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Feliciano Pérez-Vera Hernández: «Hay una Sevilla que se resiste a la modernidad y pervive la gens romana»

Compositor y escritor, tiene en los escaparates su última novela, titulada ‘Uno de los nuestros’ (editorial Indie), la visión que sobre Sevilla tiene una catalana inserta en las élites locales

Feliciano Pérez-Vera Rocío Ruz

Félix Machuca

Todo comenzó con muy pocos años y un magnetofón, grabando usted las tonás del Aljarafe y el Condado onubense.

Así es. Fui un niño inquieto por el folclore andaluz y comencé con un radiocasete a recoger las sevillanas viejas que se cantaron a finales del XIX y principios del XX, que aún estaban vigentes en muchas personas mayores de los pueblos.

¿Recuerda esas personas?

En Aznalcázar Francisco e Ignacio Mora; en Hinojos, Antonio El Mellizo, Trinidad la Parata y Marcelino. En Huelva, Pilarín Tavira.

No es de extrañar su pasión musical cuando en su casa de Hinojos había tres pianos…

Mi abuela tocaba, mi tía solterona también tocaba y mi madre igualmente. Pero además, en un gramófono antiguo, se escuchaba mucha música de discos de pizarra. Ahí escuché por primera vez siendo un niño las sevillanas de La Niña de los Peines, tan bonitas.

¿Su formación como compositor folclorista es paralela a la de escritor?

Creo que sí. En mi casa se contaban muchas historias antiguas que impactaron en mi fantasía. Historias de familias con dramas, con maleficios, con magia…

En su última novela, ‘Uno de los nuestros’, usted le concede a una catalana de la alta sociedad la visión de Sevilla desde los años 60 al 91. ¿Qué Sevilla ve?

Ve un Sevilla ruralizada, marcada por sus signos de identidad, diferentes al resto de las ciudades de ese momento.

¿A la protagonista qué le choca de la ciudad?

La protagonista se enamora de Sevilla y un sevillano. A partir de ahí empieza a ver las dificultades que tiene una ciudad cerrada, endogámica, con vínculos familiares muy fuertes, donde aún se ve la pervivencia romana de la gens. La familia también era la clientela.

Esa ciudad ruralizada, estamental y cerrada ¿la rompe la marea sociológica del 92 o sigue igual pero con fibra óptica e internet?

Creo que hay ciertos círculos locales que siguen viviendo en una novela del XIX y se resisten a la modernidad.

¿Qué círculos son esos?

Ciertos círculos apegados a sus historias familiares, a sus fincas, patrimonios y blasones repintados.

Me cuentan que en la novela hay personajes y situaciones reconocibles…

Sí, hay lugares muy reconocibles. Y algunos personajes a los que se les cambia los nombres, pero la historia es real.

Pasemos a la música. Durante la pandemia se viralizó un tema suyo que es una plegaria rociera y que tituló ‘Todo es mío’.

Lo hicieron viral las niñas Rocío y Lola Avilés, que luego han participado en ‘La voz’, quedando finalistas. La versión llegó a cerca de quinientas mil descargas sumadas las diferentes versiones.

Usted le ha escrito a Isabel Pantoja. ¿Es cierto que la opinión de su madre pesaba mucho en los criterios artísticos?

Ella ensayaba siempre con nosotros. Se ponía al lado del piano y marcaba el ritmo dando con su mano en la tapa. Pero también decía lo que le gustaba y lo que no. E Isabel la escuchaba.

¿María del Monte, tras el durísimo año que ha pasado, volverá a grabar un disco?

Está en ello. Y no te puedo adelantar más.

A María la conoce desde pequeño. Creo que en la caseta de feria El Sofocón se ritualizaba la apertura y la clausura de la Feria. ¿Lo recuerda?

Perfectamente. Se reunía toda la familia frente a un cuadro de la Virgen del Rocío. Se descorría una cortinilla, se le cantaba la Salve y se iniciaba la feria. El último día se hacía la ceremonia contraria hasta el año siguiente.

Me sorprende que, conociendo su creatividad, ejerciera usted durante quince años como alto ejecutivo de una entidad financiera en Madrid…

(Risas) La literatura y la música entraron en mi muchos años antes que el Derecho y las finanzas

Pero pudo hacer a su medida una casa de discos…

No se me ocurrió. No era mi oficio

De aquellos trabajos de campo que hizo usted, magnetofón en mano, creo que rescató reliquias para este tiempo de Navidad.

Rescaté la misa de pastores cantada en latín y los villancicos que la acompañaban. Parte de esos villancicos se cantarán el día 19 en el teatro de Los Remedios.

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