Fraude Fundación DeSevilla
Apuntan que Carlos Vázquez (IU) pagó «con un sobre» el horno incinerador para La Habana
Una exasesora de Torrijos y del que fuera secretario provincial de IU en Sevilla explica el «impuesto revolucionario» que tenían que pagar al partido los empleados del Ayuntamiento propuestos por la formación comunista
El Juzgado de lo Penal número once de Sevilla ha acogido este miércoles la segunda sesión del juicio contra el que fuera gerente de la extinta Fundación DeSevilla entre 2007 y 2011, Miguel López Adán, militante de Izquierda Unida , por un presunto delito de fraude de subvenciones , por el que la Fiscalía le pide cuatro años y medio de cárcel bajo la premisa de que el acusado habría utilizado las a yudas municipales para «actos partidistas y fines particulares del partido» .
Para el Ministerio Fiscal, el acusado utilizó l a fundación como «un instrumento» de IU , entidad que entonces cogobernaba junto al PSOE el Ayuntamiento de Sevilla , con Alfredo Sánchez Monteseirín y Antonio Rodrigo Torrijos como cabezas visibles del proyecto de coalición. Hoy ha testificado una mujer que durante 2007 fue personal de confianza del área de Relaciones Institucionales del Consistorio hispalense, dirigida por Torrijos como primer teniente de alcalde; y entre 2008 y 2009 fue asesora en la Delegación Municipal de Economía y Empleo, encomendada al que fuera delegado no electo de Economía Juan Carlos Vázquez , también de la formación comunista.
Tanto Rodrigo Torrijos como Carlos Vázquez estuvieron investigados en la instrucción de esta causa hasta que el juez decidió excluirles del procedimiento, prestando ambos declaración como testigos durante la primera sesión de este juicio.
Esta asesora municipal ha sido interrogada sobre la adquisición de un horno incinerador para un cementerio de La Habana , un proyecto que se incluía en el expediente de subvención 98/2008 concedida por el Ayuntamiento hispalense a la Fundación DeSevilla y pieza clave de la causa judicial. La entidad dirigida por López Adán acabó renunciado a dicha subvención tras haber ejecutado, según el acusado, varios de los aspectos subvencionados y destinar parte del dinero a programas correspondientes a otras ayudas o al pago de nóminas, cartelería de un Encuentro de Solidaridad con Cuba o seguridad de la sede de la Fundación. Renunció, según explicó el acusado porque el Ayuntamiento no abonaba la ayuda.
Y es que según López Adán, la Fundación afrontaba serios problemas por las «demoras» del Ayuntamiento a la hora de aprobar las justificaciones presentadas respecto a las ayudas concedidas a la entidad.
Sin embargo, el interventor municipal dijo el pasado lunes que el Ayuntamiento «suele ser ágil» a la hora de resolver las justificaciones que se le presentan y pagar las subvenciones, achacando a la fundación un problema a la hora de justificar las ayudas concedidas.
El acusado y Carlos Vázquez aseguraron que el horno no se pagó con dinero de la Fundación porque el Ayuntamiento no abonaba la subvención 98/08 y esa tardanza suponía «un drama» para la ciudad de La Habana que no sabía qué hacer con los restos de sus cadáveres. Entonces, según éstos, la solución pasó por una cuestación para conseguir dinero de terceros privados o de las ONG para comprar dicho equipamiento.
Pero esta asesora municipal de IU ha explicado que un cargo del partido en el Ayuntamiento entró en contacto con ella para consultarle una «solución» para la adquisición de la incineradora. Proponía «sacar dinero del PCA» para entregarlo a la Fundación DeSevilla a través del área de Relaciones Institucionales, que la Fundación lo derivase a la ONG Cedespaz, en la que participaban miembros de IU, y ésta a su vez lo devolviese a la Fundación.
«Comparsas» de Carlos Vázquez
Ella no veía «viable» que la Fundación entregase un dinero de terceros a Cedespaz y después el dinero fuese «para atrás» de nuevo a la entidad municipal y además avisaba de la necesidad de formalizar el «préstamo» del dinero del PCA . Porque según ella, le dijeron que la operación sería realizada con dinero «del PCA».
La idea, según ha relatado, evolucionó hasta que Carlos Vázquez realizase el «préstamo» de 59.624 euros correspondiente a la adquisición de la incineradora en calidad de patrono de la Fundación, viajando Carlos Vázquez, López Adán y ella hasta San Sebastián, donde se entrevistaron con un abogado con el que era necesario resolver los problemas jurídicos de la operación.
En el despacho del abogado, según su relato, les recibió «un chico cubano» y Carlos Vázquez «sacó un sobre y dijo (al abogado): Toma los 60.000 euros» , gesto tras el cual ella abandonó la reunión, según sus palabras, y cree recordar que quizá también López Adán.
Y es que según considera, López Adán y ella viajaron a San Sebastián como «comparsas» de Carlos Vázquez , quedando en cualquier caso el dinero en el citado despacho del abogado, quien habría manifestado que con «todo pagado» y la factura elaborada, ya era posible «dar la orden al barco para que vaya para Cuba».
El impuesto revolucionario en Sevilla
Además, esta mujer ha explicado en el juicio «impuesto revolucionario» que afrontaban los cargos públicos de IU merced a los estatutos de la organización, que estipulaban que «para no enriquecerse en política» debían donar al partido la cuantía de su sueldo que superase el salario que cobraban antes de acceder al puesto público. « Era lo que pagábamos por trabajar », ha señalado, exponiendo que los cargos públicos propuestos por IU pero no afiliados a la organización también estaban sometidos a tal extremo.
En la sesión de este miércoles, ha testificado un auditor y economista encargado de las auditorías realizadas por la empresa consultora Deloitte sobre las cuentas de los ejercicios 2009 y 2010 de la Fundación DeSevilla, quien ha señalado el «desequilibrio acumulativo» que marcaba las cuentas de la entidad, con «problemas históricos» y « montones de saldos sin depurar » como consecuencia de la falta de «control interno» en materia contable.
La Fiscalía señala el desequilibrio patrimonial de 1.510.617 euros acumulado por la entidad por su «caótica gestión», lo que tuvo que solventar el Ayuntamiento con una aportación extraordinaria por el mismo valor como patrono principal de la Fundación. El auditor ha aludido a «significativos desfases» en la justificación de las ayudas, lo que ya declaró el interventor municipal. Ha insistido en las «debilidades de control interno» y ha reconocido que el desequilibrio patrimonial de la entidad era «muy relevante» .
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