El puente de la Enramadilla durante su desmantelamiento
El puente de la Enramadilla durante su desmantelamiento - ABC

El día que Sevilla perdió dos puentes

Se cumplen 25 años del derribo del de la Enramadilla. También cayó el de Luis Montoto. Solo se libró el de San Bernardo

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A finales del mes de mayo de 1991 Sevilla era un hervidero de obras. En menos de un año habría de inaugurarse el evento que cambió la ciudad para siempre, la Exposición Universal de 1992. Mucho se construyó para esa cita (la Cartuja, Santa Justa, San Pablo...) y mucho quedó por el camino. Entre otras cosas, dos puentes: el de la Enramadilla y el de Luis Montoto. Solo quedó en pie el tercero: el de San Bernardo.

Los tres puentes, que se situaban en línea entre la estación de Santa Justa y la avenida de la Borbolla, servían para salvar las vías del tren que, de cara a la Expo, se soterraron. Sin tendido ferroviario que sortear, estos pasos elevados perdieron su sentido.

Sevilla perdió entonces los puentes que menor interés artístico tenían -Enramadilla y Luis Montoto-, pero conservó el de San Bernardo.

A cambio de los dos puentes demolidos, la ciudad ganó nuevas avenidas -José María Moreno Galván y José Antono Cavestany- y un espacio urbano más despejado. «La demolición del puente», narraba por entonces ABC de Sevilla, «no se llevará a cabo por el procedimiento de voladura controlada». Las razones que se esgrimieron fueron la cercanía de viviendas -las de la Huerta de la Salud- y el desastre de este tipo de derribos en Sevilla en el pasado. «Como se recordará, la voladura controlada ha fallado estrepitosamente en las últimas ocasiones en que se ha utilizado en Sevilla como en el caso del viaducto de San Juan de Aznalfarache, los puentes el Patrocinio [...]. En todos estos casos fueron necesarias varias intervenciones y al final los resultados no fueron precisamente tan espectaculares como se pretendía».

A la derehca, el puente de la Enramadilla cuando aún tenía tráfico
A la derehca, el puente de la Enramadilla cuando aún tenía tráfico - ABC

Hasta 25 millones de pesetas costó el derribo del primero de los puentes, el de la Enramadilla -que unía el Prado con la Enramadilla, donde hoy está el edificio Viapol-. Se empezó por la parte que daba a la avenida Carlos V y se terminó por el otro extremo en un plazo de unas dos semanas.

Por su parte, el puente de Luis Montoto -que conectaba la ronda con la vía del mismo nombre-, se tiró un poco después, en agosto. Según informaba ABC el 2 de agosto de 1991, la obra de demolición de este puente supuso, además de la apertura al tráfico de la zona, la exposición más visible de los caños de Carmona, hasta ese momento parcialmente ocultos por el puente. «A estos se le colocarán andamiajes que los mantengan rígidos y eviten su deterioro. Al término de los trabajos previstos en la zona, los caños de Carmona serán adecentados».

El puente que sobrevivió a la Expo

De los tres puentes que salvaban las vías del tren, solo uno quedó en pie: el de San Bernardo. Construido de hormigón armado -técnica novedosa en la época-, esta infraestructura data de las primeras décadas del siglo XX. Sus autores fueron el ingeniero José Luis de Casso y del arquitecto sevillano Juan Talavera Heredia.

Los materiales con los que se levanta, además del hormigón para su estructura, son la piedra -para los elementos ornamentales que le dan un aspecto neobarroco- y el ladrillo. En 1992, aunque no fue demolido como sus «hermanos», sí que sufrió cambios: se cambio su sistema estructural por vigas pretensadas, aunque mantuvo pretiles, garitas, escaleras e iluminación.

Ver los comentarios