Familiares de María Gracia Martínez, este viernes en el Tanatorio de San Jerónimo
Familiares de María Gracia Martínez, este viernes en el Tanatorio de San Jerónimo - raúl doblado

La familia de la limpiadora asesinada en Nervión Plaza exige la «cadena perpetua»

María Gracia Martínez se entierra en la localidad granadina de Guadix mientras que su agresor ha pasado a disposición judicial

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La vida de una mujer «trabajadora, familiar y jovial» truncada por una violencia descomunal a base de golpes mortales. Los familiares de María Gracia Martínez Morillas, la mujer del servicio de limpieza del centro comercial Nervión Plaza que falleció el jueves a consecuencia de las agresiones que le causó presuntamente un menor de 14 años de origen magrebí, confesaban al mediodía de ayer sentir «una enorme impotencia e indignación» ante el ensañamiento de «un monstruo».

Mientras se le practicaba la autopsia a la fallecida en el tanatorio sevillano de San Jerónimo, la familia aguardaba a las puertas del edificio para posteriormente trasladarse al municipio granadino de Guadix, de donde era natural María Gracia y donde será enterrada a las 16.30 horas de este sábado.

María Gracia Martínez cumplió 62 años el día anterior a su muerte. Viuda desde hacía seis años, era la mayor de seis hermanos, madre de dos hijos y abuela de una niña de diez años. Conoció a su marido, sevillano, en Ibiza, donde ambos trabajaban en un hotel. Tras casarse, se trasladaron al barrio del Parque Alcosa donde ella vivía con un hijo.

Su hija mayor, de 34 años, Penélope, se casó hace solo tres semanas, por lo que María Gracia adelantó sus vacaciones al mes de junio, incorporándose a su trabajo habitual desde hace unos 18 años el pasado 1 de julio.

Aún en estado de «shock» por lo ocurrido, Penélope se lamentaba a este periódico de la «injusticia tan grande» de que un «individuo al que no conocíamos de nada se haya ensañado con mi madre con tanta brutalidad» hasta provocarle un traumatismo craneoencefálico, que le llevó a la muerte.

«Si ese menor es capaz de matar a una persona con 14 años ¿qué va a hacer cuando tenga 30?», se preguntaba con la mirada perdida, buscando una explicación a la muerte de su madre. «La reventó para robarle su teléfono móvil y tarjeta del bonobús de Tussam».

Según el relato de la familia, María Gracia se encontraba merendando sobre las 18.30 horas del miércoles en la zona de descanso y taquillas del personal del centro comercial, situada en la planta segunda del aparcamiento subterráneo cuando se vio sorprendida por su agresor, quien no se apiadó de ella propinándole golpes con «una barra de hierro». Pese a que la investigación se encuentra bajo secreto sumarial, la familia baraja dos hipótesis del suceso: o bien María Gracia sorprendió al menor mientras robaba en las taquillas o, por el contrario, fue a robarle a ella.

Una compañera suya que llegó unos instantes más tarde al lugar de los hechos también fue agredida, pero pese a los gritos de auxilio, el agresor consiguió huir siendo detenido el jueves por la tarde por la Policía Nacional.

Según ha podido saber este periódico, el menor frecuentaba el centro comercial de forma asidua y, al parecer, conocía todas las puertas secundarias. De hecho, utilizó el montacargas para perpetrar su crimen. Al parecer, intentó forzar la puerta de la sala donde se encontraba en su interior su víctima con una barra de hierro. Las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad del centro comercial han resultado fundamentales para su identificación.

«Solo pedimos justicia y la cadena perpetua»

«Solo pedimos justicia y la cadena perpetua para estos delincuentes», coincidían los familiares de la víctima. «Que este crimen no quede impune», aseveraban. «¿Las administraciones se van a hacer cargo a partir de ahora de los gastos de mi hermano, de 26 años, quien ha quedado huérfano y que estudia último curso de Publicidad y Relaciones Públicas?», increpaba Penélope.

El primer Pleno municipal de Guadix finalizó con un minuto de silencio por la trabajadora accitana fallecida.

La alcaldesa de Guadix, Inmaculada Olea, expresó la repulsa y solidaridad del municipio por la muerte violenta de una vecina, cuya familia es muy conocida en la localidad granadina.

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