. A pesar de las sucesivas operaciones policiales, las consecuencias judiciales no son severas y al tratarse de venta al menudeo, los responsables de estos narcopisos suelen quedar en libertad con cargos tras cada redada o salen de la prisión provisional a los pocos meses.
Si la vía policial no está funcionando, la actuación integral que ha llevado a cabo hasta la fecha el Ayuntamiento tampoco ha servido para erradicar estos problemas, como el propio alcalde Juan Espadas ha admitido.
La prueba más evidente son las 62 viviendas construidas junto a la zona más deteriorada de Nazaret . El Ayuntamiento no consiguió convencer a muchos inquilinos que había recolocado en unos pisos junto a la avenida de Andalucía, después de haber demolido sus casas de Los Pajari tos, que volvieran al barrio. A día de hoy y tras recurrir a otras familias demandantes de viviendas sociales, la empresa municipal Emvisesa consiguió llenar los dos bloques, cuya estética moderna y nueva factura contrasta con los pisos viejos que están justo enfrente y donde los traficantes siguen aumentando sus redes de narcopisos.
Aquellos vecinos que se quedan y piden ayuda, no se atreven a denunciar a sus vecinos traficantes.A la asociación de vecinos Tres Barrios han llegado esos mismos testimonios desesperados, pero su presidente Salvador Muñiz admite que no consiguen que den el paso para que colaboren con las autoridades. En Los Pajaritos, además, hay un sentimiento de hartazgo cuando se les toca el tema de la droga porque ese foco ha conseguido contaminar toda la imagen del vecindario, donde muchos vecinos luchan dignamente por salir adelante en el segundo barrio más pobre de Sevilla.
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