El Tren de la Bruja en la Feria de Abril
El Tren de la Bruja en la Feria de Abril - ABC
LOS CACHARRITOS

Guía de la Calle del Infierno... para niños

En el primer año sin ponis, el Tren de la Bruja o el Gusano Loco son grandes clásicos para los más pequeños

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La Calle del Infierno, ese gran parque de atracciones de 64.000 metros cuadrados situado en el recinto ferial, cuenta con más de un centenar de cacharritos, la mitad de los cuales están enfocados para el público infantil.

Es el principal reclamo para los más pequeños y, también, centro de todas las broncas entre padre e hijo cuando este último ya no aguanta más en la caseta y empieza a liársela al padre, que acaba sobornándole diciéndole que lo va a montar en todas las atracciones que quiera.

Así, rápidamente, en la mente de cada niño se abre un inmenso abanico de posibilidades. El Gran Circo Mundial es el mayor clásico y este año viene la compañía de Pyongyang de Corea del Norte.

Las entradas para 2016 se pueden adquirir a través de Internet y oscilan entre los 12 euros para los niños (14 para los padres) en los asientos sin numerar y los 35 euros en las butacas VIP.

En el año en que el Ayuntamiento ha suprimido los tradicionales ponis por la normativa de protección a los animales, en la calle del Infierno se pueden encontrar carruseles de ponis robotizados. Sin embargo, siempre quedarán cacharritos como el Carrusel, las Cadenas o el Tren de la Bruja, creado en 1964 como un simple trenecito que volvía locos a niños y mayores y que ha evolucionado en el Castillo del Tren de la Bruja, donde La Bruja Piruja, El Payaso Loco, El Payaso Paquetón y El Papá Payaso asustan con sus escobas al paso de los vagones.

Para niños también está el Gusano Loco, otro trenecito que va a toda velocidad subiendo y bajando que va siendo cubierto por una lona aislando a los pasajeros del exterior. El Pulpo o el Canguro son otras de esas atracciones para niños clásicas, con patas que van subiendo y bajando. La última de ellas se ha convertido más en un cacharrito para público adulto por su fuerza, que en uno infantil, aunque existen versiones «minis». Pasa lo mismo con los Coches Locos, que los hay tanto para niños como para mayores.

Otro de los grandes clásicos de la Feria es la Noria. La grande y la mediana asustan demasiado a los más pequeños, sin embargo existen otras mucho más pequeñas para niños de hasta dos años.

Para niños más mayores, en la Calle del Infierno hay varias atracciones de La Olla o el Ovni, como se le conoce al platillo que se va elevando bruscamente para tirar a los niños, donde todos recuerdan el miedo a dar un bocazo cuando era pequeño. También, desde 1998 está el Ratón Vacilón, una montaña rusa con coches redondos que entra en un túnel con forma de gato y que causa dolores de cabeza si uno pasa más de diez minutos cerca por repetitivas frases como el «ay que te como, que te como» que recuerdan a la sevillana del Mani.

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